El test de Max Lüscher permite saber cómo es una persona en función de cómo coloque unos colores. Así que, antes de empezar a leer, haga una prueba. En una hoja coloque por orden (el que usted decida) los siguientes colores: azul, verde, rojo, amarillo, violeta, marrón, negro y gris. Ahora, empiece a leer. Vamos, primero, con el origen de este particular test para conocer la personalidad. Al igual que las manchas de tinta de Rorschach, la del Eneagrama con sus nueve eneatipos o la de la Casa-Árbol-Persona.
En esta percepción personal a la hora de colocar colores se basa el test de los colores ideado por el psicoterapeuta suizo Max Lüscher en 1947. Por eso es una de las herramientas utilizadas para conocer a un candidato en los procesos de selección de personal. También se emplea para realizar diagnósticos y en el ámbito del marketing y la publicidad.
Como suele suceder con este tipo de pruebas psicológicas, la de Lüscher también conviene realizarla en combinación con otras herramientas de evaluación. ¿Cuáles? Enrique de la Torre, psicólogo y psicoterapeuta director académico de ISFAP, la acompañaría de otras técnicas más consistentes que revelan la personalidad, como TAT, MMPI y Rorschach.
Aunque esto también dependerá del puesto al que se opte de la empresa, de si se trabajará en equipo o de si el sujeto tomará decisiones, entre otros factores.
“El test de Lüscher permite medir o evaluar el estado emocional y psicosomático del sujeto. Y existen dos modalidades, una corta, que es la más utilizada habitualmente, y otra mucho más larga bastante más complicada de evaluar”, explica el psicólogo.
En el procedimiento abreviado se le muestran al sujeto ocho tarjetas de colores para que las ordene en función de sus preferencias, pero intentando no asociarlos con cosas como la ropa, el coche o muebles. Para colocarlas la persona debe “dejarse llevar por la impresión que le causa el color”.
Percepción objetiva
Para Lüscher la percepción sensorial del color es objetiva y común para todas las personas, pero las preferencias de color son subjetivas. Su test se basa en dos premisas: que los colores provocan la misma reacción psicológica en todas las personas y que luego cada individuo adopta una actitud subjetiva basada en sus preferencias o rechazo personales.
El psicólogo suizo divide los ocho colores del test en básicos (azul, amarillo, rojo, verde) y complementarios (violeta, marrón, gris y negro). El sujeto debe realizar el test dos veces seguidas.
"La primera tarjeta se coloca en la parte izquierda en una hoja y se le da la vuelta para que el sujeto no vuelva a ver ese tono y cese la influencia. Y la siguiente se sitúa a la derecha de la primera que ha elegido y también se voltea. Y así hasta ordenador todos los colores”.
De esta manera, se forman dos columnas, una a la izquierda y otra a la derecha, cada una con cuatro colores, y otras tantas filas con los otros cuatro tonos.
Si vas a autoevaluarte con el test de Lüscher, no sigas leyendo. Ordena las tarjetas según te parezcan más o menos agradables y luego vuelve al artículo para enterarte de cómo se interpreta, según las indicaciones de Enrique de la Torre.
Antes de entrar en la explicación de lo que indica el orden de cada color, debes saber que lo que cuentan son las elecciones por arriba y por abajo: “Los primeros cuatro colores elegidos, los preferentes, son importantes. En general, los dos siguientes, el 5 y el 6, son anodinos. Y los últimos, el 7 y el 8, que indican un rechazo, también son relevantes”, apunta de la Torre.
Para Lüscher situar los colores básicos en las primeras posiciones (no importa el orden de cada uno) indica un estado psicológico y emocional equilibrado. Elegir los complementarios como favoritos lo relaciona con experiencias de estrés o con actitud personal negativa.
AZUL
-Primer lugar: indica tranquilidad emocional, armonía y una necesidad fisiológica de descanso.
-Últimas posiciones: puede representar cierto grado de intranquilidad mental, desasosiego y deseo de romper ataduras con otras personas o con cosas.
-Otros puestos: representa, en general, satisfacción, serenidad y sentido de pertenencia a algo a alguien.
VERDE
-Primer lugar: simboliza el deseo de autoafirmación e indica que el sujeto quiere aumentar el reconocimiento que espera de los demás.
-Últimas posiciones: se interpreta como que la persona siente disminuida su imagen, es decir, no se siente reconocida.
-Otros puestos: de forma general representa la autoafirmación y la defensividad del yo.
ROJO
-Primer lugar: simboliza el deseo de actividad e indica que las actividades que desempeña o busca le proporcionan experiencias y plenitud.
-Últimas posiciones: puede encontrarse en un estado de sobreestimulación y además de irritabilidad.
-Otros puestos: en general transmite fuerza vital y un impulso a conseguir éxitos.
AMARILLO
-Primer lugar: simboliza el temperamento optimista y muestra ansia de liberación y esperanza de mayor felicidad.
-Últimas posiciones: significa aislamiento y vacío, y puede llegar a extremos de estar desanimado o desconfía de los demás.
-Otros puestos: representa alegría, proyección y búsqueda de nuevos horizontes.
VIOLETA
-Primer lugar: quiere fascinar a los demás, en un sujeto sensible y también significa una identificación íntima y erótica (es decir, que tiene una tendencia al erotismo).
-Últimas posiciones: inmadurez o inestabilidad.
-Otros puestos: indica que hay sensibilidad, transformación, erotismo e infantilismo.
MARRÓN
-Primer lugar: simboliza el deseo de satisfacer las necesidades corporales. Se relaciona con la sensibilidad física y podría indicar la necesidad de un descanso físico.
-Últimas posiciones: indica que se obvia esta sensibilidad, que rechaza las necesidades corporales, que no claudica ante lo que el cuerpo le pide. Esto es, una persona férrea ante las demandas del cuerpo. Por ejemplo, alguien que está agotado porque está trabajando mucho y continúa con la labor pese a que el cuerpo le pide descansar.
-Otros puestos: indica creciente necesidad de bienestar físico. Puede relacionarse con trastornos psicosomáticos o algún malestar concreto que afecta al bienestar físico.
NEGRO
-Lüscher no diferencia entre el primer lugar y los tres siguientes: indica negación y protesta.
-Últimas posiciones: representa un deseo de no abandonar nada y de tener el control de las propias acciones y decisiones.
-Otros puestos: representa renuncia, abandono y angustia.
GRIS
-Primer lugar: puede indicar imparcialidad, aislamiento e indiferencia. El sujeto se encierra en sí mismo para protegerse de influencias o estímulos externos.
-Últimas posiciones: indica prudencia e impostura.
-Otros puestos: puede indicar autoengaño.
Cuando los colores ya se han ordenado dos veces, “lo normal es que en las dos se vuelva a repetir el mismo orden en su mayoría. Por el contrario, si hay mucha variación entre ambas, entonces lo que indica es que el sujeto está en una situación de ansiedad o estrés importante.
Por ejemplo, si en la primera vuelta se pone el azul en la primera posición y en la segunda el gris o el negro, denota que está muy desubicado. Y si en la primera vuelta, coloca el azul el primero y en la segunda el verde primero y el azul el segundo o tercero, entonces no pasa nada, quiere decir que hay una consistencia en lo que hace el sujeto”.
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