Elegir una planta va más allá de que nos llame la atención su apariencia. Debemos saber cuáles son sus cuidados, si el rincón donde la ubicamos será apropiado para ella o si será lo suficientemente estética para nuestro hogar.
Pero, más allá de todo ello, debes saber cómo afectará anímicamente a tu persona. Está demostrado que las plantas aumentan los niveles de endorfina, encargadas de aportar bienestar y aliviar el dolor, por lo que la hacen un elemento casi imprescindible en nuestras vidas.
Existen plantas que influyen directamente en tu estado anímico. Las conocidas como plantas de la felicidad no solo tienen el efecto decorativo deseado sino que, además, son capaces de crear entornos más alegres y producirnos mayor sensación de placer gracias a las propiedades que se les atribuye.
Son varias las plantas a las que se les denomina "de la felicidad", pero si existe una a la que ningún amante de la jardinería y la decoración se puede resistir, ese es el jazmín. No solo su inconfundible aroma te cautivará desde el primer momento, sino que sus cualidades incidirán directamente en nuestra salud emocional.
Cuál es la planta de la felicidad
Se considera al Jasminum, comúnmente conocido como jazmín, una de las plantas de la felicidad con mayores beneficios para las personas. Esta trepadora cuenta con más de 200 especies y, aunque son oriundas de regiones con clima tropical y subtropical, se ha convertido en un imprescindible de cualquier espacio que quieras adornar con gusto.
La innegable belleza de los jazmines y su penetrante olor hace que sea una de las plantas más deseadas. Pero no es por ello por lo que está categorizada como una "planta de la felicidad", sino también por la capacidad de influir positivamente en nuestra salud y equilibrio mental.
Durante siglos esta planta ha sido muy venerada por su poder de restauración tanto en la piel como en el cabello. A día de hoy, reconocidas marcas de cosmética tienen líneas específicas de jazmín para hidratar la piel, tratar problemas de acné o dejar el cabello brillante y sin el antiestético frizz.
Su olor es uno de los mayores atractivos de esta planta de la felicidad. Muy utilizado en fragancias y cremas corporales, al aroma del jazmín se le ha llegado a atribuir cualidades afrodisíacas muy poderosas.
Cómo se cuida una planta de jazmín
No importa cuál sea la variedad de jazmín que hayas elegido para decorar tu casa y potenciar tu bienestar mental. Para todas sus variedades se necesitan los mismos cuidados, por lo que es importante saber cuáles son los pasos a seguir para que florezca y adorne tu rincón elegido.
- Es muy importante situar esta trepadora en un espacio con mucha luz. La mejor forma de que tu jazmín florezca de una manera imponente es recibiendo sol de forma directa. Si no lo hace, no es difícil su desarrollo pero no su floración.
- Llama la atención que a pesar de ser una planta que necesita mucha luz también sea capaz de estar expuesta al frío, soportando temperaturas de hasta tres grados bajo cero. Aunque es recomendable que, si el frío es continuado, cubras al menos sus raíces.
- A la hora de regar tu jazmín es importante que le prestes especial atención en sus meses de crecimiento y floración, es decir, en primavera y verano. En esas semanas lo idóneo es regar la planta cada dos o tres días.
- El jazmín es una planta rústica y resistente, por lo que el tipo de suelo en donde lo vas a plantar es lo que menos debe preocuparte. Eso no quita que lo ideal sea plantarlo en un tipo de sustrato universal rico en nutrientes.
- Para lucir un jazmín repleto de flores que destaquen por su belleza y aroma, es recomendable que en los meses de primavera apliques cada mes una dosis de abono para favorecer su crecimiento.