Mujeres espías: de la leyenda de Mata Hari a ocupar la mitad de la plantilla del CNI
La identidad de algunas mujeres espías ha trascendido, como Mata Hari, pero la mayoría permanecerán ocultas por seguridad.
13 febrero, 2022 17:36Noticias relacionadas
Si escuchamos hablar de un agente secreto, es muy probable que nos venga a la cabeza la imagen de James Bond. Si cambiamos el término por espía probablemente nos imaginamos a un hombre con una gabardina y un sombrero. Si añadimos la palabra mujer, es probable que el hombre con gabardina se convierta en una seductora al más puro estilo Mata Hari.
Las mujeres han estado y están presentes en los servicios secretos encubiertas por muy distintos roles que les han ido permitiendo obtener información de inteligencia. Su presencia ha sido tan importante que a día de hoy los organismos que manejan la información de inteligencia en España están liderados por mujeres. Margarita Robles ocupa, desde 2018, el cargo de ministra de Defensa y Paz Esteban fue nombrada dos años después secretaria de Estado y directora del Centro Nacional de Inteligencia.
Madre del espionaje
Mochizuki Chiyome, conocida como Lady Chiyome, la madre del espionaje, se dedicó a entrenar y preparar mujeres espías en el siglo XVI en Japón. Tras la muerte de su esposo (1561) fundó un orfanato para niñas bajo las órdenes del soberano Taked Shingen.
Mochizuki Chiyome, la madre del espionaje, se dedicó a entrenar y preparar mujeres espías en el siglo XVI en Japón
Allí, las niñas fueron entrenadas para realizar tareas de espionaje. Una vez formadas, las jóvenes se disfrazaban de monjas de Shrine, lo que les permitía pasar inadvertidas e infiltrarse por sorpresa entre sus enemigos.
Muchas mujeres después han pasado a la historia por su papel como espía. Una de ellas fue Nadezhda Plevístka. Era una cantante de Kursk (Rusia), que tras ser descubierta por un cantante de ópera llegó a San Petersburgo, donde el zar Nicolas II le apodó como ‘el ruiseñor de Kursk’.
En los años treinta se mudó a París y allí fue reclutada por el Director Político Unificado del Estado Soviético (OGPU). Mientras daba conciertos por Europa, recopilaba junto a su esposo información de los emigrantes rusos en el extranjero. Pero en el 37, la Unión Militar Rusa descubrió a la pareja. Plevístkaia fue condenada a 20 años de prisión, donde moriría en 1940.
La leyenda de la Mata Hari
Margaretha Geertruida Zelle, bailarina, actriz y espía, más conocida como Mata Hari, es probablemente la espía más famosa de la historia. Según la versión más difundida, era una espía alemana que no se sabe cuándo ni cómo fue reclutada en Berlín.
Recopiló información de inteligencia para Alemania bajo el nombre en clave de H-21. En 1916, los sistemas de contrainteligencia franceses la capturaron y convencieron para que realizara una misión para Francia en España. Algunas informaciones señalan que Mata Hari seguía trabajando para Alemania y por ello fue sentenciada a morir fusilada.
Algunos investigadores defienden que Mata Hari nunca fue una espía importante, sino que simplemente fue un chivo expiatorio provocado por los fracasos militares franceses. Francia necesitaba un culpable. Otros, incluso piensan que era un personaje que molestaba tanto a alemanes como a británicos y decidieron eliminarla. Otros creen que realmente no transmitió nada trascendente y que su muerte fue un simple acto ejemplarizante para levantar la moral del pueblo. En cualquier caso, nadie puede asegurar quién fue realmente Mata Hari.
Espías españolas
Los anteriores nombres son solo algunos ejemplos de diferentes mujeres que han tenido un papel fundamental en la historia de los servicios secretos, que es prácticamente tan antigua como la propia historia, pues siempre ha existido la necesidad de contar con información para entender la realidad y vencer al enemigo.
En España, existen antecedentes históricos del uso de la inteligencia, entre los que destacan los vinculados a acontecimientos como la guerra de la Independencia, las guerras carlistas o las campañas de Marruecos.
Entraron antes al CNI que a las Fuerzas Armadas
Sin embargo, la presencia de las mujeres en los servicios secretos ofiales es mucho más reciente. Fue el general Emilio Alonso Manglano el que abrió las puertas del CESID (en 2002 pasó a denominarse CNI) a las mujeres desde 1983. Poca gente se da cuenta de que las mujeres entraron antes al CNI que a las Fuerzas Armadas. En cualquier caso, no se puede descartar el papel de espía de las mujeres españolas durante conflictos tan relevantes para el país como la Guerra Civil (1936-1939).
¿Cómo son las espías?
Probablemente sea de las pocas preguntas que se deben quedar sin respuesta. De lo contrario, tendríamos un importante problema de seguridad nacional.
Sin embargo, la escritora Pilar Cernuda nos da algunas pistas en su libro No sabes nada de mí. En una entrevista publicada por 20 minutos desvela que aproximadamente el 50% del CNI está formado por mujeres, que actúan (igual que los hombres) con una discreción absoluta.
Explica que son mujeres que dominan el arte del disfraz, la mentira y el juego psicológico. Además, son personas con una capacidad asombrosa para manejar las tecnologías y han superado pruebas de formación que muchos no son capaces. Y que frente al mito de seductora, hay mujeres de todos los tipos.
Espías en las Fuerzas Armadas
Apenas hay información sobre la composición del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS), organismo encargado de facilitar a la titular de Defensa, la inteligencia precisa para alertar sobre situaciones internacionales susceptibles de generar crisis que afecten a la defensa nacional.
Desde el Ministerio de Defensa cuentan a MagasIN que actualmente hay un 15% de mujeres en los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas españolas. De hecho, la proporción es mayor a la relación de mujeres y hombres dentro del ejército español, que no supera el 13%.
"Sus cualidades naturales las hacen muy aptas para tareas de análisis y su presencia en las misiones es un plus operacional en la protección de mujeres y niños, en inteligencia o en asistencia sanitaria".
Las mujeres que trabajan para la inteligencia de las Fuerzas Armadas entran siguiendo los mismos criterios que los hombres y desde el Ministerio aseguran que no tienen más difícil entrar que los hombres, "la dificultad es la misma".