Tacos para tacones: el detalle imprescindible para las invitadas a fiestas en lugares con césped
Presentamos algunos trucos para esos momentos en los que es difícil mantener la compostura y la elegancia simultáneamente mientras llevamos tacones.
13 febrero, 2022 12:33Noticias relacionadas
Todas conocemos esa sensación de acudir a una fiesta y que los tacones se hundan en el césped o entre la gravilla. No solamente es incómodo, sino que puede estropear los zapatos favoritos que ha elegido para esta ocasión tan señalada. Es más, es posible que sean nuevos y la mera posibilidad de que el material se deteriore por la irregularidad del suelo ya es un riesgo innecesario.
Hace ya tiempo que en eventos de cierto nivel en los que la organización es detallista, se ofrece a las invitadas unos tacos protectores para sus tacones, de distinto grosor para una mejor adaptación, desde los más anchos y cuadrados, hasta los tacones de aguja.
Se trata de fundas ajustables de silicona o un material de apariencia similar a la del plástico, como puede ser PVC, con una base más amplia que la del tacón que evita que se clave protegiendo la parte final de ese apoyo del zapato, oscilando entre una altura de 1 a 2 centímetros.
Su precio es asequible y se suelen vender por lotes que hace que la pareja tenga un precio muy inferior a 1 euro. Además, ocupan tan poco que, en el caso de que los anfitriones no lo ofrezcan, cabe perfectamente en un pequeño clutch de fiesta, en cualquier tipo de bolso o en un bolsillo.
Ahora bien, para todas nuestras lectoras que estén organizando un evento con jardín, una pequeña bolsita de tela con un par de protectores es un gesto muy agradecido por las invitadas que acuden en tacones. Es un detalle que no tiene casi relevancia económica cuando se está organizando una fiesta para un grupo y es considerado como una cortesía para el disfrute del cocktail y más aún, por supuesto, si está prevista la posibilidad de bailar.
Los pequeños detalles no hacen temblar el presupuesto, ni siquiera hacen que se tambalee cuando se trata de organizar una fiesta. Muy al contrario, sí que mejoran los recuerdos y la sensación de las personas que han acudido, ya que los anfitriones han pensado en todo momento en el bienestar y la felicidad de sus invitados. Y si es así, ¡que siga la fiesta!