Mujer mirándose en el espejo

Mujer mirándose en el espejo Pexels

Estilo de vida

Este es el 'efecto halo' que podría facilitarte un trabajo o hacerte parecer menos culpable

Las personas atractivas generan más confianza y son percibidas con mayores atributos positivos, según los antropólogos y los datos. Así actúa el "efecto halo" que afecta más a las mujeres y niñas. 

28 julio, 2024 01:53
Por superficial que pueda sonar la siguiente afirmación, las personas más bellas generan mayor confianza en el resto. No es una creencia personal, sino el resultado de estudios llevados a cabo por profesionales de la antropología a lo largo de los años. El atractivo físico interfiere en cómo percibimos a los demás y esa benevolencia que concedemos a quienes, a nuestra percepción, tienen rasgos físicos positivos, ya ha recibido un nombre. 
Desde el ámbito personal hasta el laboral, involucrando lo judicial, el aspecto físico importa. Y para demostrar su impacto, desmontar los prejuicios, y sacarle un beneficio personal, la antropóloga Izanami Martínez, fundadora de Soulgate, y experta en la materia, tiene mucho que decir. 

'Efecto halo'

Acuñado el término en 1920 por Edward Thorndike, sus investigaciones han sido respaldadas a lo largo de los años, concluyendo que a partir de una apariencia atractiva se puede conseguir una primera impresión positiva que marque por completo el trato de otros hacia tu persona. 

Este es el reconocido 'efecto halo' y no es algo que se aplique de manera consciente o discriminatoria, más bien es una respuesta subconsciente que asocia las cualidades "armónicas" con la bondad o el éxito. Se cree que, en parte, viene influenciado por cánones estéticos y la idealización de ciertos personajes de la ficción. 

La belleza, ¿es todo?

Los datos hablan solos, por ello la antropóloga Martínez nos expone diferentes casos:

1920, Edward Thorndike descubrió que los soldados más atractivos eran mejor puntuados en cuanto a capacidad de liderazgo, energía, resiliencia, lealtad, generosidad, cooperación y organización por sus superiores. 

1974, se demostró que quienes habían cometido crímenes y gozaban de un aspecto más atractivo, recibían condenas menores para ir a la cárcel. 

1991, expertos vieron que la primera impresión de una persona atractiva es considerada más feliz, competente, inteligente, honestas y más exitosa.

2015, una cadena de restaurantes de Virginia registró que las camareras más atractivas recibían mucha más propina que aquellas que lo eran menos. En concreto, 1.261 dólares. ¿La clientela más discriminatoria? La de género femenino. 

Estos son algunos de los resultados científicos sobre el 'efecto halo' generado por la sociedad alrededor de las personas atractivas. Este efecto, que fue descubierto en 1920 por Edward Thorndike, hace que los atributos positivos que asociamos a una persona a partir de una primera impresión, tiñan a lo largo del tiempo nuestra percepción y nos haga pasar por alto acciones negativas.

Todo ello hace innegable la influencia de la apariencia física sobre la reacción de los otros, y el mencionado 'efecto halo'. 

Cómo afecta el 'efecto halo' a mujeres

Si bien es cierto que nadie está exento de ser juzgado por su apariencia, seas hombre o mujer, estas últimas son las mayores "víctimas" de tal reacción involuntaria por parte de la sociedad, son de género femenino. Nos lo explica la antropóloga:
"Culturalmente, el factor del atractivo físico tiene más peso en la valoración social de las mujeres que de los hombres. Se nos exige más y durante más tiempo, por lo que nuestro atractivo físico impacta más en los sesgos con los que nos valoran en conjunto las personas que nos rodean".
Los sesgos se generan de manera subconsciente y son capaces de llevarnos a juzgar la personalidad, capacidad y honradez en función de lo atractivo o no que resulte quien tenemos delante. Esto es algo de lo que niñas y adolescentes se dan cuenta cada vez antes y "sufren por esa validación". 
Izanami Martínez, que además de antropóloga es madre, comenta que las niñas "ahora sufren más la validación social de cumplir unos cánones de belleza. Antes nos comparábamos como mucho con las chicas de la clase, del barrio y alguna actriz. Ahora la auto comparación es literalmente global y con filtros y algoritmos de por medio". 

Cómo dar una buena primera impresión

El sesgo de la belleza incluye el atractivo natural de la persona, pero también cómo se viste, se maquilla o se cuida. Basados en estudios científicos, los expertos coinciden en que existen determinados aspectos que pueden favorecer la opinión social en una primera impresión.

Un rostro natural, sin exceso de brillos o imperfecciones. "L'Oréal y la Universidad de Harvard demostraron que, incluso a 250 metros, los rostros empolvados (sin brillos ni imperfecciones) generaban más confianza que los rostros al natural", revela la antropóloga Izanami Martínez. 

Un cabello limpio y bien peinado. No hablamos de un pelo liso tabla o un moño de bailarina perfecto, más bien de lucir tu melena en su mejor estado. Rizos definidos, pelo hidratado y evitar que tape parte del rostro.

Una vestimenta 'amable'Los estudios demostraron que prendas muy estridentes o provocativas causan desconfianza y una percepción negativa en los otros como primera impresión. Las siluetas sencillas y colores claros juegan a favor, despertando serenidad en el resto.

Maquillaje y vestido son parte del 70% de comunicación no verbal que otros reciben sin necesidad de interactuar con nosotras. Por eso, para una primera impresión positiva que juegue a favor en el trabajo o en una reunión con gente desconocida, la receta del éxito, sería: cabello limpio, piel matizada y ropa minimalista.