¿Sabías que los colores pueden influir en tus emociones y en tu estado de ánimo? ¿Te has fijado alguna vez en que ciertas tonalidades pueden irritarte o, por el contrario, relajarte y calmarte?
No nos suena nada raro afirmar que los colores nos provocan un efecto emocional. De hecho, forman parte de nuestro lenguaje cotidiano, sin que muchas veces lleguemos a darnos cuenta.
Tampoco es raro asociar colores cálidos, como el rojo, el amarillo o el naranja, a momentos de cercanía y cordialidad o, por lo contrario, a situaciones de hostilidad y enfado.
En cambio, colores fríos, como el verde o el azul, suelen provocarnos sensación de calma, aunque también de tristeza. En definitiva, cada color puede producir muchos efectos y despertar sentimientos distintos y contradictorios.
Goethe, pionero en analizar
Ya lo escribió el poeta, novelista y filósofo naturalista alemán Johan Von Goethe, pionero en el análisis del color desde una perspectiva psicológica. En su obra Teoría de los colores aportó una de las visiones más interesantes sobre el estudio de la luz y la oscuridad. Confirió un significado simbólico a los colores, describiendo de forma exquisita lo indescriptible, al plasmar por escrito la sensación que producen los colores y su impacto psicológico en el estado de ánimo de las personas.
Según Goethe, las personas experimentamos el mundo a partir de unas reacciones primitivas de las que no siempre somos conscientes. El color es una entidad con lenguaje propio que tiene el poder de modificar tanto nuestra percepción como nuestro ánimo.
Al igual que describir un sabor, describir la intimidad de un color es uno de los ejercicios más difíciles e intrigantes que podemos realizar. Goethe lo logró. Consiguió transmitir su forma de entender el complejo lenguaje del color. Además, sus descripciones recuerdan a un poema sobre el alma.
El contexto determina el efecto
El significado que otorgamos a cada color y el efecto que este nos provoca viene determinado por el contexto en el que lo percibimos. Este contexto define su identidad, llegando un mismo color a provocarnos sensaciones positivas y negativas, agradables o estridentes, en función de la situación en la que lo percibimos.
El uso del color es una herramienta poderosa cuando se trata de imagen personal y, bien utilizado, puede ayudarnos a construir un mensaje o un sentimiento sin necesidad de nada más. Por ello, resulta de gran utilidad conocer el significado de los colores de manera que podamos usarlos y crear combinaciones exitosas en cada momento y provocar el impacto deseado en los demás.
¿Qué tal si le damos un sentido al mensaje que trasmitimos a través de nuestras elecciones de armario? Es importante elegir la ropa en función la ocasión. No es lo mismo vestirse para una entrevista de trabajo, que para una primera cita romántica o para un evento social. Seguro que en estos casos os gustaría saber cómo los colores nos pueden ayudar o perjudicar, ¿verdad?
¿Qué transmite el color azul?
Empezaremos con el color azul, ya que es el color que cuenta con más adeptos. El azul reúne todas las buenas cualidades y los buenos sentimientos, sin que se le hayan asociado aspectos con connotaciones negativas.
Para Goethe, el azul es el que está más cerca de la luz. Se trata de un color primario, es decir, que no es producto de una mezcla de otros colores, y por ello denota pureza. Es una tonalidad que puede tener un efecto relajante, con afinidad al cielo y al agua, que puede traer a la mente imágenes como el flotar o la ingravidez.
En la obra Teoría del color, Goethe apunta que el color azul nos atrae, proyectando a su vez un cierto sentimiento de melancolía. Esto sucede porque esta tonalidad está en contacto con la oscuridad. A pesar de ello, transmite sensación de poder y nos estimula a la vez. Es, quizás, el color más atractivo porque imprime curiosas contradicciones: energía y calma, tristeza y armonía.
Igualmente, se vincula al cuidado de los demás y a la confianza y credibilidad. Además, es el color de la simpatía, de la armonía y fidelidad.
Es importante tener en cuenta que el tono y la intensidad del azul pueden afectar fuertemente al mensaje que se pretenden dar. Aproximadamente existen 110 tonalidades de azul.
Entre los tonos más representativos del color azul están el cielo, el marino o el Klein. El azul cielo o claro se asocia a los estados de quietud, protección, generosidad y tranquilidad. Es un color que favorece los estados de relajación y concentración ideales para el estudio o la meditación.
El azul marino simboliza fidelidad, compromiso y orden de lo sagrado. Antiguamente era un color representativo de divinidades y vírgenes por lo que también se asocia con lo infinito y lo eterno. Actualmente es el más utilizado para evocar poder. Fíjate en los uniformes de los cuerpos de seguridad o policiales, o la elección de vestimenta de políticos y de ejecutivos.
Por otra parte, el azul Klein aporta elegancia, seguridad y sofisticación. En moda, el uso de este color en determinadas prendas transmite equilibrio y confianza, comunicación, seriedad y calma. Es ideal para personas nerviosas ya que aporta tranquilidad. Este tono es el color de la comunicación por excelencia. Representa autoridad, estructura, comunicación, lealtad y confianza.
Ahora que hemos repasado lo que transmite cada tono de azul:
Úsalo si tienes una entrevista de trabajo o una presentación. No lo dudes, el azul es el ideal ya que trasmite seriedad y confianza. Comunica que sabes de lo que estás hablando, sabes lo que estás haciendo y eres eficiente.
Recuerda que si lo usas en exceso puede llegar a redundar en algo muy burocrático y conservador. Evítalo en ambientes donde prime la creatividad.
Ahora toca revisar tu armario. Quizá ni siquiera lo hayas notado, pero es muy probable que tengas más de una prenda de color azul en sus diversas tonalidades. Así que vestirlo puede decir mucho sobre tu personalidad. ¿Cómo te gusta utilizar el azul en tu día a día?