Érase una vez, en la Antigua China (año 446), una princesa llamada Liu Chuyu. Como la primogénita entre seis hermanos, era querida y respetada por todos. No solo destacaba por su belleza, sino también por su aguda inteligencia, que la situaba muy avanzada a su época.
Conocida como la Princesa Shanyin, Liu Chuyu nació como la primogénita del emperador Xiaowu y su emperatriz, en el seno de la dinastía Liu Song. Esta dinastía, que solo perduró durante 60 años en el año 400, fue uno de los cuatro reinos del sur que sucedieron al Imperio Jin Oriental. Mientras transcurría, la dinastía Liu Song dominó la mayor parte del sur de China.
Afortunadamente, para ella, nació durante un período relativamente estable. Ahora bien, esta hermosa joven contrajo matrimonio a una temprana edad. Ser una princesa con marido y vivir en el palacio de su padre era algo que no les pasaba a muchos en aquellos tiempos.
De todos modos, como toda princesa, tuvo su parte de penas. Su padre murió cuando ella tenía 17-18 años y la dejó con su hermano menor, Liu Ziye, como rey, el cual, por aquel entonces, tenía 15 años. Nuestra princesa estaba muy unida a su hermano, incluso solían ir juntos a lugares fuera del palacio. Su hermano siempre escuchó sus opiniones y nunca rechazó nada de lo que ella exigía.
Búsqueda de igualdad
No obstante, antes de morir su padre, este la casó con He Ji, hijo de un destacado funcionario. Nuestra Liu Chuyu no parecía estar muy contenta con esto y, durante uno de los paseos con su hermano, le transmitió su inconformidad.
Ella alzó su cabeza y, mirándolo directamente a los ojos, dijo: "Hermano, aunque nuestros géneros son diferentes, tenemos el mismo padre y la misma sangre real corriendo por nuestras venas. Sin embargo, tenéis más de 10.000 mujeres en vuestros palacios y yo solo tengo un marido, y esto es injusto. ¿Por qué no tengo los privilegios que tú tienes?".
Unas declaraciones que podrían sonar caprichosas, pero que también buscaban una balanza entre los privilegios de los hombres y las mujeres.
Estas palabras hirieron al bondadoso y amoroso hermano, por lo que regresó a su corte y seleccionó a 30 de los hombres más apuestos para servir a su hermana. Estos hombres fueron llamados 'Mainshou' (literalmente significa 'caras excelentes'), y su trabajo era ser los amantes de la princesa. A partir de entonces, el rey también la ascendió a princesa Kuaiji.
El gesto del rey dio inicio a la tradición de los hombres Mainshou en la cultura china. Después de eso, las mujeres de la alta sociedad empezaron a tener sus propios amantes pagados. Aunque nuestra encantadora princesa no pudo disfrutar de su harén durante mucho tiempo.
Un final demasiado abrupto
En el año 465, cuando tenía apenas 19 años, el tío de la princesa asesinó a su hermano, y así, consiguió ascender al trono. Una vez que se convirtió en rey, ordenó a nuestra princesa Shanyin que se quitara la vida, argumentando que merecía la muerte por su inmoralidad debido a su vida considerada pecaminosa.
La joven princesa tuvo que morir mientras el nuevo rey pasaba a tener su harén de 10.000 mujeres. Así, se acabaron los harenes masculinos para las princesas.
En 2018, se estrenó un drama chino basado en su vida llamado Amantes Intocables.