“De pequeña”, relata Mónica Urquijo, “pasaba todas las tardes haciendo álbumes de recortes. Soy una gran coleccionista (y acumuladora) y siempre me obsesionó la idea de guardar objetos efímeros; billetes de avión, entradas de museos, envoltorios de caramelos… finalmente me di cuenta de que lo que estaba coleccionando eran emociones y recuerdos que estaban unidos a estos objetos”.
Esta idea fue el principio de su relación con el diseño, entendido como algo emocional que conecta formas y colores con resortes más allá de lo evidente: “Cómo el diseño puede llevarte a sitios, y sobre todo, evocar emociones. El buen diseño puede hacerte feliz”.
Sin ir más lejos, el día 16 de junio se inaugura en Londres The First Ever Fruity Bootique, en 19 Creek Street: la invitación para este lujoso espacio de underwear iba bordada en un tejido de encaje. Una semana antes, el logo de los jeans de Sophie+Lucie tomaba una nueva forma y dos previamente el colectivo bonaerense @lasuperclasica se multiplicaba y las lámparas del furniture designer Nicholas Pourfard de California se vestían con unas letras alargadas, dejando a más de uno con la boca abierta.
“Todos estamos inspirados por otras raíces, no con diseño gráfico únicamente, para nosotras es un vehículo para expresar nuestra vida…”, añade Urquijo. “Por ejemplo, acabamos de hacer un libro de décimo aniversario para un members club muy conocido también en Londres, en 5 Hertford Street, con recortes y textiles de su historia”. Otro proyecto que comparte es el Queer Surf Festival en Biarritz, del que han diseñado la identidad, “muy camp”, con color y mucha fuerza.
El estudio de Mestiza
Mestiza es como se llama el proyecto de Mónica Urquijo, un estudio de diseño gráfico, dirección de arte e investigación en Londres y Los Ángeles, fundado en Madrid y con una socia, Malena De La Torre. Su proyecto tiene dos extremos y una consabida “dualidad” que quizá sea la clave de su éxito, “diseño gráfico informado y considerado por un lado, y el uso de visuales extravagantes y atrevidos por el otro”.
Mónica Urquijo, que se define como “madrileña y filipina”, tuvo su primera experiencia profesional “trabajando en el mundo editorial, sobre todo en LOVE Magazine. Mientras trabajaba ahí, me moví entre el vídeo, el periodismo y el diseño de la publicación. El “no” no era una opción. Mi tiempo ahí fue uno de experimentación, aprendí mucho, sobre todo que siempre hay una solución creativa y el poder del trabajo en equipo”.
Sus referencias visuales más habituales ahora en su espacio de Wilton Way van “desde el cine y la fotografía hasta la escultura y cerámica”, lo cual coloca a su proyecto Mestiza, como explica su cofundadora, “en la intersección entre la cultura visual y el diseño”. Su socia se encarga más de la oficina americana, pero están en permanente conversación: esa energía que va y viene por el océano las mantiene activas, con el cambio horario, casi todas las horas del día.
Liderazgo femenino
“Mi abuela Piru es mi mayor fuente de inspiración”, explica, añadiendo la curiosa razón. “Su gusto ecléctico a la hora de vestir y diseñar definitivamente ha impactado mi enfoque maximalista”, señala.
“También puedo decir, muy orgullosamente”, continúa, “que el equipo de Mestiza está formado por mujeres muy fuertes, creativas y con mucha alma. ¡Me inspiran día a día!”.
¿Cómo se organiza el trabajo de una agencia contemporánea? “Mi socia Malena y yo somos las directoras creativas. Trabajamos con una variedad de creativos con mucho talento. Diseñamos identidades para galerías, marcas de moda, restaurantes, hoteles. Diseñamos libros, nos gustan los proyectos tangibles. Cualquier cosa que esté relacionada con el diseño. La base de nuestro trabajo es muy personal, reside en nuestra experiencia y nuestro amor por experimentar”, explica.
Trabajo en equipo
Para ella, “la colaboración definitivamente requiere mucha confianza y una mente abierta, nos encanta trabajar con creativos mientras aportan su historia personal y su manera de pensar. La comunicación es la clave de cualquier colaboración”, añade.
En su opinión, lo más emocionante es “en realidad, el proceso de investigación. Trabajamos mano a mano con la 'investigadora' del estudio, Blanca, para desarrollar una historia –ya sea conceptual, real, surreal… Esto nos lleva a sitios lejanos de nuestra imaginación, al espacio donde empieza el proceso del diseño”.
¿Cuá sería su definición de creatividad? “Para mí, la creatividad es la libertad, el poder del 'jugar', la curiosidad, el intercambio de ideas”, señalando que es un proceso en el que aprender cada vez y evitar el sufrimiento, más aún, debiendo disfrutarse hasta de las dificultades del mismo.
En los próximos tiempos, concluye Mónica desde Londres justo al terminar una visita a un cliente, “nos encantaría invitar a gente a que conozca el mundo de Mestiza, a través de charlas, talleres, lecturas e intercambios. ¡Manteneros al tanto!”. Con los ojos bien abiertos quedamos.