A dos pasos de la Puerta del Sol, a medio camino entre Gran Vía y el Barrio de las Letras, se ha aupado un templo del lujo que ha conquistado tanto a madrileños de pura cepa como a turistas: Galería Canalejas.
Tras años de intensas reformas del conjunto arquitectónico formado por siete edificios históricos, construidos entre 1887 y 1976, ha salido a la luz este espacio comercial y gastronómico único, vanguardista e inédito en España hasta el momento.
Las riendas de su dirección están en manos de la experta Karine Titli. Tras más de 27 años en puestos de relevancia en CHANEL, como sales manager y directora de marketing, entre otros, y UNOde50, la directora de la Galería tiene una visión global y experto del sector: "Tuve la gran suerte de dedicar toda mi trayectoria al sector del lujo, un sector que me apasiona y, además, de la mano de una de las más emblemáticas marcas de lujo que es CHANEL, durante más de 25 años. Así que ha sido para mí una experiencia extraordinaria.
Además, tuve la gran suerte de tener una trayectoria muy internacional, con un background multicultural. Creo que también ayuda mucho a crecer, ha sido una gran inspiración para mí. Siempre he pasado mucho tiempo en Latinoamérica, he viajado por todos los países, excepto Bolivia, y eso me ayuda mucho también hoy, porque en Galería Canalejas cada vez más tenemos muchos clientes de Latinoamérica. Creo que esta experiencia personal me ha dado muchas fortalezas y mucha sensibilidad en el sector del lujo, que es muy particular".
Su objetivo es claro: "Mi objetivo es consolidar esta figura de icono de shopping de lujo y de gastronomía, dar a conocer más Galería Canalejas, tanto con el público local como con el público internacional y posicionarla como el icono del lujo en Madrid. Estamos trabajando muchísimo con el origen, en países asiáticos, de Medio Oriente. Así que todo eso es un gran trabajo.
Mi idea también es mejorar la experiencia cliente, de manera que, quien venga a Galería Canalejas no solo tenga oportunidad de comprar y de consumir, sino que tenga una experiencia mucho más global, que pueda admirar el arte y descubrir el savoir faire de un artesano. Que haya también pop ups de marcas emergentes...".
Para ello, destaca su implicación en el día a día: "Consiste en estar muy en contacto con las marcas existentes. La colaboración es clave. También en realizar viajes de prospección para buscar marcas e inspiración... siempre con, como telón de fondo, esta obsesión que tengo por el cliente, sobrepasar sus expectativas y anticipar sus necesidades".
Aún así, confiesa que su trabajo es, ante todo, de equipo: "Dependemos de otros departamentos, más allá de mi propio equipo de Galería Canalejas, así que es un trabajo muy colaborativo, también con las marcas, porque sin las marcas, no somos nadie y las marcas también necesitan mucho de nosotros".
Confiesa que se tomó este nuevo puesto como un reto: "Para mí ha sido un enorme reto. Descubrí Galería Canalejas estando todavía en CHANEL con planos y maquetas, todavía no había mucho que ver. Luego sí que tuve el privilegio de visitar la obra, muchas veces con casco y chaleco amarillo y fue toda una experiencia.
A partir de ahí, me enamoré literalmente de este proyecto, cuando en ese momento era solo una promesa, un sueño, todavía no había nada aterrizado. Tuve esta maravillosa oportunidad de convertirme en directora de Galería Canalejas, ha sido realmente un sueño hecho realidad. Es un orgullo para mí estar aquí, porque veo que llego en un momento muy emocionante de la galería y que hay mucho por hacer todavía".
Un espacio único
Galería Canalejas reúne arte, gastronomía, cultura e historia. El espacio, que abrió sus puertas en 2022, ha firmado el nacimiento de la nueva milla de oro del lujo en Madrid. "Para mí, Galería Canalejas es un concepto totalmente único y revolucionario que no existía en España y, quizá, tampoco en el mundo. Nos podemos comparar a un Harrods o un Samaritaine aunque, al final, tenemos un complejo monumental de edificios históricos, con un valor cultural histórico muy fuerte.
Eran bancos que compraron accionistas en 2012 y aquí empezaron unas obras monumentales para transformar todo ese patrimonio, conservando las fachadas históricas que no se podían tocar.
Este 2023 ha sido espectacular, con hitos increíbles. En abril, abrió la boutique de Dior, su flagship español, de 600 metros cuadrados, la más grande de toda España, con dos plantas. Terminamos el año con un broche de oro con la apertura de Galería Canalejas Café. Este café está situado debajo de la vidriera de inspiración Art Deco que coronaba el patio de operaciones del Banco Zaragozano.
Es un elemento histórico de mucho valor que ha sido restaurado de manera muy minuciosa por expertos artesanos. Ha sido algo complejo porque luego hubo que desmantelarla y trabajar pieza por pieza, inventariar todo y luego volver a unirla y colocarla.
Galería Canalejas Café es realmente un tributo a la ciudad de Madrid. Es como un oasis aquí en medio de la galería. Está inspirado el diseño que ahora no se ve en esos quioscos del siglo XIX, en los parques y jardines de Madrid y, en particular, en el quiosco de la avenida de Pintor Rosales, que hoy ya no existe. Y también a nivel de la carta, hay mucho tributo a Madrid, tanto de pastelería como de coctelería".
La carta fusiona, en efecto, sabores tradicionales con los novedosos formatos de los dulces de autor del reconocido pastelero, Alejandro Montes. Destacan bocados como el Macaron de carbonara, el de Perdiz al PX o el Dúo de anchoa y Anguila.
En el terreno de los dulces, destacan el Bombón Canalejas, una concha de chocolate Guanaja 70% con praliné crujiente de almendra española, o el Petit Four La Violeta, comercio vecino de Galería Canalejas, de chocolate blanco cremoso con crujiente de yogur liofilizado y pétalos de violeta cristalizada, y por supuesto no podía faltar una revisión de los clásicos churros y porras para un desayuno auténticamente madrileño.
En su propuesta, destacan también cócteles como el Blazer, con ginebra rosa, vermut blanco, violeta y bitter floral, pero también el Castizo, con base de brandy, horchata y castaña asada. A la oferta se suma una amplia carta de cafés proporcionados por Supracafé, un café ecológico y de comercio justo cultivado por la Asociación de Mujeres Caficultoras del Cauca en Colombia, producido en su totalidad por mujeres y que se ha convertido en un referente de calidad y sostenibilidad.
En total, Galería Canalejas se reparte en un total de 15.000 metros cuadrados, repartidos en tres plantas con más de 30 boutiques de moda, alta joyería y complementos como Cartier, Dior o Rolex."Contamos con boutiques de las marcas más prestigiosas del mundo y ofrecemos una experiencia holística y global. No es solo moda, es lujo y gastronomía, todo unido".
Y efectivamente, en la planta inferior se ubica el Food Hall, un espacio de 4.000 metros cuadrados con una oferta gastronómica única. Esta singular propuesta combina la presencia de espacios privados de grandes restaurantes insignia, Estrella Michelin, alta repostería y espacios comunes más informales con diferentes especialidades.
"Ofrecemos además servicios para mejorar la expresión de los clientes, como la posibilidad de acceder a salones privados, los servicios de un personal shopper, una estilista de belleza... existe también una concierge VIP que puede ir a buscar un cliente en otro hotel y tener un trato totalmente personalizado. Los clientes del Four Seasons de Madrid tienen además una conexión directa a la galería.
Esta experiencia global holística se encuentra en muy pocos lugares y eso ha permitido que Galería Canalejas, en tan sólo un año, se coloque realmente como un nuevo destino en Madrid y a nivel internacional, como un icono del shopping de lujo de la gastronomía y eleve Madrid al nivel de París, Londres o Milán, atrayendo un turismo de alto impacto que no había tanto en Madrid antes", añade Karine Titli.
¿Hasta dónde podría ampliarse? "Galería Canalejas está ahora en una fase de consolidación. Hemos tenido una primera fase con las boutiques de la planta 0 y la apertura del café, que es el broche de oro de este año 2023, pero es cierto que todavía tenemos locales disponibles y que seguimos ampliando y con nuevas marcas y nuevos conceptos.
Tiene mucho potencial, es un pequeño diamante en bruto y podemos mejorar en numerosos aspectos en la experiencia cliente, ir más allá en la colaboración con marcas españolas, porque siento que tenemos como nombre Galería Canalejas y como apellido Madrid.
Estamos a la entrada del barrio de las Letras, este barrio que tanto protege a los artesanos, los pequeños oficios. Es el compromiso que también tenemos nosotros con el arte, la cultura y con la artesanía, porque para mí la artesanía está íntimamente ligada al lujo. No hay lujo sin artesanía, así que queremos darles visibilidad a todos estos oficios y tenemos proyectos muy bonitos de cara al año que viene para darle esta visibilidad".
Sobre sus proyectos, Karine Titli destaca: "Tenemos una responsabilidad con la moda española y con la artesanía, para nosotros es vital porque es la base del lujo. Así que nos gustaría de cara al año que viene dar visibilidad a la artesanía y a marcas españoles.
Ya tuvimos en el pasado una colaboración muy bonita con Lladró. Les hemos dado extra espacios preferenciales en la galería para exponer su marca y nos gustaría exponer un poco los oficios de los maestros artesanos, el saber hacer de todos esos pequeños oficios que se están perdiendo algunos y que sin el lujo no pueden vivir".
Explica que la artesanía es una vía para recordar la importancia de la calidad y del lujo: "Queremos pasar estos mensajes a nuestro público, hacer que valoren cada vez más el lujo, que entiendan el porqué del valor de una pieza. Todo el trabajo artesanal está muy en la sombra y a lo mejor los no clientes no entienden a veces por qué se exige tal nivel de precio para comprar un artículo.
Queremos educarlo, explicarle el valor que hay detrás de la promoción en un artículo de lujo. Hasta Bernard Arnault ha declarado que la artesanía es una actividad esencial para la imagen y el futuro del país, hablando en este caso de Francia. Pero yo creo que es también válido para España, para el sector del lujo", concluye la experta. De julio a octubre, la Galería acogió la exposición de Nuria Mora, titulada Oceánica.
El sector del lujo
La apertura de este templo del lujo conlleva un inevitable razonamiento: la visión del lujo en España en comparación con el resto del mundo. "Creo que al final hay bastantes similitudes. Quizá Madrid carecía, comparando con otras ciudades de varios destinos de lujo, de varias millas de oro.
En la capital, estaba la clásica milla de oro de Salamanca. Nosotros no tenemos pretensión de trasladarla, pero sí tenemos la pretensión de crear una segunda milla de oro en el corazón de Madrid, en este Madrid monumental que está trayendo hoy mucho público, tanto turista como público local".
¿Es el lujo un sector especialmente exigente? "No sé si será más exigente que otro sector, porque mi trayectoria ha sido de lujo, no he trabajado en otros sitios, pero sí que tiene sus particularidades. Es muy exigente en el sentido que es difícil consolidar una marca. Toma mucho tiempo, pero en nada se puede destruir.
Creo que hay que tener muchísimo cuidado en todas las acciones que se emprenden, hay que pensar mucho a largo plazo, no hay que precipitarse, ni tener una presión de ventas a corto plazo, sino siempre pensar en construir la imagen a largo plazo". De ahí la importancia de tener mucha cautela porque "sabemos el riesgo luego de tener un daño en la marca y las repercusiones, lo arrastras luego durante mucho tiempo".
Su público no es tan definido como parece: "Lo que me gusta mucho de Galería Canalejas es que contamos con un público muy diversificado. Tenemos este que es más visitante, que viene a admirar la majestuosidad de los edificios, testigos y guardianes del pasado, que han vivido la historia de Madrid.
Tenemos luego un público local. Viene a buscar las marcas que no tenía antes y que sólo están en Galería Canalejas. También tenemos un público internacional, en particular norteamericano y mexicano. También tenemos un público muy diversificado, también entre hombres y mujeres, y un público que quiere gastronomía... nos permite tener un conjunto heterogéneo".
El espacio es también el reflejo de un sector en constante cambio: "Es un sector que gusta muchísimo, las últimas evoluciones más radicales han sido la aparición de la tecnología y de la sostenibilidad. Creo que la tecnología ahora está cambiando totalmente las reglas del juego. El lujo no puede evitar las redes sociales, el metaverso, la inteligencia artificial y creo que tiene que utilizar la tecnología de forma positiva.
A lo mejor, al lujo le ha dado miedo en algún momento esta tecnología, estos progresos tan rápidos, pero se pueden aprovechar los avances tecnológicos en muchos sentidos.
En cuanto a la sostenibilidad, creo que también cambió mucho la manera de consumir de los clientes. La pandemia fue un detonador. Cada uno de nosotros, después de la pandemia, hemos cambiado un poco los modelos de consumo y nos vamos a un ritmo de consumo mucho más responsable. Ya se habla de manera muy normal en el sector del lujo de vintage, de segunda mano, de reciclar, de alquilar, porque todo eso cambia mucho en el sector y las marcas tienen que adaptarse".
¿Pero es realmente compatible con la sostenibilidad? "La moda es la segunda industria más contaminante del mundo, después del sector energético. Ante esas imágenes de vertederos junto a la ropa tirada, que ya no sé ni qué hacer con ella, es cierto que el sector entero se tiene que replantear todo y reinventar. Pero también lo tiene que hacer el consumidor, porque, al final, si se produce tanto, es porque hay una demanda muy fuerte, también por la fast fashion, que es el opuesto del lujo.
Ha sido seguramente el efecto positivo de la crisis. Se ha producido un cambio de paradigma y un cambio de movimiento del consumidor que hará que se producirá cada vez menos. Las marcas, en particular para la generación Z, tienen que buscar fórmulas de sostenibilidad, porque la generación Z lo exige. Desean responsabilidad social y corporativa, exigen un respeto del planeta y no van a consumir productos que supongan un peligro para su salud y para el planeta. Así que la industria tiene que tener cuidado en su forma de producir, de reciclar y pensar en el bienestar del cliente y del planeta".
El paradigma del consumo ha cambiado definitivamente: "Para el cliente ahora consumir es vivir una experiencia global, no comprar con un botón desde casa una pieza, sino venir aquí. Consumir lujo hoy en día es vivir la experiencia antes del producto.
Hay una polarización extrema en cuanto a retail, entre digitalización y ultra experiencial. Creo que las tiendas que no ofrecen una experiencia cliente muy potente, a lo mejor, no tienen mucho por venir. Hay una tendencia hacia el digital, pero el punto de venta físico no se va a morir nunca, a condición de que ofrezca lo que estamos ofreciendo aquí en Galería Canalejas, que es experiencia, porque si no, al final el cliente va a comprar con un clic desde la comodidad de su casa.
No tenemos que tenerle miedo al digital, sino utilizarlo de manera astuta e incorporarlo cada vez más al mundo físico. Ya se habla de tiendas físicas con el concepto phygital y creo que aquí la tecnología es clave. No hay que tenerle miedo, puede ser muy útil.
Ya se habla de prendas inteligentes, que no se van a manchar, que se van a limpiar solas o que van a regular la temperatura del cuerpo o de sneakers con el GPS incorporado... al final, la tecnología es para el bien de todos, bien utilizada es buena". Solo queda por ver cómo se seguirá reinventando este espacio considerado por muchos como la nueva cuna del lujo de la capital.