Ana Guerra y el mensaje de su nuevo 'single': "Entre nosotras tenemos que ayudarnos siempre"
La cantante, compositora, presentadora y ganadora de El desafío conversa con magasIN sobre sus nuevos proyectos.
29 marzo, 2023 02:27La cantante y compositora canaria Ana Guerra (1994), cuya fama se disparó tras su participación en Operación Triunfo 2017, vuelve para presentar su nuevo single: Si me quisieras. Y no puede ser más pegadizo.
Aunque realmente no es que vuelva, porque nunca se fue. De hecho, hace escasas semanas se convertía en la ganadora de la tercera edición de El desafío (Antena 3) y desde el 2 de marzo es una de las presentadoras de Cover Night (TVE) junto a Ruth Lorenzo y Abraham Mateo, su compañero de backstage.
Tampoco ha dejado de cantar. Tras su paso por OT y el éxito que cosechó con el tema a dúo con Aitana, candidato a representar a España en Eurovisión, Lo malo, ha publicado un EP, Reflexión (2019), un álbum, La luz del martes (2021) y ha cantado en una extensa gira de 44 fechas.
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Además, ha colaborado con numerosos artistas como Juan Magán, Lérica, Fran Perea… Le gustaría mucho colaborar con Vanesa Martín y, aunque ha cantado ya con "Alejandro y Juan Luis Guerra", le gustaría hacer algo inédito. "Pero bueno, es soñar alto, a ver qué nos tiene preparada la vida".
Por el momento, Ana Guerra presenta Si me quisieras, su nuevo sencillo, una canción envolvente y alentadora sobre un amor imposible.
La cantante compuso la canción en 2019 y la rescata ahora de su repertorio. Explica a magasIN que Si me quisieras es muy diferente musicalmente a lo que le estaba pasando en aquella época, pero consideraron que era una canción muy buena. "Nos la guardamos para un momento especial y el momento especial llegó", cuenta.
Antes de que saliera a la luz, la cantante anunció en sus redes que el single habla de una historia real y animaba a ver el vídeo. Le preguntamos que qué podemos saber de esa historia real y entre risas nos responde que "nada".
Pero después añade: "Con lo que veis al final del vídeo, sobre todo, lo que quiero es mandar un mensaje de sororidad". Nos explica que en una de las escenas finales del videoclip ella le da un colgante a otra mujer, esto quiere reflejar que da a la otra mujer la información y el poder para decidir lo que quiera hacer. "Entre nosotras tenemos que ayudarnos siempre", apunta.
Si me quisieras es una canción, construida sobre referencias personales e históricas, que habla sobre un amor imposible y Ana Guerra aún va más allá: "Fíjate que yo creo que tiene un subtexto de amor propio, incluso cuando ves el videoclip, cuando dices no voy a pasar por encima de esto y yo no voy a ser la segunda de nadie y más sin haberlo sabido, evidentemente".
"Entonces lo que quiero mandar es eso de 'lo que te has perdido'. Si me hubieras querido como… (coge carrerilla) cómo quieres que te quiera, si el que quiero que me quiera, no me quiere como quiero que me quiera", dice rápidamente, "y sobre todo mandar ese mensaje de sororidad".
Seguimos hablando de su nuevo tema y los cambios que ha tenido. Desde 2019 cuenta que son muchos los cambios musicales que ha hecho. "Estaba producida, maquetada, en 2019 y los sonidos cambian tanto… Imagínate lo que ha podido cambiar desde 2019 hasta 2023. Ha sido supercomplicado. Más cambiar la canción que hacer una partiendo de cero porque a mí me gustaba, entonces no había forma de convencerme".
Ganadora de El desafío
Como mencionábamos en párrafos anteriores, Ana Guerra, además de lanzar nuevo single, acaba de ganar la tercera edición de El desafío. Y, aunque se lo ha pasado muy bien, también ha sufrido.
¿Cuál fue la prueba más complicada?
Creo que hay tres. El violín porque es muy desagradecido y no había manera de que aquello sonara bien y no pareciera un gato a punto de morir.
La de Almudena Cid fue muy complicada porque ella es muy estricta como entrenadora, de las más estrictas que he tenido, y me dolía todo mucho. Y esa fue dura porque no salió como tenía que haber salido. Te la juegas a una carta y tuvimos la mala fortuna de que no salió como tenía que haber salido porque se me cayó la pelota y porque se me enredó la cinta. Da mucha rabia porque los pases estaban bien hechos, habíamos conseguido el reto.
Y la del ballet, porque ponerme las puntas de lunes a viernes para hacer el reto sin habérmelas puesto antes... yo pensaba que se les había ido la olla. Pensaba en las mentes pensantes del desafío y digo (entre bromas y risas): "¡Como les encuentre, les mato!".
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¿Y al revés? ¿Alguna prueba en la que dijeras: "En esta estoy cómoda"?
Me sacaron de mi zona de confort bastante. Quizás la del Segway. Por eso me la hice más difícil y lo hice todo hacia detrás. Lo hice marcha atrás para complicármela porque quizás era en la que más cómoda estaba, pero me generaba mucha tensión que se cayera la pelota.
Normalmente, las pruebas de motor no están muy bien valoradas dentro del concurso en cuanto a puntuaciones porque no generan demasiada atención. Si te sale bien no te llevas una puntuación demasiado alta, si te sale perfecta. Pero si te sale mal te llevas un uno. Entonces digo, pues como si sale mal me voy a llevar un uno y si me sale bien tampoco me voy a llevar más de un cuatro, voy a intentar luchar por el seis o por el cinco. Por eso me la complicaba, por ese puntito de más, porque no perdía tanto al final.
¿Y alguna prueba en la que te lo hayas pasado muy bien practicando, preparándola, que disfrutaras especialmente?
Sí, muchas, entre ellas la de los Bottle Boys, la de soplar botellas. Era muy divertido. Al final, cuando te preparas un reto en común, con gente, es más divertido. No es que te prepares los retos sola, tienes un coach, pero en el momento de la verdad está sola. Por eso fue una de las galas en la que mejor me lo he pasado.
Y, sobre la famosa prueba de la apnea, quería preguntarte si los cantantes tenéis, por vuestro trabajo, ventaja.
Bueno, depende de lo que te hayas entrenado. Es verdad que supongo yo que por el hecho de haber soplado una flauta travesera durante ocho años seguidos en un conservatorio algo más de capacidad pulmonar tenía. Pero también se pierde porque hace un montón de tiempo que no tocaba. Yo dejé de tocar a los 16 años, imagínate. Pero bueno, supongo que algo más tendremos.
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Y sobre el gran momento en que te dicen que eres la ganadora, ¿cómo lo viviste y qué pensaste en ese momento?
Lo viví más nerviosa en casa que estando allí. En el programa justo anterior me cambió el chip, en el de los Bottle Boys, y ya dejé de ir a ganar. Me daba igual porque entendí que el premio iba para una asociación, daba igual quien se lo llevara, iba a ser para gente que lo necesitara.
Trabajé mucho mi competitividad durante las semanas de El desafío y en el programa número nueve dejé de competir, que fue el de los Batlle Boys. Me lo pasé pipa porque además el programa número ocho tuve un encontronazo con Santiago Segura. Ese momento para mí fue un punto de inflexión en el que dije: "No, no hay necesidad", y dejé de competir.
Desde entonces viví la final diferente. No te voy a decir que me diera igual porque sería mentirte, pero porque además tengo un compañero que se ha metido un curro enorme, Jorge Blanco, para sumar más puntos, pero hay un momento en el que si ves la final, miro a Rosa y hago como "es que da igual". Lo viví supertranquila. Eso sí, cuando dijeron mi nombre me vine abajo, porque la verdad que Rosa había hecho tan buen concurso que era supermerecedora también.
¿Qué te llevas de El desafío?
Me quedo con la capacidad de superación, que como dice mi abuela: "La cabeza es la loca de la casa", y es la que nos complica todo. Aprendí a no ponerme mis propios límites.
Yo arrancaba los retos diciendo: "Esto es muy difícil y no lo voy a poder hacer". Pero no se puede arrancar así, entonces cuando aprendí a decir: "¿Qué tengo que hacer? Enséñame", llegué mucho más alto.
De concursante a presentadora
Por si fuera poco, ahora da el salto de concursante a presentadora en el nuevo formato de TVE Cover Night.
Vive esta nueva etapa como algo más liviano, más tranquila. Asegura que le ha tocado un papel que le gusta "un montón" y consiste en "cuidar de los talents" que están a punto de salir al escenario, hablar con ellos, distraerles, contestarles preguntas, dudas. A veces toca el piano y canta, "que son cosas que muchas veces no se ven. Son momentos que pasamos. Yo estoy dentro, me ha tocado eso y me gusta mucho".
Confiesa que le daba mucho "palo" porque creía que no iba a saber hacerlo, pero la directora del programa pensó en ella y vio algo que ni ella misma había visto todavía.
"Entonces probablemente por haber hecho El desafío no me puse yo un límite. Esta mujer lleva toda su vida trabajando en televisión y es capaz de ver cosas que le ha dado la experiencia. Si ella confía en mí, por qué yo no".
Así vive Ana Guerra esta nueva etapa, sin miedo y sin parar. No podemos evitar preguntarle como concilia todos estos trabajos con su vida personal.
Nos cuenta que es difícil y hace una clara comparación: "No sé si te ha pasado alguna vez, probablemente sí. Un sábado x del año, todo el mundo te propone plan para ese día. Tiene una boda, un bautizo, pero además es el cumpleaños de una amiga y hay una fiesta a la que quieres ir, y todo te pasa muchas veces a la inversa".
Y continúa: "Pasa lo mismo en el trabajo y, al mismo tiempo, cuando hay paradas es desesperante porque te subes por las paredes. Entonces, cuando todo para, tienes que reconstruir la parte personal y preguntarte qué te apetece y en qué quieres invertir tu tiempo. Probablemente, no te apetece lo que te apetecía hace seis meses".
Ana Guerra aprovecha su tiempo de descanso para estudiar inglés, ir al gimnasio, dar largos paseos con sus perros por el monte y ver series, que le encanta.
Concluimos la entrevista con la cantante, presentadora, ganadora de El desafío… preguntándole por un sueño que le quede por cumplir. Y lo tiene claro: "Dedicarme el resto de mi vida a la música".