Camille Claudel

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Magas-Mujeres en la Historia

La tormentosa vida de Camille Claudel: una escultora 'maldita' que superó en talento a Auguste Rodin

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Camille Claudel nació el 8 de septiembre de 1864 en Fère-en-Tardenois, Francia, y 17 años después ingresaría en la Academie Colarossi de París, fijando así el principio de una carrera artística que acabaría con su vida a la edad de 79 años. 

Niña de papá y artista perseguida, incomprendida y encerrada por culpa de una sociedad sumida en el machismo que le negó el triunfo en el mundo del arte; sin embargo, su talento nunca pasó desapercibido para las altas esferas que la describieron como "la única mujer escultora en cuya frente brilla el signo del genio".

Con 18 años, Camille fue aceptada en la Escuela Nacional de Bellas Artes y con 21 se convertiría en la compañera de estudio de Auguste Rodin, ejerciendo de modelo y asistente en sus proyectos a la vez que trabajaba en sus propias obras. La influencia fue mutua, el talento de Camille, apabullante y rico en dramatismo gracias al exquisito manejo de la técnica, pero su vínculo iría más allá de lo profesional.

Diez años de relación sentimental secreta los unió. Durante esta, él no solo estaba casado, también tenía otra amante oficial y jamás abandonaría las adúlteras prácticas en favor de la joven artista.

Camille Claudel trabaja en Sakountala. Detrás de ella, Jessie Lipscomb.

Camille Claudel trabaja en Sakountala. Detrás de ella, Jessie Lipscomb.

La promesa de este de matrimonio nunca llegó, fue obligada a abortar un hijo común y la aisló. Harta del menosprecio constante de su 'maestro' y compañero de cama, la prodigiosa artista decidió poner tierra por medio y trasladarse a un estudio en solitario donde acabaría enloqueciendo por culpa de la miseria.

En él llegó a destruir parte de las obras con sus propias manos y desarrolló 'manía persecutoria acompañada de delirios de grandeza', un diagnóstico asignado por los especialistas del sanatorio donde su hermano mandó a internarla. 

De no haber sido, por la muerte de su padre, único miembro de la familia que le brindaba incondicional apoyo en su faceta artística desde pequeña, aquel 'arresto' médico, orquestado en 1913, no habría sido posible.

Apenas una semana después de que su progenitor exhalase el último aliento, Paul Claudel, poeta, diplomático y único hermano de la escultura, ordenaría que fuese encerrada sin derecho a visitas, y tres enfermeros la arrancarían por la fuerza del seno de su tranquilidad.

Pese a recuperarse de sus episodios mentales, Camille nunca recuperaría la libertad y agotaría sus últimos 30 años de vida en el manicomio de Montdeverges, en Avignon, sin volver a crear ni una sola escultura. Las cartas que desde allí escribió dejan constancia de que su locura era mucho menor de la que se quería hacer creer. "He caído en un abismo. Vivo en un mundo tan extraño que el sueño que era mi vida se ha convertido en esta pesadilla", confesaba a un amigo en su recta final.

Camille Claudel, fotografiada en su etapa final.

Camille Claudel, fotografiada en su etapa final.

El 19 de diciembre de 1943, Camille Claudel fallecía y sería enterrada en una fosa común del propio sanatorio porque su hermano Paul no quiso pagar el entierro. Se ponía fin así a una vida de malos tratos y vejaciones por parte de su familia, de Rodin y de una sociedad que la etiquetó como 'la amante de' sin reconocer la realidad de su talento y los tormentos a los que fue sometida conduciéndole al desequilibrio mental.

El Museé Camille Claudel se inauguró en marzo de 2017. En una casa familiar rehabilitada ubicada en Nogent-sur-Seine, más de 40 esculturas suyas son expuestas junto a trabajos de otros coetáneos. "Las manos nunca mienten" escribía la artista que abrió las puertas del Arte a las mujeres de épocas posteriores que quisieron engrandecer la escultura.

Escultura Vertumno y Pomona de Camille Claudel

Escultura Vertumno y Pomona de Camille Claudel

La 'escultora maldita' que durante su vida no pudo disfrutar del reconocimiento de su obra creativa por la alargada sombra de su amante y maestro, ve hoy día un homenaje en cada gran museo donde se expone el trabajo que llevó a cabo, gracias a las corrientes feministas que luchan por no dejar en el olvido a referentes de su talla.