Desde sus inicios en la España de los 30 hasta su consagración en la exigente escena de la moda parisina, Cristóbal Balenciaga (Getaria, 1895 - Jávea, 1972) desafió las convenciones y transformó la alta costura. Su fama se debió a su capacidad para innovar y sus conocimientos en diseño de ropa de alta gama.
Tejiendo un legado de estilo incomparable, la serie homenaje al diseñador, que se estrena el 19 de enero, revela la intricada red de desafíos y triunfos de Balenciaga, ofreciendo una mirada a la genialidad de la moda que marcó una era.
En 1937, el renombrado diseñador Cristóbal Balenciaga se aventuró en la escena de la alta costura de París con su primera colección, dejando atrás una exitosa trayectoria vistiendo a la élite española.
Sin embargo, sus diseños no resonaron en la capital de la moda, donde Chanel, Dior y Givenchy marcaban tendencia. Guiado por una obsesión por el control, Balenciaga persistió definiendo su estilo único; siluetas revolucionarias, enfoque en la comodiad y elegancia. Así se convirtió en uno de los diseñadores más importantes de todos los tiempos.
Balenciaga desafió la adversidad trasladando telas españolas a París para mantener viva su maison, mientras muchas casas de alta costura cerraban. A pesar de ser considerado un rey de la moda parisina, su posición se vio amenazada por la irrupción de Christian Dior.
A lo largo de las décadas, lidió con tensiones internas, filtraciones y la competencia creciente del prêt-à-porter. Aunque alcanzó su máximo nivel estilístico, la obsesión de Balenciaga por el control chocó con la cambiante industria de la moda, llevando a una crisis cuando aceptó diseñar los uniformes para Air France, una propuesta que no terminó siendo satisfactoria.
El visionario en la alta costura mostró una devoción inquebrantable por el arte de la moda, con un enfoque distintivo en líneas limpias y estructuras arquitectónicas.
El perfil de los modelos que desfilaban para Cristóbal Balenciaga reflejaba la visión característica del diseñador español. Conocido por su enfoque arquitectónico y líneas limpias, buscaba modelos que encarnaran la elegancia atemporal y la sofisticación. Sus modelos no solo eran portadores de ropa; eran musas que transmitían la esencia de sus creaciones, destacando la estructura y la artesanía impecable de sus diseños.
Balenciaga mostraba una preferencia por la belleza clásica y la gracia, seleccionando modelos con una presencia serena y una postura impecable. La atención al detalle y la perfección eran elementos clave en sus creaciones, y sus modelos debían complementar esta estética con su presencia en la pasarela.
El 'arquitecto de la moda' fue conocido por su perfeccionismo y su búsqueda de la perfección en todas sus creaciones, considerando que cada cuerpo era distinto y buscando la comodidad y la belleza en el vestir de la mujer. La marca ha sido elogiada por su obsesión por acabar con los prejuicios que rodean la alta costura y por marcar el estilo de una nueva generación a través de su diversidad y su enfoque revolucionario.