La psicóloga forense, especializada en violencia de género.

La psicóloga forense, especializada en violencia de género.

Protagonistas

La psicóloga Nuria Mateo: "Cuando denuncia la víctima la ponemos en manos del maltratador"

La psicóloga forense experta en violencia de género desvela a MagasIN las posibles causas del incremento de violencia machista durante este mes de diciembre.

30 diciembre, 2022 15:42

Los datos son escalofriantes. 48 mujeres asesinadas por violencia de género en lo que va de año. Con estos casos, el número de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas asciende a 1.181 desde 2003.

[Interior quiere avisar a las mujeres cuya nueva pareja tenga antecedentes por violencia de género]

La alarma ha saltado sobre todo, por el preocupante incremento de asesinadas por violencia de género durante este mes diciembre. Solo en este mes, diez mujeres fueron asesinadas y otros tres crímenes están todavía en investigación. Se trata de la cifra más elevada desde que empezaron a registrarse oficialmente los crímenes machistas en 2003.

En MagasIN hablamos con Nuria Mateo, psicóloga forense, experta en violencia de género en los juzgados de Madrid.

Los datos de víctimas mortales en casos de violencia machista en los últimos días son escalofriantes. ¿Tiene algo que ver con el incremento la época navideña en la que nos encontramos?

Siempre ha pasado, tanto en las navidades como en los meses de verano. Igual que también ocurre los fines de semana cuando entran en los juzgados muchas más denuncias. Los lunes y los martes son los días en los que hay más juicios.

Los fines de semana y las fiestas es cuando se producen más denuncias. Está claro que ocurre cuando las familias están en casa más tiempo juntas, y el maltratador está con la víctima más tiempo. Sobre todo, ocurre en los meses de vacaciones y más en las vacaciones de Navidad. ¿Por qué? Pues yo creo, y es una percepción mía, que el maltrato psicológico tiene que ver con el control de la víctima, ¿qué es lo que pasa en las navidades? Que se junta la familia, las amistades y el maltratador no solamente tiene que controlar a la víctima, sino que también tiene que controlar todo su entorno.

Se producen por eso muchísimos más enfrentamientos. Aparte de que luego se unen en estas fechas los valores tradicionales, el consumo abusivo de alcohol y la estrecha convivencia con el maltratador. Pero, sobre todo, yo creo que tiene que ver con el control. Imagínate que cuando se juntan las familias, el maltratador tiene que tener controlado qué es lo que dice y qué es lo que hace su víctima, que no vaya a meter la pata, que no le ponga por encima de su familia, de sus amistades. Y ese control a veces se desborda. Y entonces sube el nivel de agresividad.

A quienes no somos expertos en violencia de género nos sorprende que las víctimas hubieran tenido situaciones de violencia anteriores. ¿Cómo se explica el inicio de otra relación de maltrato cuando ya se ha sufrido una anterior?

A los expertos no nos llama la atención, todo lo contrario. Es lo más normal, ¿por qué? Porque la víctima es una persona vulnerable, tras pasar por una situación así, con lo cual es muy fácil caer en manos de un nuevo maltratador. Hay que tener en cuenta que cuando empieza una relación con un maltratador todo es idílico.

El maltratador no va con un cartel de maltratador. Entonces, una mujer que está dañada, que está herida, que tiene baja autoestima, que tiene dependencia emocional... Yo creo que la mujer maltratada de una relación sale del círculo de la violencia, pero tiene que reconstruirse emocionalmente y eso no es fácil. Eso es un trabajo de mucho tiempo, con lo cual es muy fácil que pueda caer en una situación parecida.

Nos llegan a los juzgados muchas mujeres que han sido víctimas de otras parejas y que las ves por segunda vez, pero es normal. No depende de ellas. No hay un perfil por eso no podemos hablar de un perfil de mujer maltratada, porque sería como si ella tuviera la llave o la responsabilidad de lo que está pasando. Son las conductas de la otra persona la que produce el maltrato.

¿Qué opina sobre que haya un registro de condenados por maltrato para que se pueda informar a las parejas de la existencia de este tipo de personajes?

Este tema es un tema muy delicado y siempre es importante. Hay que tener unas garantías constitucionales, que es lo que está pasando ahora con otro tipo de leyes... Como medida de protección a las víctimas, debemos tener en cuenta que habría que respetar la protección de datos y delimitar quien tendría acceso a ese contenido.

Pero éste es un debate que ya se lleva teniendo desde hace mucho tiempo, en el año 2007 o 2008 ya se hablaba de ello. Lo que me llama la atención en este debate, es que en otros países, y también en España, hay listado de morosos, de pederastas... ¿por qué nos cuestionamos tanto el tema de los maltratadores?

Sobre todo, porque está claro que no es agradable que a nadie le pongan el sambenito de ser un maltratador. Pero poder consultar los antecedentes de las personas para poder abrir tu corazón, tiene que ser un derecho. ¿Qué tenemos que hablar de los derechos de los maltratadores? Me suena hasta fuerte cuando lo digo, ¿y el derecho de la víctima a saber quién es maltratador?

Cómo se explica que existan casi el mismo número de agentes, detección y protección que hace 15 años?

Porque las medidas de protección no han cambiado tanto, han cambiado cosas y se han ido haciendo cosas, pero esas medidas de protección como órdenes de alejamiento y otras, siguen siendo las mismas. Una mujer a la que le dan una orden de alejamiento se va a su casa y depende totalmente del comportamiento del maltratador.

Además, hay que tener en cuenta que las medidas cambian dependiendo de las comunidades autónomas, una mujer no tiene la misma protección ni el mismo número de agentes protectores en una comunidad que en otra, o en una ciudad y un pueblo. No es lo mismo ser víctima en Madrid Capital que en un pueblo de Castilla la Mancha, por ejemplo.

Hay muchas medidas que siguen estando ahí, que hay muchas cosas que se pueden seguir haciendo y se pueden mejorar. Sobre todo, que seamos escuchadas las personas que trabajamos directamente con las víctimas, desde los órganos judiciales. Hay veces que echo de menos esto. ¿Cómo es posible que no nos escuchen a las personas que estamos ahí dentro?

¿Y el Ministerio de Igualdad ha hecho algún avance en ese sentido en los últimos años?

Hay avances en el sentido que ha habido cambios de Ley. Está el Pacto de Estado con 214 medidas, la Ley 1/21 de medidas urgentes en materia de protección y asistencia a las víctimas. Ley Orgánica del 8/ 21 de Protección a la Infancia y Adolescencia.

Pero quedan cantidad de cosas por hacer. Por ejemplo, ¿cómo es posible que desde los juzgados de violencia, cuando una víctima viene a poner una denuncia, que no se haga una valoración de riesgo desde los equipos psicosociales? Cuando estamos hablando de un comportamiento que se puede repetir en las próximas horas, como ha pasado ya.

Es necesaria una valoración de riesgo desde el equipo psicosocial, que es la psicóloga y la trabajadora social que están en el juzgado. Cómo es posible que no haya esas figuras que estaban contempladas en la ley desde hacía tiempo. No hay un psicólogo en el juzgado de guardia que pueda hacer esa valoración de riesgo. Es una medida de protección, que en su día había presupuestos para ello, y no se ha llevado a cabo.

¿Se sienten las víctimas protegidas?

Las víctimas no se sienten protegidas. La víctima cuando sale de un juzgado, imaginate que pone una denuncia. Y después no le dan la orden de protección. Se pone en una situación de riesgo. La víctima cuando denuncia la ponemos en manos de la justicia y la ponemos en manos del maltratador también.

Poner una denuncia no es fácil. No es fácil porque el camino difícil empieza después de la denuncia. La víctima para poner la denuncia tiene que estar preparada para ello y tiene que tener una red de apoyo familiar y social. Si que se están haciendo cosas ahí, pero desde el primer momento tenemos que tener una protección ya. Y la víctima no está protegida.

La polarización y el negacionismo de la violencia machista por algunos sectores de la sociedad está haciendo que las víctimas se cuestionen si denuncian o no.

Yo personalmente creo que la víctima no denuncia porque cree que eso no le va a ayudar. No va a servir para nada. No tanto de la sociedad, el tema es que se tiene que sentir acogida por la sociedad de otra forma distinta. Pero cuando esta mujer se plantea la denuncia, yo creo que no es tanto por el negacionismo de la violencia, sino por cómo lo siente ella y qué consecuencias va a tener.

Creo que cuando estamos en cualquier tipo de terapia tenemos que tener una norma de oro, resumida en tres palabras que yo considero fundamentales que cada persona tienen que sentirse atendida, entendida y escuchada. Eso es fundamental. Y si es así, podemos dar el segundo paso y llevarlas a servicios sociales que las atiendan allí. Pero si no hacemos esas tres normas, la víctima sale con la sensación de que no ha servido para nada.

Porque la denuncia no es un paso en firme, porque supone ponerle más riesgo, prque no se siente entendida lo que está diciendo, porque no se escucha su discurso solamente una parte, porque todo va muy rápido, porque es un medio tan sumamente desconocido para la víctima y porque no se le atiende después que se quedan en un pasillo desprotegidas completamente esperando a ver si en un papel dice si tiene una orden o no, y se va a su casa y detrás va a salir el maltratador.

Cuáles son las actuaciones más habituales de una víctima que se siguen ridiculizando, tratando como prejuicio y estereotipos de género?

No sabemos ponernos en el papel de la víctima, muchas veces el sentirse ellas mismas cuestionadas y culpables, porque nos seguimos preguntando por qué la víctima sigue con su agresor, por qué le sigue queriendo, por qué le protege No nos damos cuenta y no nos ponemos en su papel.

¿Cómo afecta la banalización de las supuestas denuncias falsas a las víctimas?

Lo que venimos diciendo, que ellas se siguen sintiendo cuestionadas y no creídas.  Son mujeres que tienen una baja autoestima, que no se sienten seguras y encima se las cuestiona. Es complicado.

¿Con cuántos casos se suele encontrar?

En los juzgados por ejemplo en Madrid Capital, puede haber una media de 12, 15 casos diarios, en cada uno de los juzgados. Una barbaridad.  Tiene que haber otras medidas distintas para poder ir avanzando.

La sociedad ha cambiado, los medios telemáticos han cambiado. Hay cosas que nosotros con esta Ley no hemos cambiado y tenemos que seguir avanzando en ello. Hay cosas que tienen que cambiar en los órganos judiciales. 

Y sé que en un equipo de unidad de valoración forense integral que haya un médico forense, y que no haya un psicólogo forense, ni un trabajador social... La valoración de riesgos tiene que ver con comportamientos, y eso es tema de los psicólogos.