Fue el favorito de Franca Sozzani, y lo sigue siendo de Anna Wintour. Ha dominado la industria de la moda italiana y sus influencias en la mundial están más que documentadas. Le atribuimos las portadas más emblemáticas de los noventa. Y sí, resulta que todos quieren a Steven Meisel, un fotógrafo —que fue mucho más que eso— al que incluso Zara ha rendido homenaje aprovechando que se cumplen 30 años desde su momento de oro. ¿Quién es y por qué de pronto resuena tanto su nombre?
Un fotógrafo visionario
Steven Meisel (Nueva York, 1954) es uno de los iconos más importantes del universo de la moda. Un artista prolífico e incansable que lideró una revolución silenciosa en la industria, siempre al otro lado del objetivo. Inspirado desde su infancia por la moda y la elegancia seductora de las modelos, el neoyorquino fue alumno de la Escuela Parsons.
No tardó mucho en hacer sus primeros pinitos trabajando para firmas como Halston y Women's Wear Daily, en las que se desempeñó como ilustrador de moda. Aunque su eclosión como artista no comienza oficialmente hasta la publicación de sus primeros editoriales en Vogue, por entonces el estadounidense ya flirteaba con la fotografía, haciendo colaboraciones esporádicas con agencias de modelos.
A finales de la década, cruzó su camino con el de Oscar Reyes, un booker de la agencia Elite que, sorprendido por las ilustraciones de Meisel, le pidió que fotografiara a algunas de las modelos de la agencia para sus porfolios. Meisel accedió, y terminó montando un estudio improvisado en su apartamento de Gramecy Park.
De aquí fue escalando a Seventeen, después a W. Mademoiselle, Self y, finalmente, a Vogue, donde la entonces editora Polly Mellen, como muy acertadamente afirma la modapedia de la revista, "le abrió la puerta del olimpo de la fotografía".
A partir de este momento, los éxitos de Meisel fueron acumulándose en cadena. En el año 1987, descubrió a Linda Evangelista y supo ver en ella el potencial de quien poco tiempo después acabaría despegando como supermodelo. También ocurrió lo mismo con Stella Tennant, Amber Valetta o Shalom Harlow —conocida por su inconfundible forma de desfilar y por haber protagonizado escenas icónicas en el mundo de los desfiles, de la mano de Alexander McQueen, entre otras firmas.
Apostando firmemente por las jóvenes promesas de la generación del heroin chic, a Meisel se le atribuye un mérito que todavía se disputa con otros grandes de la época. El de haber construido el mito de la supermodelo de los años 90. Lo que no puede dudarse es que, pese al trabajo constante, la fuente de su creatividad —que también era la de sus ingresos— nunca se agotaba. En 1993, Meisel ya había fotografiado 52 portadas de Vogue Italia, las últimas 41 de forma consecutiva.
El legado de un genio anónimo
El estilo de Steven Meisel resulta a los expertos tan inconfundible como difícil de clasificar. Con una clara predilección por la fotografía en blanco y negro, los editoriales del neoyorquino cambiaron los cánones de belleza establecidos. El suyo fue un trabajo no exento de controversias, sino todo lo contrario. Meisel acostumbraba a introducir cuestiones políticas en sus producciones, algo por lo que precisamente impulsó una nueva forma de mirar la moda.
Tampoco fue un fotógrafo al uso. En sus sesiones disfrutaba ejerciendo como "maquillador, estilista y peluquero", aseguran desde la revista AD. Meisel inspiró a las firmas y fue una influencia fundamental para que estas evolucionaran hacia editoriales más arriesgados, también cuando fotografiaba a hombres, rompiendo con la imagen tradicional del modelo macho alfa.
Durante su carrera, Meisel se codeó con grandes estrellas. Fue amigo de Madonna, y la retrató para la portada de Like a Virgin. Linda Evangelista fue mucho más que eso: fue su musa, a la que hizo más retratos que a cualquier otra modelo. También fotografió a Twiggy, en 1993, cuando él se encontraba en pleno momento de oro y ella ya había dicho adiós a los focos.
Él, en realidad, nunca se puso frente a ellos. Steven Meisel solo dio una entrevista en toda su carrera. En cuanto a las firmas, el sello Meisel se ha asociado a lo largo de su carrera a grandes maisons como Versace, Prada, Dolce & Gabanna, Valentino, Calvin Klein o Yves Saint Laurent. Ahora, el creativo también incluye a Zara dentro de sus logros.
Su conexión con Zara
Tal como ya adelantamos en Magas hace unos días, Zara y Steven Meisel han anunciado el lanzamiento de una colección diseñada por el icónico fotógrafo. Con esta colaboración, el imperio —que ahora tiene a Marta Ortega al frente— consolida su misión por destacar las contribuciones que la fotografía aportó al desarrollo de la industria de la moda.
No es la primera vez que la presidenta de Inditex se propone reivindicar estos trabajos. De hecho, también lo hace con las exposiciones que, cada cierto tiempo, organiza su fundación —la fundación MOP— desde su sede en A Coruña. Allí, la ciudad ha albergado muestras de Peter Lindbergh y de Helmut Newton —la más reciente, que podrá visitarse del 18 de noviembre al próximo 1 de mayo de 2024.
También organizó una retrospectiva de Steven Meisel, aunque con cierta reticencia por parte de este. "¡Todavía no me he muerto!", expresó al respecto, según cuenta su representante Jim Moffat en declaraciones a la revista AD.
Ahora, en 2023, la primogénita de Amancio Ortega celebra que se cumplen treinta años desde el año de oro en la carrera de Meisel. Lo hace a través de la colección Zara x Steven Meisel New York, donde la relación entre el fotógrafo neoyorquino y Zara se consolida presentando una línea cápsula de prendas y accesorios inspirados en el estilo de su creador, una leyenda de la moda que ha marcado un antes y un después en la industria a golpe de flash.
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