Inspirado por la naturaleza, enraizado a su tierra y reconocido mundialmente por su talento gastro, el restaurante Trocadero, en Sotogrande, es uno de esos lugares a los que hay que ir con todos los sentidos afinados. Sobre todo cuando llega la temporada estival. Un año más, el grupo lleva el duende hasta la ciudad gaditana con la celebración del MÁS QUE Flamenco Festival, un evento que sirve de homenaje a nuestra música desde un enclave privilegiado con vistas al peñón de Gibraltar.
[Festivales para ponerse muy flamencos: La Unión, Pamplona, Madrid, Londres...]
En la noche del pasado viernes 28 de julio, a orillas de la playa de Sotogrande, la luna brilló, pero también disfrutó como espectadora de la experiencia que se vivió en el beach club de San Roque. El equipo de magasIN tuvo la oportunidad de asistir a la inauguración del festival y cuenta su experiencia a continuación.
La cita comenzó con la actuación de Miguel Fernández, más conocido como El Yiyo, un joven que ha cautivado al mundo llevando el arte del baile flamenco por todos los rincones. Del tablao a los videoclips de C. Tangana, demostrando el potencial sin límites que tanto caracteriza a la cultura musical española.
[El Yiyo: "El machismo no viene de la etnia gitana, ni paya, ni china, va con la persona"]
Oriundo de Badalona, el suyo es uno de esos talentos que emocionan por igual a amantes del flamenco y a quienes no conocen qué es eso del duende. El artista es impulsor de su propio espectáculo, uno que abre las puertas de su casa al público y comparte con sus hermanos pequeños. Los tres son rostros jóvenes que dan paso a un festival que también lo es, pero que en los tres años que lleva de recorrido no ha dejado de crecer.
Celebrando las raíces
Desde su inauguración y hasta el próximo 25 de agosto, el club Trocadero reunirá alrededor de los chozos y las palmeras a cientos de personas en la que ya es considerada una de las citas más relevantes del verano nacional.
"Queremos que vengáis con todos los sentidos: no solo con el gusto y el oído, que también disfrutéis del aroma del mar, y que uséis el tacto, porque el flamenco eriza la piel", anima María del Prado, una de las fundadoras del festival y a los mandos del mismo junto al percusionista José Manuel Tobalo y el guitarrista El Perla.
Que el arte jondo se disfruta con emoción entre los más fanáticos es algo que desde el festival saben bien. Que para quienes no lo son tanto es preferible darlo en pequeñas dosis, apostando por la mezcla, también. Por eso, la edición de este año fusiona lo mejor del panorama del flamenco actual con otras disciplinas que no restan, sino enriquecen, esa identidad "salvaje y hecha en familia" tan propia del festival andaluz. Rosario; Cigala; Café Quijano; Perla, Tobalo y la Yumiband; Antonio Carmona y Los Secretos son algunos de los nombres que integran el cartel de esta edición.
"Este evento marca un antes y un después en el formato de festivales de verano, ya que está creado tanto para el disfrute del artista como el del público más selecto. La atención personalizada, el entorno y los medios técnicos más avanzados lo han convertido en todo un referente en la costa de Cádiz", revelan sus fundadores sobre la cita musical.
Sobre el grupo Trocadero
Poco antes de que comenzara el festival, magasIN también tuvo la oportunidad de disfrutar de la exquisita oferta culinaria que ofrece el restaurante de Sotogrande.
Trocadero nace en 1995, de la mano de Dionisio Hernández-Gil, sobre un pequeño quiosco en la Playa de Santa Petronila (Marbella). Hoy es el grupo de restauración más importante de la costa del Sol, pero su esencia permanece intacta. Una podría quedarse satisfecha fácilmente con haber hecho un recorrido por sus rincones, palpando la madera que decora cada uno de sus espacios, admirando el colorido de sus telas, la majestuosidad de sus lámparas y su vegetación salvaje.
Este, el de Sotogrande, es uno de los ocho establecimientos que el grupo tiene repartidos por las costas andaluzas —y, adelantamos de paso, pronto también en Madrid. Del estilo que hoy tanto lo distingue es responsable Lorenzo Queipo de Llano, uno de los maestros decoradores más destacados del país, y conocido por tener a Carolina Herrera entre sus clientes más top.
Desde una ubicación privilegiada a orillas del mar, el club alberga una fusión de culturas que no dejan a nadie indiferente. Su estética emula el naturalismo salvaje de Memorias de África, y la cocina, separada en dos restaurantes, pone en contacto lo mejor del gastro mediterráneo con propuestas que llegan de Asia. En concreto, durante los meses de verano es posible disfrutar de una mezcla de cocina tailandesa y japonesa, que conviven a la perfección en este espacio a pocos kilómetros de la costa marroquí.
En Trocadero, como no cabe esperar otra cosa, una de las especialidades son los arroces. A ellos se suman una gran variedad de platos, desde el tartar de atún a las carnes, elaborados cuidando cada detalle y apostando por la calidad y las mejores materias primas.
Además de los cócteles, la experiencia gastronómica del club de Sotogrande se completa con la elección de los postres, encargados de poner la última nota de sabor. MagasIN degustó la pavlova, un merengue francés relleno de helado de fresas y mascarpone al que el restaurante da un toque propio y muy singular.
Pero lo de Trocadero va más allá de la cocina, y lo comprobamos esa misma noche. En este encontramos un espacio polivalente en el que igual podemos deleitarnos con los mejores manjares que relajarnos en sus hamacas, bañarnos en sus piscinas... O asistir a un festival que nos devuelve a nuestras raíces al compás de la guitarra.