Montserrat Caballé, nuestra soprano más internacional.

Montserrat Caballé, nuestra soprano más internacional.

LasTop100

Montserrat Caballé: de niña humilde, que pasó hambre, a gran diva de la ópera

La soprano española más conocida internacionalmente, que habría cumplido 90 años este 2023, fue elegida para el ranking 'Top 100 Mujeres Líderes en España' en 2011. 

13 marzo, 2023 01:29

El 12 de abril de 2023 habría cumplido 90 años. Cuando falleció Montserrat Caballé, en 2018, el rey Felipe VI tuiteó que era “la gran dama de la ópera, leyenda de la cultura universal, lo mejor de lo mejor” y que “su personalidad y su inigualable voz nos acompañarán para siempre”.

[Montserrat Caballé, la última diva del bel canto]

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo que “ha muerto una gran embajadora de nuestro país”. También el tenor Josep Carreras elogió su "versatilidad" y dijo que "podía hacer de todo, desde el bel canto más puro hasta Tristán e Isolda de Wagner".

Fue una niña de familia humilde que llegó a pasar hambre (“mojado en agua el pan crecía, y así hacíamos una especie de sopa. Y en vez de ver un mendrugo de pan para cinco,era un pan mojado enorme para cinco”). Nunca imaginó que llegaría a convertirse en una leyenda de la música ni que llevaría el nombre de España por todo el mundo.

María de Montserrat Bibiana Concepción Caballé Folch nació y murió en Barcelona, una ciudad cuyo nombre también llevaría por el mundo: a la Ciudad Condal le dedicaría un álbum y una canción, que cantaría desde 1986 junto a Freddie Mercury, cantante de Queen, de quien llegó a ser buena amiga.

Freddie Mercury cantando junto a la diva durante una colaboración para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

Freddie Mercury cantando junto a la diva durante una colaboración para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

El tema sería después elegido himno oficial de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Aunque lo cantaron en directo en dos ocasiones, la muerte de Mercury, ocho meses antes, hizo imposible hacerlo en la ceremonia de inauguración de los JJ. OO. en julio de 1992.

Sin embargo, multiplicó por millones la fama de la soprano, que se hizo muy conocida entre las generaciones más jóvenes. Acostumbrada a correr riesgos, según los que la conocían bien, nunca dudó que la música era patrimonio de todos y quiso acercarla al mayor número posible de gente en todos los confines del planeta.

Y lo logró: el 12 de abril de 2022, para conmemorar el día en el que la soprano habría cumplido 89 años, Google le dedicó su doodle, un honor que solo se reserva a unos pocos e, indudablemente, MUY famosos.

El 12 de abril de 2022 Google le dedicó su 'doodle'.

El 12 de abril de 2022 Google le dedicó su 'doodle'.

Montserrat Caballé ingresó siendo una niña de apenas 11 años en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona, y ganó la Medalla de Oro al graduarse en 1954.

Se marchó a estudiar ópera en Milán y en 1956 se unió a la Ópera de Basilea. Cuatro años más tarde, fue cantante principal de la Ópera de Bremen. En 1962, regresó a Barcelona y debutó en el Liceo, un teatro que ella consideraba su casa.

En 1965, gracias a uno de esos golpes de suerte a los que el destino nos tiene acostumbrados, Caballé sustituye a la soprano estadounidense Marilyn Horne en un concierto de "Lucrezia Borgia" de Donizetti en el Carnegie Hall de Nueva York.

Caballé, caracterizada como Lucrecia Borgia, en su debut en el Carnegie Hall.

Caballé, caracterizada como Lucrecia Borgia, en su debut en el Carnegie Hall.

Se cuenta que varios espectadores devolvieron sus entradas, decepcionados por la sustitución por una soprano hasta entonces desconocida en Estados Unidos pero, aquella noche, el público le dedicó una ovación interminable.

Causó tanta sensación que un periódico neoyorquino tituló al día siguiente: “Callas + Tebaldi = Caballé”. La crónica decía: “Ninguna publicidad previa, podía haber previsto el tremendo impacto que esta mujer de corte goyesco causaría en un público mimado por las delicias de Callas y Sutherland. Cuando Caballé empezó su primera aria hubo un cambio perceptible en el ambiente. Pareció por un momento que todo el mundo hubiese dejado de respirar”.

Precisamente, la ‘reina’ María Callas, preguntada sobre qué cantante podría ocupar su ‘trono’ y ser su sucesora, respondió: “Solo Caballé…”. y, de hecho, según los expertos, se convirtió en la única sucesora de “la Callas” en el papel de Norma.

Aquella noche en el Carnegie Hall de Nueva York comenzó una carrera internacional que la llevaría a todos los grandes teatros de ópera del mundo: Scala de Milán, Metropolitan de Nueva York, Staatsoper de Viena, Royal Opera House Covent Garden de Londres, Opera de París, Bolshoi de Moscú… Y, por supuesto, el Liceu de Barcelona y el Teatro Real de Madrid.

Caballé alternó sus representaciones operísticas con recitales y conciertos, cantado como solista con las más prestigiosas orquestas y directores como Herbert von Karajan, Leonard Bernstein, Zubin Mehta, James Levine, Claudio Abbado, Seiji Ozawa, Riccardo Muti, Sir Georg Solti, Sir Colin Davis, Carlo Maria Giulini, etc.

A ellos les debía, según sus propias palabras, su éxito: "Yo no he hecho nada especial. Me he limitado a seguir las indicaciones de los compositores, que son los verdaderos divos de la ópera".

El repertorio de Montserrat Caballé fue inmenso: sus papeles en óperas superan los 100 (cantó todos los grandes roles del repertorio desde Norma a Salomé, pasando por Isolde) pero los entendidos dicen de ella que las grandes reinas de las tragedias de Donizetti encontraron en ella a la intérprete ideal.

También puso un particular empeño en resucitar obras desconocidas o que habían caído en el olvido y, aunque siguió él ejemplo de María Callas y Joan Sutherland, fue más allá que cualquiera de ellas, para devolverle a la sociedad parte de lo que ésta le había dado: recuperar a compositores olvidados era su contribución a la historia de la música y su regalo a los verdaderos melómanos.

Su vocación musical fue tan intensa como su pasión por ayudar a los más débiles y humildes pues, por más lujos que conociera, nunca olvidó de dónde venía. En 1974 fue nombrada Embajadora Honoraria de Naciones Unidas; en 1991, Embajadora de la Paz y, en 1994, Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco.

Cerca de la juventud 

Grabó más de 80 títulos, a parte de todas las grabaciones en directo, y sus colaboraciones, a finales de los 80 y principios de los 90 con otros proyectos musicales alejados del bel canto, como un dueto con Sara Montiel interpretando La Violetera o su versión de Hijo de la Luna de Mecano.

Porque nunca dejó de acercarse a los más jóvenes: ella, que, según describe Rubén Amón, “siempre tuvo unos cincuenta años. Cuando era joven y cuando era una anciana”. Con su pelo azabache y sus vestidos sueltos o grandes túnicas, mantuvo inalterable su estilo.

A finales de los 90 colaborará también con Vangelis, compositor griego de bandas sonoras míticas como Carros de Fuego (1981), interpretando los temas The pray of the World y March with me, compuestos por Vangelis por la paz mundial. Obtuvo innumerables premios discográficos, incluso recibió un Grammy Latino en Las Vegas.

También recibió numerosos premios y condecoraciones nacionales, como el Premio Príncipe de Asturias, la Medalla de Oro de la Real Academia de las Bellas Artes, la Banda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y el Lazo de Dama de Isabel la Católica, Medalla de Oro del Gran Teatro del Liceo y Premio Nacional de Música de Cataluña.

[10 mujeres referentes para Luis Furnells: de Montserrat Caballé a Margaret Thatcher]

Convertida en una referente para varias generaciones, en 2011 fue también elegida para formar parte del ranking de 'Las Top 100 Mujeres Líderes' y recordada in memoriam en la gran gala celebrada para conmemorar el décimo aniversario del listado de referencia del talento femenino. 

El Mercado Internacional del Disco y la Edición Musical de Cannes le otorgó un premio especialmente creado para ella, por su apoyo a los jóvenes intérpretes y en el Palais des Festivals de Cannes tuvo lugar el estreno mundial del documental musical Caballé más allá de la música.

Y si logró tocar el cielo con su voz, su prodigiosa técnica vocal le permitió llegar a lo más alto también académicamente: fue nombrada Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia, por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, por la Universidad de Barcelona y por la Mendeleyev University of Chemical Technology de Rusia.

Entre los internacionales, recibió la la Legión de Honor de Francia, país en el que fue nombrada Chevalier de l'Ordre des Arts et des Lettres y Comandeur de l'Ordre des Arts et des Lettres. Y también fue reconocida Académica de Honor y Medalla de Oro de la Academia de las Letras, Ciencias y Artes de Italia.

Lo único que lamentó fue no haber dedicado más tiempo a sus dos hijos, Bernabé y Montserrat, nacidos de su matrimonio con Bernabé Martí Remacha, con quien estuvo casada desde 1964 y hasta su muerte.

Caballé, en una imagen de archivo con su hijo.

Caballé, en una imagen de archivo con su hijo.

“La voz de soprano es un poco como el grito de la madre, es una voz que atrae al ser humano. (...) He llegado a la conclusión de que la voz de soprano emociona muchas veces debido a esa reminiscencia materna que llega al corazón del que la escucha”, afirmó en una entrevista para la Unesco.

Fue, según los especialistas, una de las más grandes sopranos del siglo XX, admirada por poseer una de las voces más bellas y versátiles de la historia (”la riquísima paleta de colores de su timbre”, decía el comunicado del teatro real cuando falleció) y una técnica prodigiosa.

Dice el diccionario de la RAE que la palabra “diva”, cuando se dice de una artista del mundo del espectáculo, y en especial de una cantante de ópera, significa “que goza de fama superlativa” es decir, la que cautiva al público del mundo entero.

Pero también la que posee una carismática y arrolladora personalidad, según el estereotipo de la cantante de ópera en el inconsciente colectivo (como la famosa soprano Bianca Castafiore en las aventuras de Tintín El cetro de Ottokar, Las joyas de la Castafiore y El asunto Tornasol).

A esas divas estereotípicas les sobra genio, en el más amplio sentido de esta palabra, y les falta humildad pero “la Caballé” era una diva a su pesar: siempre llevó una vida discreta (a años luz de los escándalos que salpicaron la de su maestra María Callas) y muy austera.

Eso que, según Rosa Montero, es “el antidivismo como máximo divismo”. Trabajadora incansable, solo paró cuando las fuerzas se lo impideron. "No hay nada mejor en el mundo que el hecho de aprender. Es la clave de la vida. Si no, te sientas en un sillón y se acabó", aseguró en una entrevista.

En sus últimos años, aquejada de problemas de salud y con Hacienda, se volcó en enseñar para seguir aprendiendo porque, como decía el pedagogo y filósofo brasileño Paulo Freire: “Quien enseña aprende al enseñar y quien aprende enseña al aprender”.

Por eso, el sueño de Montserrat Caballé fue crear una Fundación y mantener vivo su Concurso Internacional de Canto como trampolín para las futuras generaciones de jóvenes talentos.

Cumpliendo sus deseos, en 2019 se creó la Fundació Privada Montserrat Caballé para mantener vivo su legado, que ella resumía así: “En un teatro de ópera, para conmover al público del quinto piso, para hacerlo vibrar, se necesitan voz, expresión y sentimiento”.