El pasado 2022 marcó la celebración de los 60 años de la primera colección Yves Saint Laurent, bajo su propio nombre. Fue asimismo el quinto cumpleaños del Museo dedicado a su trabajo.
Para celebrar este aniversario "dorado", se ideó la primera retrospectiva sobre el uso del oro en el trabajo del diseñador: "GOLD, Les ors d’Yves Saint Laurent" ("GOLD, Los oros de Yves Saint Laurent").
La exposición, preparada por Elsa Janssen, directora del Museo Yves Saint Laurent París, Alice Coulon-Saillard, encargada de las colecciones fotográficas, audiovisuales y de archivo de prensa, Domitille Eble, la encargada de colecciones de artes gráficas, Judith Lamas, encargada de las colecciones textiles y accesorios, Sylvie Marot, encargada de misión de conversación, Anna Klossowski y Valérie Weill, del comité artístico y Jasmin Oeszcebi, encargada de escenografía, explora los matices del dorado a través de unos cuarenta diseños de Alta Costura y prêt-à-porter.
Repasamos las claves de esta exposición y la trayectoria del diseñador, considerado como un genio de la moda.
Yves Saint Laurent: los orígenes
Para entender la importancia del uso de este color en el trabajo del diseñador, cabe entender su propia historia. La pasión por la moda de Yves Saint Laurent se remonta a su infancia.
Yves Mathieu-Saint-Laurent nació el 1 de agosto de 1936 en Orán, Argelia. Con un gran talento para el dibujo, mostró desde muy temprana edad una vocación por el diseño y la moda. "Mi madre se pasaba casi todo el tiempo vistiéndose, yo quedaba fascinado con los vestidos que se ponía cada noche" confesó el diseñador en el documental Tout terriblement, realizado por Jérôme de Missolz, en 1994.
De adolescente, Yves Saint Laurent integró un colegio católico, de disciplina estricta, en el que le resultó más difícil desarrollar todo su trabajo. Aún así, el que sería diseñador, nunca apartó su pasión.
Una representación teatral supuso una auténtica revelación: en mayo de 1950, La escuela de las mujeres, obra de Molière, se presentó en Orán con una puesta en escena de Louis Jouvet, imaginada en el Théâtre de l'Athénée de París, en 1936. El joven Yves quedó fascinado y creó, a raíz de esta experiencia, su propio teatrito, "L'Illustre Théâtre", en el que vestía a sus figuritas de cartón.
También inspirado por Christian Bérard y las ilustraciones de las revistas de moda, Yves Saint Laurent empezó a dibujar decorados y vestuarios de teatro y ballet, además de probar con la ilustración de libros.
Llevado por su pasión por la moda, creó un vestuario completo para sus "muñecas de papel". Para dos de sus primeras colecciones, de 1953-1954 y de 1954-1955, el diseñador ideó once muñecas, más de 500 prendas y complementos así como dos programas muy detallados. Estas representaciones de papel encarnaban algunas figuras muy populares de la época.
En 1953, con tan solo 17 años, Yves Saint Laurent participó en el concurso anual del Secretariado Internacional de la Lana organizado en París, en el que se hizo con el tercer premio en la categoría de vestido. La carrera del diseñador acabó de despegar gracias a su encuentro con Michel de Brunhoff, redactor jefe de la revista Vogue. Su relación se afianzó cuando Yves Saint Laurent se mudó a París en 1954.
El editor, fascinado por el parecido del diseñador con Christian Dior, se convirtió en su intermediario con el ya asentado couturier. Yves Sant Laurent fue contratado de inmediato por la casa.
En 1961, Saint Laurent creó su propia casa de costura. El 29 de enero del año siguiente, presentó su primera colección. Según la revista Life: "sus trajes le permiten ser considerado como el mejor costurero desde Chanel". Inspirado por sus viajes y culturas, presentó colecciones inspiradas en China, Marruecos o la India, entre otros.
A lo largo de su trayectoria y además de sus colecciones, Yves Saint Laurent elaboró vestuarios de teatro y cine: en 1959, se encargó del decorado y del vestuario del ballet de Cyrano de Bergerac, en colaboración con Roland Petit. Vistió también a la actriz Catherine Deneuve en la película de Luis Buñuel, Belle de jour, en 1967 y a Anny Duperey, en la película de Alain Resnais, Stavisky, en 1974.
En 1964, Saint Laurent amplió su obra, lanzando su primer perfume "Y", Dos años más tarde, firmó otra revolución: la creación de Saint Lauren Rive Gauche, que pretendía hacer llegar sus diseños a un público más amplio. Aquel año, abrió su primera boutique en la capital francesa.
En 1974, el diseñador se instaló en el número 5 de la avenida Marceau donde se encuentra actualmente el museo. En 1983, se presentó en Nueva York la exposición "Yves Saint Laurent: 25 Years of Design" ("Yves Saint Laurent: 25 años de diseño"), la primera dedicada a un couturier vivo.
La maison cerró sus puertas en 2002. El mismo año, se creó la fundación Pierre Bergé - Yves Saint Laurent, que se inauguró en 2004 con la exposición "Yves Saint Laurent, dialogue avec l'art" ("Yves Saint Laurent, diálogo con el arte").
El oro, como fuente de inspiración
Como lo recordamos con la exposición, Yves Saint Laurent popularizó, a lo largo de su carrera, algunos diseños se convirtieron en iconos. Entre ellos, cabe destacar el caban y la gabardina (1962), el vestido Mondrian (1965), el esmoquin (1966), el traje de pantalón (1967), el jumpsuit (1967) y la sahariana (1968), entre otros. Su obra fue ampliamente marcada por el dorado.
Asociado al prestigio, a la riqueza o al poder, el oro se convirtió, en manos del diseñador, en una fortaleza en sí. Lucido en creaciones contemporáneas para las mujeres, las vistió y sigue vistiendo de influencia, soberanía y confianza. El color, también asociado a la divinidad, refleja esta idea de poder y de afirmación personal. Un concepto que precisamente se esmeró en plasmar a lo largo de su carrera el diseñador.
De los primeros botones de sus cabans a sus vestidos integralmente dorado pasando por las joyas... el material, y su color natural, calaron de forma natural en su trabajo. ¿Por qué siempre fascinó al diseñador? Los atardeceres de su ciudad natal, de sus objetos personales coleccionados con su pareja, Pierre Bergé, o los accesorios de Loulou de la Falaise fueron solo algunas de sus inspiraciones.
Saint Laurent asoció el dorado con el riguroso y minimalista negro, jugando con los tejidos y los cortes. Algunos de sus diseños remitieron al universo barroco europeo, suntuoso y exuberante, en consonancia con el deseo artístico del diseñador.
El oro, también majestuoso y cálido, plasma asimismo una idea de vitalidad. La mujer Saint Laurent lució y luce el dorado, convirtiéndose en un símbolo de fuerza y elegancia casi divina.
El oro en los diseños de Yves Saint Laurent
Como también destacan los expertos a cargo de la retrospectiva, el oro ya apareció en el primer desfile de Alta Costura Primavera/Verano 1962 del diseñador en un caban de lana azul, inspirado en la indumentaria marina, con botones dorados que remitían al juego de cuerdas de los barcos.
Los botones se convirtieron entonces en una constante en el trabajo de Saint Laurent. Lisos, con detalles de brillantes, de varias formas... iluminaron los diseños más sencillos, de forma sutil y elegante. En un encuentro televisivo, en 1968, el diseñador llegó a declarar: "Brillan, dan alegría y son útiles, es una gran razón de ser y permiten no llevar joyas de día. No me gustan demasiado las joyas de día".
La colección Alta Costura Otoño/Invierno 1966 supuso el primer gran despliegue del dorado. Saint Laurent ideó conjuntos de cóctel y vestidos joya. En 1967, Yves Saint Laurent clausuró su desfile Alta Costura Otoño/Invierno con un vestido de novia con un velo bordado de oro. Lo completó con una joya para el pelo, en hilo de metal dorado, con cadenas de pasamanería y perlas nacaradas. Este tocado trenzado se presentó como un guiño a la "mujer ideal" pintada por Botticelli o Titien cuyo rubio parecía oro.
En esta década, también conocida como los Swinging Sixties, el couturier empezó a optar por desvelar más pierna que escote: asociaba sus vestidos cortos con medias llamativas, de lúrex dorado. Todo apuntaba a una mayor liberación del cuerpo.
A finales de los 60 y principios de los 70, Yves Saint Laurent se convirtió en el artífice de una ola de fiesta y celebración. Con la emergencia de bares y restaurantes de tendencia, que reunía a las grandes celebridades de la época como el Sept, ideó vestidos en consonancia con este espíritu: vistosos y glamurosos, destinados a embellecer de forma natural a la mujer. El dorado se presentó como una evidencia.
Con sus dos "chaquetas poema", Yves Saint Laurent rindió asimismo homenaje a una de las diseñadoras más míticas de la historia de la moda, Elsa Schiaparelli. Su pasión por las artes, el humor y la fantasía unía a los dos artistas.
En 1938, la costurera vistió su capa Phoebus, de la colección "Cosmique", de rayos bordados de oro. 40 años más tarde, Saint Laurent hizo constar la palabra "Soleil" sobre el abrigo homenaje a Jean Cocteau. La palabra volvió, en la parte trasera de la chaqueta de Louis Aragon.
El diseñador también vistió de oro otro diseño mítico, el cárdigan, inspirado en la chaqueta de tweed ideada por Coco Chanel. Este imprescindible del armario femenino se convirtió en una auténtica reivindicación de libertad. Cómodo y elegante a la vez, Saint Laurent reforzó la idea con su modelo, parte de la colección de Alta Costura Otoño/Invierno 1973.
Las joyas de Saint Laurent también se vistieron de oro a lo largo de los años. A partir de 1972, el diseñador colaboró con Loulou de la Falaise, quien permaneció hasta el cierre de la maison.
El oro no se podría concebir sin la intervención de artesanos. Yves Saint Laurent contó con el apoyo de Pierre Mesrine, Vermont y por supuesto de la maison Lesage, entre otros. De hecho, François Lesage era uno de los pocos autorizados a penetrar en el estudio del diseñador antes de la presentación de la colección.
En noviembre de 1984, tuvo lugar el estreno del espectáculo de music hall "Hollywood Paradise" en el Théâtre de Marseille. Zizi Jeanmaire actuó junto a Luigi Bonino en una puesta en escena de Roland Petit. El diseño de vestuario estuvo a cargo de Christine Laurent e Yves Saint Laurent. El modisto imaginó diferentes modelos bordados para Zizi, afianzando también su relación con el mundo del espectáculo.
La pasión de Yves Saint Laurent por el oro quizá se resuma en esta frase: "Algún día aparecerá mi nombre en letra de oro en los Champs-Elysées". Y así lo hizo. La exposición "GOLD, Les ors d’Yves Saint Laurent" puede verse hasta el 14 de mayo de 2023 en el Museo Yves Saint Laurent de París (5 avenue Marceau, 75116).