El alquiler de prendas ha sido uno de los modelos de negocio vinculados a la ola sostenible que más ha crecido en los últimos años. Según un informe de la consultora GlobalData, este mercado generó 4.900 millones de dólares en 2022 y se prevé que siga creciendo en los próximos años, registrando un alza anual del 19% hasta 2026.
En joyería, el modelo se ha desarrollado más lentamente, y aún existen muy pocas empresas que ofrezcan este servicio. Una de ellas es Con joyas y a lo loco, una start-up que permite al cliente tanto adquirir joyas en alquiler para una ocasión especial, como poner piezas a alquilar para rentabilizarlas.
Su fundadora, Cristina Saracho, distribuye joyas de particulares y de marcas como Bulgari, Cartier, Valentino, Louis Vuitton, Suma Cruz, Mercedes Salazar o Graciela Velo, entre otras.
Desde Magas hablamos con ella sobre su negocio, el mundo de la joyería y la importancia de apostar por una economía circular y sostenible en esta industria.
¿En qué consiste tu negocio Con joyas y a lo loco?
Con joyas y a lo Loco es un club de alquiler de joyas para grandes mujeres que quieren, por un lado, brillar y, por otro lado, rentabilizar su joyero. Es decir, nosotros tenemos dos tipos de clientes. El que alquila para porque tienes un evento, una cita importante o una fiesta. Y el que decide poner sus piezas en alquiler para que otras mujeres brillen y también poder monetizarlas.
Porque al final, ¿cuántas veces nos ponemos una joya? Esa fue la pregunta que me hice yo un día que vino una amiga que buscaba una pieza para una cita fundamental que tenía.
Abrí mi caja de los tesoros, como digo yo a mi joyero, y descubrí que no me acordaba de la mayoría de piezas que tenía, porque al final me las puse en una ocasión y luego las olvidaba.
¿Cómo surgió esta idea?
Yo he tenido muchas vidas profesionales. Mi inicio profesional fue el mundo financiero. Trabajé en BBVA, tuve una experiencia internacional y volví.
Siempre me había gustado el mundo de la moda y el lujo entonces decidí hacer el Máster de Gestión de Empresas de Moda de la Universidad de Navarra, y gracias a eso pude acceder al Grupo Suárez y comencé a trabajar en el mundo de la joyería, primero en la parte más financiera y luego ya en la parte de retail.
Luego estuve trabajando en El Corte Inglés en los espacios orientados al lujo. Y después de la pandemia me planteé muchas cosas. Siempre me había hecho ilusión emprender y nunca me había atrevido y dije 'bueno, pues igual ahora es el momento'. Y así surgió.
¿Y el nombre?
Me encanta la película Con faldas y a lo loco y me encanta Marilyn. Una noche que no podía dormir y estaba dándole vueltas al nombre, se me ocurrió mezclarlo y de ahí salió Con joyas y a lo loco.
¿Cómo ha ido creciendo el negocio?
Empecé pensando cómo podía montar la idea. Lo primero que hice fue abrir una cuenta de Instagram y valorar si era mejor crear una app, una plataforma digital o un espacio físico.
Al final, pues poco a poco fuimos desarrollando una plataforma digital que es lo que tenemos ahora, y desde ahí, como digo yo, pico y pala hemos ido creciendo.
También me formé en marketing digital, ya que no sabía prácticamente nada y me parecía fundamental para el negocio.
¿Por qué crees que es importante alquilar una joya en vez de comprarla nueva?
Nosotros en la plataforma tenemos dos tipos de joyas. Tenemos una parte de alta joyería y luego bisutería vistosa. Cuando hablamos de alta joyería nos referimos a piezas relevantes que cuestan más de 3.000 €, este tipo de joyas al final nos las ponemos en dos ocasiones como mucho, y la mayoría de veces no merece la pena comprarla, es mucho mejor alquilarla, ya que la luces igual, y luego puedes variar.
Al final ya sabes como somos la mayoría de nosotras, que nos encanta ir con unos pendientes diferentes a las bodas o a eventos, o cuando quedas con amigas.
¿Cómo es el tipo de clienta de Con joyas y a lo loco?
Esto es algo que he ido aprendiendo a lo largo de este año. Mi clienta es una mujer mayor de 28 años, que trabaja y tiene algo de poder adquisitivo, que suele tener muchas fiestas, eventos, boda, y quiere variar. También recibo a muchas mujeres entre los 40 y los 50 que suelen tener un joyero más clásico y les apetece innovar y llevar algo más diferente, más vistoso.
Es un tipo de negocio que tiene muy presente la sostenibilidad…
El alquiler de joyas por supuesto que ayuda en temas de sostenibilidad, ya que al final somos parte de una economía circular. Lo que estamos haciendo es reutilizar una pieza para que las mujeres brillen, y eso ya lleva a producir menos.
Alentamos a la gente a bajar el consumo, tratamos de educar al cliente en que no necesitamos consumir tanto ni poseer tantas cosas.
Al final tenemos todos los armarios llenos de cosas, y lo realmente inteligente es tener unos básicos, y si luego quieres algo nuevo alquilar.
¿Cuáles son las tendencias que vemos este año en joyería y como de importante son estas piezas a la hora de completar un estilismo?
Este año veo que se vuelven a llevar los brazaletes, sobre todo grandes. A lo largo de la historia hemos tenido en diferentes sociedades la idea de que las joyas daban estatus. Se utilizaban para celebrar ocasiones especiales, y eso sigue manteniéndose a día de hoy. Solemos apostar por ellas para un cumpleaños, una boda o un evento.
Son muy importantes en nuestro estilismo porque aportan personalidad. Un look compuesto por prendas básicas se ve mucho más completo y estiloso si le añades unos pendientes grandes o un choker.
Además, hacen que destaques y que tu estilismo sea único, puedes llevar un vestido de Zara, pero una joya de Bulgari, por ejemplo, que le aporta ese toque especial y diferente.
¿Alguna personalidad conocida ha recurrido a Con joyas y a lo loco?
Sí, Paula Echevarría lució en la gala final de Got Talent, un brazalete nuestro de azabache. Nos hizo muchísima ilusión y ella es maravillosa. Esto no solo es bueno a nivel personal para la visibilidad del negocio, también para que llegue a más personas la idea de un consumo consciente.
Tenemos que frenar el consumismo imparable que se ha extendido en estas últimas décadas y ser ejemplo de ello. A mí me fascinaría que la reina Letizia llevara unos pendientes de con joyas y a lo loco, al igual que la infanta alquiló un vestido en Borrow, sería maravilloso.
Por último, ¿por qué la gente debería animarse ya a alquilar joyas?
Primero porque vas a poder lucir un joyón como digo yo, con muy poca inversión. También por la posibilidad de llevar diferentes piezas cada vez sin tener que invertir un dineral.
Es una manera de rentabilizar el dinero y ayudar a una economía circular, más sostenible y más consciente, sin perder el estilo.