Teresa Viejo ha tocado todos los palos como periodista (radio, prensa y televisión), escritora, docente y experta en comunicación corporativa. Ella achaca toda esta frenética actividad a su curiosidad innata, que defiende como la mayor fortaleza humana. Ahora, acaba de publicar el libro La niña que todo lo quería saber (HarperCollins, 2022).
“Éste es mi octavo libro. Los cuatro anteriores eran novela y he tenido que encontrar el lenguaje adecuado para trasladar a las personas lo rica que es la curiosidad como fortaleza humana”, asegura la escritora.
“Es un libro de desarrollo personal, donde explico qué es la curiosidad y qué sentido tiene en nuestra vida. Para luego comprender que cobra mayor importancia si cabe, en un momento incierto como el actual. La curiosidad es el único método contra el miedo que nos despierta la incertidumbre”, afirma.
Y continúa: “Es el momento de abrir el pensamiento y robustecer nuestro propio criterio, así como aceptar los cambios de forma constructiva, preguntándonos qué puedo aprender de todo esto y qué puedo aportar. Y esto se hace con curiosidad”, confirma.
PREGUNTA: ¿Es la curiosidad la principal fortaleza del ser humano?
RESPUESTA: Lo explica muy bien la Psicología positiva. Tenemos 24 fortalezas y ésta es la primera, la que enraíza otras como el amor por el aprendizaje. Es la básica, la que está cuando la vida está viva. La misma que aparece cuando los niños gatean y hacen preguntas y miran con ojos despiertos a su alrededor.
Y luego, hay un proceso de pérdida, de ignorancia y de opacarla. Hay distintos estudios y cada uno explica por qué motivo se olvida. Pero en este tiempo, ya no podemos olvidarla más. Es una de las skills que las empresas están demandando hoy.
En una red social, una señora me decía: "¿Pero eso no es cotilleo?" Y le tuve que explicar que cotilleo es otro verbo, otra actitud y otra energía, que no tiene nada que ver.
Por el contrario, los científicos dicen: "¡Anda, pero la gente no entiende que curiosidad es para investigar y descubrir!".
Me temo que los periodistas hemos contribuido de forma negativa a pervertir el concepto de curiosidad. No ponemos en valor nuestro propio oficio. El ejercicio de curiosidad de un periodista pasa por fortalecer su propio criterio, recurriendo a todas las fuentes posibles, contrastando, buscando y rastreando información. No puede convertirse en periodista cualquiera que suelta un tuit.
El periodismo tiene un ejercicio de curiosidad validado por su formación, así que pongamos en valor lo que estamos haciendo. La curiosidad te permite sostener con criterio algo.
Los periodistas hemos contribuido de forma negativa a pervertir el concepto de curiosidad. No ponemos en valor nuestro propio oficio.
¿Y en concreto, también es su primera fortaleza?
Sí, sin duda. Llego a este proceso porque hay detrás un proceso de crecimiento personal, preguntándome por qué actúo así y porque para mi esto es importante. Y por qué siempre que surge un reto, aunque tenga miedo, termino diciendo que sí.
Durante la pandemia, me empeñé mucho en hablar con una mujer a la que admiro: Alma Guillermo Prieto, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. Es una periodista mexicana, aunque ella vive en Colombia y ha investigado las redes de narcotráfico. Es una mujer muy valiente. Cuando recibió el premio leí un titular que decía: ‘Sí, tengo miedo, pero puede más mi curiosidad’. Me sentí muy identificada con ella y no paré hasta hablar con ella.
Escritora, periodista, colaboradora de radio y TV, experta en comunicación corporativa, docente… ¿Cómo se organiza para que le de tiempo a llegar a todo esto?
Para responder parafraseo a Alma: "Sí, no tengo tiempo, pero puede más mi curiosidad". Son tales mis ganas de saber y de hacer…
Ayer mismo, me llamaron para un evento de líderes. La nueva generación de liderazgo en el siglo XXI que son gente digital y tecnológica. Y allá que voy. Me apasiona los retos que tienen que ver con mi capacidad de comunicación. En el libro analizo siete tipos de curiosidad, y yo sé cuál es mi tipología.
No me tiraría por ejemplo, en parapente por nada del mundo…
También es una manera de conocer a las personas, porque si alguien quiere conocerme tiene que estimular la curiosidad en el tipo que tengo elevado. Si alguien me dice: ‘te invito a un fin de semana donde hay un monte maravilloso al que podemos subir’ Yo diría, gracias, pero no es lo mío. Pero si me dicen: "Vas a encontrar una ruinas abandonadas con un misterio…". Yo digo que voy sin dudarlo.
Dirige y presenta La Observadora los sábados y los domingos en RNE, ¿Prefiere observar o ser observada?
Llevamos con el programa 9 años y más de 800 invitados. A mi me gusta observar, no me gusta que me observen, me incomoda. Es más, sólo doy entrevistas cuando tengo algo que contar. Tengo un pudor extremo, me siento ridícula y no hablo.
Se asomaba a la pequeña pantalla en espacios musicales como Rockopop y también después en Pasa la Vida con Teresa Campos. ¿Cómo llegó a trabajar con ella?
Yo entonces estaba haciendo el programa musical y llamé a Teresa Campos y le dije: "No sé si sabes quién soy, pero quiero trabajar contigo". Y directamente, me dio una mesa y me dijo: "¡Ponte a trabajar!"
Ése es un claro ejemplo de cómo estaba viva mi curiosidad. Yo tenía un programa musical muy interesantes, y en él conocía a artistas que eran lo más del momento, viajaba por todo el mundo, tenía mucha suerte, pero dentro de mi había una ‘vocecita’ que decía: "Esto ya lo sabes hacer y te queda mucho por aprender. Vete a hacer otra cosa muy diferente".
También lo intenté en la radio, crucé el edificio y pregunté: "¿Con quién puedo hablar para trabajar aquí?" Y me dijeron: "Pero, ¿tu no eres la estrella de los de enfrente?". Y me mandaron directamente por donde había venido. No me hicieron ningún caso.
Y aquel programa con señoras, era tan diferente a lo que estaba acostumbrada a hacer... No tenía ni idea de nada… Y cuando aprendí, ya me tenía que cambiar, siempre es igual.
El único lugar en el que de verdad siento que aprendo cada semana es La Observadora. Porque no tiene formato como tal, es un encuentro con dos personas diferentes, que tienen mucha luz en su vida personal y profesional. Sigo activando mi curiosidad todas las semanas.
Ahora hago mentoring para mujeres líderes. Este trabajo en las organizaciones es muy nuevo para mí. Veo cómo funcionan.
¿Puede con todos los géneros? ¿Le falta alguno que no haya tocado aún como rodar una película o incluso actuar en una?
Al principio pensaba que mi desarrollo tenía que estar en el plano del periodismo y la comunicación. Ahora ya he comprendido que no está sólo ahí, porque lo que llevo haciendo los últimos cuatro años de mi vida está en otro sector. Ahora acompaño a líderes y hago mentoring, es decir, hago un trabajo de mentorización de mujeres líderes.
Creo un espacio de complicidad, donde se habla de la vida. No hay límites. Este trabajo en las organizaciones es muy nuevo para mi. Veo cómo funcionan las empresas y observo a los líderes que son los motores del cambio.
Tu has mencionado algo que para mí es como un reto, una espinita clavada. En la adaptación de mi primera novela no participé en el guión y me gustaría muchísimo participar en el guión de una serie o una película. La imagen no me interesa nada. Si por mi fuera, no daría fotos. Me resulta aburrido.
Pero su físico, ¿le ha ayudado?
Supongo que sí, y no sería auténtico no reconocer que un determinado físico te abre camino. Yo por ejemplo, no hubiera explorado la televisión. También es verdad, que mi físico se ha aposentado ahora y está mejor que cuando empecé, que estaba muy unido a mi forma de comunicar.
De todas formas, creo que mi físico sin hablar se desdibuja. Me dicen que gano en vídeo y claro, es verdad que es donde está el alma expresándose…
Soy una persona que tiene una voz y una expresividad que funciona en movimiento. No soy de fotón…
Tiene una voz muy característica…
Es un don y lo agradezco todos los días. Y lo tengo que utilizar bien. Busco que tenga calidez, que arrope, que de confianza a las personas, que traslade y que llegue el mensaje.
Durante la pandemia acuñé el concepto, "abrazo con palabras" y además, siento la reciprocidad de las personas y eso es una suerte. Mi voz para mí es como para Naomi Campbell sus piernas...
Háblenos de la Neurocuriosidad
Es una rama de la Neurociencia. Algunos precursores vienen de la Psicología y otros de la Neurología que investigan curiosidad y aprendizaje. Mi afán es que en España haya una unidad y se realice una investigación concreta.
La curiosidad se disemina por los tres cerebros que tenemos y al mismo tiempo, depende de para qué la utilicemos según su tipología, se activa uno u otro.
Es interesante por ejemplo, la neurocuriosidad aplicada al aprendizaje. Gracias a ella, ahora ya saben los maestros qué tienen que hacer con sus alumnos para que aprendan mejor, más rápido y con más retentiva.
Sobre todo, también lo pueden aplicar los neurólogos cuando detectan el principio de enfermedades degenerativas. La curiosidad activa el cerebro biológicamente segregando dopamina que recubre las neuronas.
Todo esto está sin explorar. Tengo un congreso médico la semana que viene y me enfado con los médicos y les digo: ¿Qué hacéis dando pastillas cuando podéis mejorarlo de otra manera?
Me dicen que la gente quiere pastillas… Llevo estudiando el tema desde hace cinco o seis años. Mi tiempo lo reparto entre estudiar, recibir formación e impartir formación.
¿Nuestra sociedad es curiosa?
Nuestra sociedad tiene muy bajo comportamiento curioso. No hay una conciencia de vocación de las niñas hacia la Ciencia porque nadie la pone en valor, y el emprendimiento da miedo.
Somos una sociedad de pymes, pero los que se dedican a ello están como quejumbrosos en vez de afrontar estos retos...
¿Salir de la zona de confort es lo mismo que ser más curioso?
El ser humano tiene un porcentaje de mentalidad rígida y otro porcentaje de mentalidad flexible. La rígida es la que te hace aferrarte a una situación que conoces, estar en la zona de confort, moverte en ese marco mental, mantenerte en el mismo círculo y reaccionar de forma previsible, porque estás cómodo.
Porque tu cerebro tiene una misión, que es preservarte de la amenaza. El cerebro siempre va a traducir cualquier estímulo que vea a tu alrededor como una amenaza y te pone en alerta y te protege.
La otra mentalidad es la flexible, es la de los ganadores como Rafa Nadal, la del no dar nada por perdido, es la mentalidad del disfruto jugando, no me importa la meta, disfruto el viaje, la de improvisar cuando te cambian las reglas del juego… Es una mentalidad flexible y curiosa. Está bien saber que podemos jugar con las dos e identificar cuando estamos cayendo en una u otra.
Terminé la emisión de un primer programa y el equipo directivo hablaba acerca de si las puntas de mi pelo desordenado incidían en la audiencia.
¿Ha sentido alguna vez la desigualdad por ser mujer?
He sentido el tópico, traducido como micromachismo, y probablemente he participado de él incluso hacia mí, de forma inconsciente. Porque creces en esos parámetros. Sólo eres consciente cuando miras hacia atrás. Sería injusto decir que me han bloqueado mi desarrollo por el hecho de ser mujer, pero me han pasado cosas...
No voy a decir el programa, ni la cadena, pero terminé la emisión de un primer programa y recuerdo una reunión en la que el equipo directivo hablaba acerca de si las puntas de mi pelo desordenado incidían en la audiencia.
En otra ocasión, la primera vez que tuve la oportunidad de conducir un programa de radio de peso, que era muy novedoso, era la primera vez que una mujer llegaba a la mañana... y el Consejo de Administración de esa radio, un periodista muy conocido dijo: ¿Vosotros creéis que una mujer tiene credibilidad, especialmente ella, que tiene una voz dulce?
En aquel momento, el presidente de aquella cadena fue muy vanguardista y dijo: ¡Pues a mí me gusta, y apuesto por ella! Me lo tomé como anécdota y lo incorporo a mis formaciones. Entonces, no era muy consciente… Es parte de la evolución de una sociedad que se va quitando la piel.
Es embajadora de UNICEF, ¿qué podemos hacer nosotras las mujeres para dejarles a las niñas de hoy un futuro mejor?
Ese es uno de los grandes retos humanos. Yo les contaría que existe un derecho universal que debe facilitarles un derecho equitativo a la educación, la sanidad, etc. y que desde esa equidad en su formación pueden alcanzar lo que deseen.
Yo tengo una frase que me tomo como ley de vida y que habría que decírsela a las niñas. Si tienes un sueño que deseas profundamente y eres capaz de activar tu curiosidad para ver cómo lograrlo, estoy segura de que lo vas a lograr.