El 'síndrome de SIMON' es una nomenclatura que originalmente se ajusta a un tipo de modalidad masculina de este siglo XXI. Cada una de las letras de su nombre es un acrónimo y una característica de su personalidad: S de soltero, I de inmaduro, M de materialista, O de obsesionado por el trabajo y N de narcisista.

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Aunque tradicionalmente se ha utilizado para definir a cierto tipo de hombres, lo cierto es que desde un punto de vista social muchos especialistas afirman que puede definir tanto a hombres como a mujeres. Los expertos no se ponen de acuerdo y hay quienes afirman que el género de quienes lo padecen no está tan definido como se creía en un principio y también podría estar unido a ciertas mujeres.

Otros psicólogos aseguran que, en el caso de las mujeres, estaríamos ante el 'síndrome LAURA': L de liberada, A de autónoma, U de universitaria, R y A de racionalizar el amor. Un comportamiento emocionalmente mucho más sano pero que niega que las mujeres puedan comportarse de esta manera inmadura y materialista.

Siguiendo la tendencia del punto de vista del primer grupo de especialistas, el 'síndrome de SIMON' puede enmarca tanto a hombres como a mujeres y definiría, por lo tanto, a personas (sin género) de entre 'veinte y muchos' y 'treinta y muchos' años que solo quieren divertirse, sin comprometerse emocionalmente por el camino.

Soltero

En este caso, definimos la soltería como no tener pareja estable pero también como la ausencia de compromiso serio. Para estas personas, estar solos es algo que se ha ido revalorizando con el tiempo, algo positivo donde no se necesita tener una pareja para ser felices, sentirse completos o realizados.

Para estos jóvenes estar en pareja se puede equiparar con vivir encerrado en una jaula, comienzan a tomar un valor erróneo de libertad que quieren mantener a toda costa.

Inmaduro

La inmadurez en la persona con el 'síndrome de SIMON' se relaciona directamente con lo afectivo, con el aspecto sentimental. Adultos que pueden tener una adecuada madurez profesional pero que no han alcanzado la madurez afectiva.

No saben dar ni recibir amor sentimental y, lo más importante, no saben cómo mantenerlo. Evitan establecer una relación madura y estable, con compromiso y respeto. Solo pueden amarse a sí mismos, no se dan siquiera la posibilidad de descubrir qué es estar enamorado y tener un proyecto en común con alguien. 

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Materialista

Los incluidos dentro del 'Síndrome de SIMON' están obsesionados con el éxito laboral y profesional, sus principales preocupaciones son recorrer el mundo, cuidar su cuerpo y pasarlo de bien. 'Carpe Diem', prefieren la emoción de vivir el momento, a la seguridad de lo estable.

No les importa sacrificarse para escalar posiciones en el trabajo y suelen contar con un ego casi infinito. No ahorran ni les preocupa su seguridad económica y gastan sus sueldos únicamente en satisfacer sus deseos.

Obsesionado con el éxito

La prioridad número uno para aquellas personas que tienen el 'síndrome de SIMON' es tener una posición económica adecuada que les permita gastar todo ese dinero en aquello que les dé placer, viviendo al máximo como si el mañana no existiera.

Otro factor escondido tras esta característica es el culto al cuerpo y al autocuidado. Esto les lleva a ir al gimnasio en exceso, a cuidar su dieta de forma exagerada y que acaba en muchos casos en una cierta dismorfofobia. 

Narcisista

Plotino habló del mito del narciso: cuidar tanto la fachada, la portada o la apariencia lleva a producir una idolatría de lo exterior. Las personas que padecen el 'síndrome de SIMON' tienen una autoestima tan grande que son capaces de asfixiar a cualquier persona de su entorno. Les encanta que los adulen, escucharse a sí mismos y ser el centro de atención.

Si bien es cierto que cuando hablamos de narcisismo hay que distinguir entre dos realidades: el trastorno de la personalidad narcisista, que afecta al 1 o 2 % de la población; y el grupo en el que se incluyen aquellos con el 'síndrome de SIMON' que son personas que presentan ciertas características que conforman un estilo de personalidad pero no un trastorno.

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