París. Finales de los años 50. Uno de los momentos más rompedores para la belleza y la forma de vestir. La capital francesa se convierte en el epicentro de la moda. Una joven bailarina llamada Colette Pierret se presenta a un concurso de belleza, bajo el seudónimo de María Galland. El jurado falla a su favor y gana.
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A principios de los 60, la joven decide iniciarse en el negocio de la cosmética y la belleza, con el objetivo de ayudar a otras mujeres a preservar la juventud y el resplandor de su piel. Así María Galland crea un concepto único en colaboración con un dermatólogo amigo. Un concepto que considera la piel como un mosaico de necesidades múltiples y para recuperarlas es preciso tratar cada zona de una manera específica.
En su piso parisino, Madame Galland ofrece a sus clientes extraordinarios consejos de belleza que gozan de tal éxito, que enseguida les siguió la apertura de los primeros laboratorios de investigación y plantas de producción.
Poco tiempo después, abrió su primer instituto de belleza en la rue de Châteaubriand en el número 25 de la capital francesa. Hoy en día, María Galland está presente en más de 40 países, con más de 10.000 institutos y 400 spas y hoteles de lujo.
Coco Chanel
De su admiración por Coco Chanel, de quien fue muy amiga, y en homenaje a ella, crea su primera crema con el nombre N.º 5, un tratamiento de textura untuosa que permitía regenerar rápidamente la piel. Y así es como María Galland pone los cimientos de la numerología emblemática de la marca.
Desde la mítica Nº5 todos los productos llevan un número y un nombre, una forma ingeniosa para que las seguidoras de la firma pudieran recordar su producto fetiche.
Tratamiento número uno
En 1963, María Galland creó el tratamiento Mosaic Modelling Method y en poco tiempo, se convierte en un icono de la época.
Han pasado 60 años, y el tratamiento sigue siendo uno de los favoritos de clientas y prescriptoras de belleza. “Es más que un tratamiento. Es un método de cuidado de piel que se inventó hace 60 años y que a día de hoy sigue siendo pionero porque no hay nada que ni siquiera se le parezca, te da una gran amplitud para ofrecer soluciones a todas las pieles que nos encontramos y que vienen con diferentes objetivos y con distintos estados y necesidades. Es una danza cosmética sobre la piel”, asegura Esther Moreno, directora de Esther Moreno Studio.
Para celebrar las seis décadas de este tratamiento para el cuidado de la piel, María Galland Paris ha reunido a voces reconocidas del sector de la belleza, entre periodistas y expertas en el cuidado de la dermis, y ha dado forma a una cuidada exposición.
El encuentro de dos grandes de la belleza
Carmen Navarro es una de las mujeres españolas que más sabe de pieles. No en vano, ha celebrado este año su 50 aniversario al frente de sus centros CN.
La relación que une a Carmen Navarro con María Galland se remonta a muchos años atrás. Son décadas las que llevan unidas la esteticista española y una de las firmas icónicas en el mundo de la cosmética. Y también son muchas las cosas en común que comparten y que enamoraron en su día a la empresaria madrileña: la pasión por la belleza. Desde el método de diagnóstico hasta la búsqueda de la excelencia, todos son puntos en común.
“Recuerdo la primera vez que visité el Instituto de Belleza de Maria Galland en París…”, asegura Carmen Navarro.
Y añade: “El servicio de asesoría a la hora de conseguir los mejores resultados en la piel de cada cliente, las texturas, los aromas, y, por supuesto su método, coincidían plenamente con la idea que siempre he tenido del mundo de la belleza: Sin un buen diagnóstico nunca podremos conseguir los mejores resultados. Trabajamos buscando la excelencia en cada uno de los protocolos que aplicamos y eso es algo que también busca María Galland”.
Pero, ¿cuáles fueron los tratamientos de Madame Galland que enamoraron a Carmen? Por encima de todos, destaca el Método Mosaïque Modelante, todo un clásico con resultados magníficos tantos años después.
Su enfoque, 60 años después, sigue siendo una referencia. Se trata de un tratamiento facial antiedad con un resultado lifting natural, gracias al efecto autotérmico que se consigue bajo la mascarilla. Su efecto es tan potente que en una hora el resultado es el de un lifting facial sin cirugía.
“Seis décadas después sigue siendo una referencia. María Galland, como bailarina que era, fue consciente del inmenso poder del tacto y la energía cinética, y partiendo de ahí, creó una eficaz coreografía de movimientos manuales que hoy ponen en práctica los mejores profesionales de belleza”, asegura Carmen.
Y continúa: “El método se complementa con consejos personalizados y orientación acerca del estilo de vida, de forma que todo ello se convierte en una experiencia integral con unos resultados excepcionales”, confirma la experta.
Confiesa que seguirá siendo un imprescindible en sus centros de belleza. "El hecho de que sus protocolos sean manuales totalmente, el cuidado por unas formulaciones respetuosas, sus beneficios conseguidos tanto a corto como a largo plazo, todo convierte a Maria Galland en un auténtico imprescindible en mis centros de belleza", concluye Carmen Navarro.