LOEWE, firma española ya asentada en el mundo por sus diseños vanguardistas y coloridos, presentó su colección femenina primavera/verano 2024, en un enorme cubo blanco en el centro del patio del Château de Vincennes. Un viernes lluvioso no impidió que un gran número de estrellas pisaran los adoquines del patio del castillo para asistir a uno de los desfiles de moda más esperados del calendario de la Semana de la Moda de París.
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Es en este prestigioso lugar, Jonathan Anderson, director artístico de LOWE desde 2013, nos invitó a sumergirnos en su nueva colección a la vez seria, formal e inusual.
Durante 20 minutos, las modelos desfilaron, en el inmenso y pulcro espacio, con diseños formales y versátiles, acompañadas de una música que cambiaba de melodiosa a rítmica, y de dinámica a relajante.
Descubrimos looks sobrios formados por conjuntos de trajes, americanas y camisas, diseñados para inspirar a las mujeres en sus rutinas diarias y vestirlas con un toque chic. Cada modelo llevaba el pelo recogido en una coleta baja, afianzando esta búsqueda de comodidad. Los colores se movieron entre las paletas del blanco, del beige y del marrón, con suaves tonos verdes y azules.
Una colección pensada para la primavera y el verano, que sin embargo se podría adaptar a cualquier temporada del año y que demuestra que se puede llevar un conjunto reconfortante siempre con estilo.
Entre esta proposición, vimos chaquetas largas de lana, jerséis gruesos de colores y vestidos en tonos pastel. Pocos tacones están incluidos en la nueva colección: asistimos a un boom de zapatos planos y sandalias abiertas, con un énfasis en la comodidad y la practicidad.
A este ambiente, Anderson le añadió un toque de energía con un top brillante y floral en 3D. Los accesorios sorprendieron, añadiendo color y dinamismo y permaneciendo fieles al espíritu de la casa. En las últimas temporadas, nos sorprendieron diseños tan llamativos como los salones con tacón de rosa o los Comic en gomaespuma lacada.
Los pendientes son brillantes y coloridos cobran un gran protagonismo, añadiendo un plus al conjunto original. Los anillos son imponentes, y los motivos de las esculturas de la sala se vuelven a encontrar en las pulseras, creando una homogeneidad estética. Vimos también bolsos con estampado de cocodrilo, un vestido deshilachado, pantalones de pana o vestidos confeccionados con entrecruzamientos y pliegues de tela.
Con esta propuesta, Anderson vuelve a jugar con los tejidos y los materiales, proponiendo ilusiones ópticas y diseños vanguardistas, sin renunciar a los básicos.
Este desfile firmó, asimismo, el refuerzo de la colaboración de la firma con la artista Lynda Benglis. Aparecieron nada menos que seis esculturas monumentales de bronce en la pasarela del desfile.
"Las obras están ampliadas y fundidas a partir de una serie de esculturas de arcilla llamadas Collar de Elefante, cada una hecha retorciendo longitudes extruidas de arcilla blanda en formas dinámicas. Una variedad de superficies, desde bronce pulido hasta una pátina negra mate, reflejan la luz de maneras dramáticamente diferentes, creando un paisaje cambiante de efectos visuales", explica la firma.