En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, celebrado anualmente el 8 de marzo, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ha dispuesto la emisión de una colección de monedas con un valor de 10 euros, destacando la figura de la asturiana Margarita Salas (1938-2019).
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Según declaraciones del Ministerio de Economía, esta emisión por el 8-M rinde tributo a la científica reconocida como pionera en el campo de la biología molecular en España.
Margarita Salas fue la primera investigadora española en ser admitida en la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos en 2007, la primera mujer en presidir el Instituto de España, así como la primera científica en ocupar un sillón en la Real Academia Española.
Reverso de la moneda
El reverso de la moneda presentará una imagen de la bioquímica, acompañada por una representación de una cadena de ADN y el símbolo de la mujer. A la izquierda, se ubicará la marca de la Ceca, mientras que a la derecha, en letras mayúsculas, se indicará el valor de la moneda, que será de 10 euros.
Alrededor de estos elementos, se incluirán las inscripciones '8-M Día Internacional de la Mujer' y 'Margarita Salas'.
En la parte delantera de la moneda, aparecerá el busto del Rey Felipe VI, ubicado a la izquierda. En el borde superior, siguiendo la curvatura de la moneda y en letras mayúsculas, se grabará 'Felipe VI Rey de España' mientras que en la parte inferior, entre dos puntos, se indicará el año de emisión, es decir, 2024.
7.000 ejemplares
Se emitirán un total de 7.000 monedas, las cuales se pondrán a la venta inicialmente por un valor de 60 euros. Este precio se establece considerando que las monedas contendrán un mínimo de 925 milésimas de plata, con un peso de 27 gramos, un diámetro de 40 milímetros y una forma circular con canto estriado.
La influencia de sus padres
Margarita Salas nació en un pueblo pequeño de la costa asturiana, Canero, cerca de Luarca, en 1938. Su padre era un psiquiatra que dirigía un sanatorio en Gijón, donde se mudaron cuando Salas tenía tan solo un año de edad. Su madre, por otro lado, era maestra. Sin duda, la formación académica de sus padres ejercieron una gran influencia en ella.
Otra figura que cobró gran relevancia en su interés para dedicarse a la bioquímica fue Severo Ochoa, amigo de su padre y con el que compartía un cierto parentesco.
Durante sus estudios en el colegio de monjas, Salas se interesó tanto por las ciencias como por las humanidades, pero fue en el curso preuniversitario cuando se decantó por la primera opción, dudando entre medicina o química. Finalmente, eligió la segunda por el entusiasmo que sentía al estar en un laboratorio.
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Estudió en la Universidad Complutense de Madrid, donde conoció a quien fue su marido y compañero de profesión, Eladio Viñuelas. Ambos compartían una gran conexión ya que comprendían el tiempo y sacrificio que requería la investigación, que era además su pasión.
También fueron compañeros de doctorado con Alberto Sols, gracias a la recomendación de Severo Ochoa. Y, tras finalizar esta tesis, la pareja se fue a Nueva York, donde dedicaron cuatro años de sus vidas al laboratorio de Ochoa. Después, regresaron a España y comenzaron a realizar otros estudios, como el fago (virus que infecta bacterias).
La intensa actividad como investigadora de esta gran científica ha dado lugar a más de 350 publicaciones en revistas y libros internacionales. También ha supervisado más de 30 tesis doctorales, ha impartido unas 400 conferencias y es poseedora de ocho patentes, siendo uno de ellas la más rentable del CSIC hasta que terminó su concesión en 2009.
Antes de su muerte en noviembre de 2019, Salas recibió diferentes galardones, como el Premio Rey Jaime I de Investigación en 1994, el nombramiento como Investigadora europea en 1999 por la UNESCO y la Medalla Echegaray en 2017.