Las familias reales solían encerrar sus secretos (más que enterrarlos) y olvidarse de ellos por los siglos de los siglos. Le pasó a Juana la Loca en Tordesillas y Ana Bolena en La Torre de Londres. Pero nadie podría pensar que casi a finales del siglo XX salieran a la luz "dos secretos" encerrados de la familia real británica para evitar que se supiera sus problemas mentales.
Se trata de Nerissa y Katherine, las dos primas hermanas de la reina Isabel II que, en 1987, se descubrió que estaban encerradas en una institución mental desde que muriera su madre, la tía de Isabel II, sin recibir ni una sola visita, ni una sola ayuda, ni siquiera una mirada por parte de los royals británicos. Al contrario, las habían dado oficialmente por muertas.
De hecho, la serie The Crown, que sigue recordando los secretos inconfesables de la familia real británica, ha dedicado un capítulo a un oscuro episodio en la vida de Isabel II y de su madre, poniendo el redescubrimiento de estas dos primas no ya en el periódico The Sun, como ocurrió, sino en la hermana de la reina, la princesa Margarita, cuando buscaba si la familia sufría enfermedades mentales hereditarias. En el capítulo, incluso incluyen una visita suya que nunca se ha podido comprobar.
Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que fue el diario The Sun el que desveló esta crueldad en pleno 1987, en su portada, con una foto enorme de una de las ancianas, bajo el título "Prima de la reina encerrada en un manicomio". Narraba la historia de Katherine, que aún seguía con vida puesto (no murió hasta hace seis años, en 2014) pero también nombraba a Nerissa, la otra hermana, que hacía un año que había fallecido, en 1986.
Lo llamativo es que las dos primas de la reina aparecían en el Burke's Peerage, el libro donde se recogen todos los datos oficiales de la genealogía de las dinastías de Reino Unido e Irlanda desde 1826, como muertas desde el año 1941 una de ellas, justo cuando ingresaron en una institución mental, y 20 años más tarde, en 1961, la otra. Un libro en el que sólo recogen la información oficial que viene del palacio de Buckingham.
Quiénes eran
Pero ¿quiénes eran las primas y por qué las ocultaron? Nerissa y Katherine eran dos de las cinco hijas del hermano de la reina madre (tío de Isabel II) y su mujer Fenella Hepburn-Stuart-Forbes-Trefusis. El matrimonio tuvo cinco niñas: la primera murió antes de cumplir el año y Nerissa y Katherine acabaron en una institución mental.
Más suerte tuvieron sus dos hermanas sanas, Anne y Diana, que crecieron como altezas en una relación más cercana a su tía, la mujer del rey Jorge V.
Uno de los miedos de la familia real británica, que sí aparece en el capítulo de The Crown, es que se les relacionara con una enfermedad mental hereditaria puesto que la otra tía materna de Isabel II, Harriet, también tuvo tres hijas con condiciones similares.
La historia de estas dos mujeres también apareció en 2019 en el libro de Norman Baker, exparlamentario del demócrata entre 1997 y 2015 y un experto en la Casa Real, sobre los secretos de la familia británica. And What do you do? (Y ¿usted qué hace?) recordaba el comportamiento dudoso de la reina Isabel II y los suyos con sus primas y atacaba directamente a la reina madre que fue incapaz de visitar ni una sola vez a sus sobrinas y eso que su hermano y su cuñada ya estaban muertos.
Y escribe directamente: "Katherine y su hermana Nerissa fueron despachadas un día oscuro de 1941 a un asilo para personas con dificultades de aprendizaje, un establecimiento lúgubre que había abierto en 1853 como el Asilo Nacional para Idiotas". Además, añade: "Nunca se brindó una explicación de por qué ni por orden de quién se decidió depositar a las dos hermanas, por entonces de 22 y 15 años, en ese lugar y en ese momento. Lo que sí está claro es que, en lo concerniente a la familia real, las hermanas debían ser tachadas de la historia, como no-personas. Burke's Peerage informó sobre la muerte de Nerissa en 1940, antes de que ella siquiera llegara al establecimiento en Surrey, y la de Katherine, en 1961".
Cuando The Sun descubrió todo, muchos se volvieron hasta la reina madre para escuchar su opinión, pero no fue hasta 1996, cuando aseguró a otro periódico británico que fue en 1982 cuando se enteró de la situación de sus sobrinas, cuando los responsables de la institución le escribieron.
Cuesta creer que la que entonces era reina de Inglaterra no supiera nada del destino de sus dos familiares tras morir su madre y cuesta creer que desde 1982 hasta 1987, que fue cuando se publicó la portada de The Sun, siguiera sin hacer nada.
El periódico reveló incluso que Nerissa, la prima hermana de la reina que había fallecido en 1986, tuvo simplemente un funeral de caridad y su tumba estaba en el cementerio de Redhill con una tira de plástico con su apellido y un simple número de serie. En ese momento, un anónimo le pagó una lápida. Sin rastro de la Casa Real ni siquiera en esto.