La clave del éxito de Julieta Barrionuevo en España y Argentina: humanizar la arquitectura
La directora del estudio creativo JUUBRN explica qué tienen que tener los diseños para ser únicos y cómo trabaja desde la interdisciplinariedad.
1 diciembre, 2022 01:58Julieta Barrionuevo es, como ella misma reconoce, "un culo inquieto desde pequeña". Nunca se vio a sí misma en un solo sitio o dedicada a una única cosa durante toda su vida. Le gusta demasiado aprender y experimentar, unir distintos tipos de arte y habilidades. Ese espíritu de innovación y creación es el que define JUUBRN, su estudio creativo asentado en Madrid, pero que une a Argentina y España a través de proyectos de arquitectura, interiorismo, Real State o la comunicación de campañas, y que recientemente ha concluido un proyecto para "humanizar" diez campus residenciales de toda España.
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El propio nombre del estudio hace referencia a ese impulso creativo que late en su interior. "Es la unión de mis iniciales y suena como un motor. El final es tu sueño, el vehículo que te mueve cada día", cuenta con entusiasmo a magasIN. Entre risas informa que nadie sabe cómo pronunciarlo, aunque añade que tampoco hay una forma correcta de hacerlo. Y es que el nombre, al igual que el estudio, se caracteriza por su flexibilidad.
Oriunda de Córdoba (Argentina), donde se encuentra durante la conversación porque ha ido de visita familiar, Julieta Barrionuevo dejó la carrera de Publicidad después de un revelador viaje a Nueva York.
"Empecé Publicidad porque me parecía una carrera muy flexible, pero con 18 años me fui a estudiar seis meses a Nueva York e hice varios cursos de arte, de moda y fotografía. Después de haber vivido allí, con toda esa ebullición, energía y las ganas de crear, tomé la decisión de cambiar y mudarme a Buenos Aires", recuerda.
Se decidió por Dirección de Arte movida por sus ganas de crear y tocar muchos ámbitos. "Yo puedo hacer un diseño de interiorismo, un producto, puedo dirigir la imagen y la comunicación de la campaña, puedo hacer la parte comercial y puedo armar una empresa... Me atrae fue poder hacer todo".
Aunque en ese momento no se hablaba tanto de interdisciplinariedad, y se recomendaba más la especialización, con los años ella ha demostrado que sí que se puede hacer todo y aportar valor con ello.
Estando aún en Argentina, cofundó otro estudio, en el que estuvo durante cinco años en los que adquirió una gran experiencia. "Ahí empecé a aprender, en la práctica, mucho interiorismo y pintura. Porque yo en mi profesión puedo tener el conocimiento académico, la visión, lo estético y la sensibilidad, pero yo no sabía armar un plano que no podía identificar si una columna se puede tirar o no".
Al cerrar el estudio, sintió que era la hora de saltar el charco y venirse a Europa. Aunque no tenía claro qué hacer, lo que sí sabía que quería ir a París. "Tuve un momento de crisis existencial, profesional, de decir qué quiero hacer porque, a ver, vengo trabajando para mí misma desde los 19 años. No me veía proyectada en ninguna empresa".
Además, aspiraba a algo que en ese momento parecía imposible. "Quería un trabajo que me permitiera construir, moverme, conocer, expandir. También tenía claro que necesitaba una estabilidad económica porque llevaba cinco años remando en un país donde la economía no apoya al emprendedor. Pero en el medio dije todos no se pueden unir, vos querés tener estabilidad económica, pero a la vez querés aventuras y no trabajar para nadie". Finalmente, el destino la llevó a Madrid y acabó enamorada de la capital española.
"Como quien no quiere la cosa, recibí un llamado de un fondo de inversión venezolano que estaba en Madrid. Estaban terminando de armar un proyecto residencial de lujo en el barrio de Justicia e iban a abrir cuatro locales comerciales en la parte de abajo. Necesitaban una mano derecha para ayudar a la CEO e impulsar el proyecto desde la parte de interiorismo como de comunicación y estrategia. Me dijeron que en una comida me recomendaron y que era la única persona con la capacidad para hacer todo", relata.
Sin pensárselo dos veces hizo las maletas y se mudó a Madrid. "Al llegar miré ese cielo y dije: este es mi lugar. Sabía que en los próximos años iba a ser muy importante construir mi hogar y de pronto en Madrid me sentía en casa".
Después de ese primer proyecto fue poco a poco consiguiendo más clientes, hasta que en 2019 pudo fundar JUUBRN, con el objetivo de que fuese un estudio interdisciplinar y que importase también el talento argentino.
"Empecé a contratar a mujeres argentinas. Veía un poco de mí en ellas, que llegaban a un país nuevo con ganas de hacer y de crear. Y la verdad es que me identifiqué más con la energía femenina única, de empoderamiento y de generar".
Mi Campus
Su último gran proyecto llegó en plena pandemia: humanizar, desde el punto arquitectónico y del interiorismo, diez campus residenciales de toda España para el fondo Stonesshueld. Lo han inaugurado recientemente, y Barrionuevo afirma que "ha sido un proyecto que dio mucha luz en un momento de mucha oscuridad".
"Ha sido muy desafiante, un proyecto brillante que me ha dado la oportunidad de ponerme a prueba porque mis clientes claramente han confiado en que podía hacerlo", asegura.
A nivel de diseño, ¿qué es lo que más destacarías? ¿Qué has intentado transmitir?
Lo que yo quería era generar experiencias e identidad. La selección del mueble o el elemento fue peyorativo. Lo primero es: voy a ponerme en el pie del usuario. Lo que quiero es que mi campus sea una experiencia única.
Después, te puedo decir mil cosas de ponerle nombres especiales a cada uno de los lugares, a buscar elementos que sean parte de la identidad visual, pero lo que quería era que esos chicos se sintieran en su casa y conseguir un diseño con una identidad potente que se pueda replicar. Incorporamos arte, trajimos artistas de Estados Unidos... O sea, humanizamos el proyecto, pero el objetivo siempre fue diseñar una experiencia.
¿Cuáles son las claves de esa humanización que traes a la arquitectura y el diseño?
Yo creo que consiste primero en la sensibilidad de poder pensar en las personas que van a habitar u operar en ese espacio. En este caso, los estudiantes están un momento de su vida que es la aventura y el futuro, y el sueño y el desarraigo absoluto.
Entendiendo esta necesidad lo que hacemos es, mediante el diseño, los correctos elementos, distribuciones y formas, suscitar esas emociones en la gente y que puedan sentirse a gusto. Buscaba que se sintieran en casa, acogidos, cálidos y, en otros espacios, que sintieran que volaban.
Humanizar el proyecto creo que nace desde la conciencia de que no es solo algo bonito o funcional, es más profundo que eso, son las vivencias y la empatía con la persona que va a habitar ese espacio. De ahí puedes crear lo que vos quieras.
También haces proyectos de Real State para revalorizar espacios y conseguir oportunidades inmobiliarias. ¿Cómo se trabaja en ese caso?
Yo creo que es muy importante, ante todo, sacarse los 'caprichos' como diseñadora, porque cuando estamos hablando de una inversión…
Me pasa con clientes argentinos que quieren comprar lo más barato posible un metro cuadrado, sumarle valor, venderlo y tener esa rentabilidad. En ese caso, el cliente tiene un objetivo claro que no es habitar ese espacio, es un negocio. Por eso, al reformar tengo que llevar mis costos lo más bajo posible y que tenga el mayor valor posible. Es un poco parecido a lo de humanizar: es aprender a escuchar y saber el objetivo.
En un proyecto inmobiliario donde buscan comprar, reformar, equipar y alquilar, por ejemplo, mi objetivo es agregar valor y diferenciación para que mi diseño y mis calidades no sean como el común denominador del típico piso turístico. Pero sí tengo que mantenerme en los precios.
¿A la hora de diseñar tenéis en cuenta la sostenibilidad?
Totalmente. Yo creo que tanto la sustentabilidad como la tecnología y la flexibilidad, son tres pilares que van a moldear el mundo del diseño y ya lo están haciendo.
La realidad es que todavía no hemos hecho ningún proyecto 100% sostenible, pero sí tengo mucha conciencia de usar y reutilizar. Por ejemplo, en todos los diseños intento incorporar una cuota de muebles vintage para poner mi granito de arena.
Siguiendo su constante de flexibilidad y cambio, Julieta Barrionuevo está inmersa en la modificación del estudio para poder ir adaptando a su equipo según el proyecto y poder trabajar con personas que estén tanto en España como en Argentina, aprovechando las virtudes del teletrabajo.
Al mismo tiempo, sigue inmersa en el Real State y, cuando se le pregunta cuál es el próximo sueño que espera cumplir, lo tiene claro: hacer un hotel boutique. "Me gustaría hacer un hotel boutique en Portugal, España o las Baleares. Encontrar un edificio entre 1500 a 2000 metros cuadrados y crear un hotel boutique de pocas habitaciones donde cada una tenga su particularidad, irme al detalle".
"Sería un proyecto que yo podría hacer absolutamente todo: el diseño, la comunicación, la experiencia, la parte de negocio, la parte inmobiliaria. Estoy trabajando en armar un grupo inversor para que se compre un edificio en España y poder hacer todo el proyecto", concluye con brillo en los ojos. Y quién sabe, quizá en unos años la veamos en la inauguración.