Las técnicas de manipulación emocional y la falta de empatía pueden ser una realidad con la que te topes a la hora de buscar pareja. Si una persona ha sufrido abandono o ausencia de apego emocional puede que en un futuro esto le lleve a manipular a la gente con la que comience a tener conexión o incluso a alejarse de ella sin ninguna explicación. Y más en un ámbito de comunicación tan rápido e impredecible como el de las aplicaciones, en constante auge.
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Según una encuesta realizada por Appinio, la plataforma global de investigación de mercados, y Spark Networks, "el 21% de los encuestados utiliza aplicaciones móviles y web de citas para encontrar pareja y, Tinder (47%), Badoo (36%) y Meetic (11%) son las aplicaciones que los españoles suelen frecuentar para lograrlo".
El mundo de las citas es cada vez más amplio y complejo y fenómenos como el catfisihing, el ghosting o el lovebombing, más habituales de lo que parece, dificultan la plena confianza en la persona con la que empiezas a formar una relación.
Es común que una persona a la que le hayan hecho ghosting se retraiga de la gente nueva a la que conoce, lo que, a su vez, puede hacer que esas personas se alejen de otras potenciales parejas por su experiencia anterior. Es un círculo vicioso, fomentado por pensamientos como "para que me lo vuelvan a hacer a mí, mejor lo hago yo".
El ghosting, de la palabra inglesa ghost (fantasma) es el fenómeno en el que la persona con la que estás saliendo o comenzando una relación decide marcharse sin decir nada. ¿Y el submarining?
¿Qué es el submarining?
Este fenómeno también radica en el inglés y procede de submarine (submarino). Consiste en que una persona desaparezca de tu vida sin previo aviso y, de la nada, vuelve a aparecer sin avisar. Estas acciones recuerdan a un submarino, que se sumerge en las aguas y vuelve a resurgir cuando menos te lo esperas.
La diferencia principal con el ghosting y el submarining es que en el primero la persona desaparece para siempre, mientras que en el segundo vuelve a tu vida como si nunca se hubiera ido e intenta retomar la relación desde el punto en el que la dejó.
En el caso de que preguntes por el motivo por el que se fue en el primer lugar, puedes encontrarte una gran variedad de excusas, aunque lo más probable es que nunca admita que sabía que te estaba haciendo daño con ello.
El problema del submarining es que si vuelves a dejar a esa persona en tu vida cada vez que decida apartarse sin decir nada, puede derivar en una fuerte dependencia emocional.
Una vez se haya alejado y regrese, querrás que no se vuelva a ir, por lo que es probable que desarrolles comportamientos tóxicos como la hipervigilancia o el pasar mucho tiempo con esa persona, con tal de que no lo haga. Lo mejor es cortar el problema de raíz y dejar a la persona desde el primer momento. Si no, esa relación puede convertirse en una adicción de la que será muy difícil escapar.