Montefiore, la feminista que pedía a las mujeres no pagar impuestos hasta no lograr el voto
Su lucha feminista la llevó a levantar un muro alrededor de su casa para que esta no fuese embargada tras su negativa a pagar impuestos
1 diciembre, 2020 00:31Noticias relacionadas
Cuando Dorothy Frances Fuller nació en 1851 en Kenley Manor, al sur de Londres, las mujeres todavía no podían votar en Reino Unido. En general, no podían hacer muchas otras cosas, ya que estaban sometidas a sus padres en primera instancia, y a sus maridos una vez hubieran contraído matrimonio. El voto era un símbolo, un símbolo de libertad y de igualdad por el que la británica lucharía en su madurez.
Tras haber vivido en Australia durante un tiempo, Dorothy regresó a Inglaterra y se casó con un comerciante judío llamado George Barrow Montefiore, con quien tuvo dos hijos. De él obtendría el apellido con el que ha pasado a la historia -lo mantuvo incluso cuando enviudó en 1889-. Así, la renovada Dora Montefiore, quien se había dedicado a la vida familiar en un primer momento, comenzó a interesarse por los movimientos revolucionarios feministas que tomaban fuerza en Inglaterra.
A finales del siglo XIX, las feministas se dividieron en dos ramas: sufragistas, dirigidas por Millicent Fawcett, y suffragettes, lideradas por Emmeline Pankhurst. Ambas concebían el mundo de la misma manera pero estas últimas defendían el uso de la violencia para conseguir sus fines. Llevaban años de actividad pacífica y sus voces no eran escuchadas. "La diferencia entre sufragista y suffragette es que la primera quiere el voto, mientras que la segunda está decidida a tenerlo", declaraban las seguidoras de Pankhurst.
Montefiore hizo carrera tanto en la Unión Nacional de Sociedades de Sufragio Femenino, cuya presidenta era la sufragista Fawcett, como en la Unión Social y Política de las Mujeres, coordinada por Pankhurst. En esta segunda organización, decenas de feministas eran detenidas todos los días, mientras los incendios eran cada vez más asiduos en estaciones ferroviarias, oficinas de correos e iglesias británicas.
El muro Montefiore
En 1907, la feminista Montefiore propuso fundar un nuevo grupo de acción directa conocido como Liga de Mujeres de Resistencia Fiscal. El lema era sencillo: "No hay impuestos sin representación".
Tanto Dora Montefiore como muchas de las seguidoras de esta liga no entendían por qué debían contribuir a la recaudación de impuestos para un Estado que no les escuchaba y que además tenían prohibido participar en la elección de su gobierno.
"Militantes como Dora Montefiore fueron consecuentes hasta el punto de levantar un muro alrededor de su casa para que esta no fuese embargada tras su negativa a pagar impuestos", se explica en El libro del feminismo (Akal). La casa, rodeada por un muro, sólo podía ser alcanzada a través de una puerta arqueada, la cual Montefiore y su criada bloquearon contra los alguaciles. Allí estuvo encerrada durante seis semanas.
En la pared que daba al vecindario, visible para todos, desplegó una pancarta que decía lo siguiente: "Las mujeres tendrían que votar porque obedecen las leyes y pagan los impuestos". Este acto de desobediencia civil llamó la atención de los medios y de las mujeres, y el mensaje poco a poco se extendió por la ciudad londinense. Este tipo de lucha se conocía como "Fort Montefiore".
El éxito fue inmenso, ya que en varios barrios de la capital británica las mujeres comenzaron a negarse a pagar impuestos o los alquileres de sus viviendas. Finalmente, Dora Montefiore pudo ver cumplido con sus propios ojos el sueño por el que tanto había luchado. El 6 de febrero de 1918, el Parlamento británico una ley que otorgaba el derecho al sufragio a las mujeres mayores de 30 años casi como agradecimiento por su gran labor en la Gran Guerra reemplazando a los hombres que se habían ido al frente en sus puestos de trabajo.
Durante aquellos años de guerra, Montefiore se había presentado como voluntaria en Francia y también se unió al Partido Socialista Británico. Fallecería el 21 de diciembre de 1933, a la edad de 82 años.