La actriz Ariadna Gil: "Para las víctimas violadas la guerra no se acaba nunca"
La intérprete se sube a las tablas del Teatro La Abadía para mostrar los testimonios reales de las mujeres violadas en la guerra de Bosnia.
2 abril, 2023 02:34En 1992, mientras se celebraban los Juegos Olímpicos en Barcelona y la Expo de Sevilla, Bosnia estaba en guerra. Durante ese verano, la actriz Ariadna Gil había estrenado Amo tu cama rica y estaba rodando Belle Époque, la película ganadora de un Oscar y nueve premios Goya…
Pero mientras ocurría este momento eufórico en su vida y en la de los españoles, las bombas caían en la guerra que teníamos al lado, en pleno corazón de Europa. Hasta 50.000 mujeres fueron violadas.
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Este mundo de contrastes es el que queda bien retratado en la obra de teatro Hay alguien en el bosque de la dramaturga Anna Maria Ricart. Sobre las tablas de La Abadía, Ariadna Gil junto con Judith Farrés y un elenco de lujo: Chantal Aimée, Oscar Muñoz, Magda Puig, Erol Lleri y Pep Pascual.
Todo parte de un viaje, del que hizo el grupo catalán Cultura i Conflicte para entrevistarse con personas víctimas de la violencia, con mujeres que habían sufrido la violación como arma de guerra, y con los hijos fruto de esas violaciones. Todo esto se tradujo en una experiencia multidisciplinar que abarca las artes escénicas, la fotografía y la película documental, un triple proyecto resultado de tres años de investigación periodística.
Hablamos con Ariadna Gil sobre el reto de meterse en la piel de Nevenka, una mujer real que vivió la tragedia. “Me siento muy afortunada de poder participar en un proyecto como éste, que va más allá del teatro o de hacer un personaje. Es un proyecto que hace que todos los que estemos nos impliquemos de otra manera e intentemos hacerlo con el mayor respeto. Dando voz con la mayor precisión y justicia a lo que esta mujer, en mi caso, contó y cómo lo contó, intentando traspasar simplemente eso al espectador, porque no hace falta añadir mucho más”, asegura.
Dices que aquí no hay papeles, no hay representación, sino personas reales.
Claro, no buscas hacer un personaje, sino que el texto y todo lo que decimos es literalmente todo lo que lo que estas personas han dicho y cómo lo han dicho. De alguna manera somos como un vehículo. Luego, obviamente está la dramaturgia de Ana María Ricart, que es muy compleja y que hace que no sea una cosa extremadamente dura de ver. Va rompiendo continuamente los momentos, lo que hace que puedas también reflexionar sobre muchas cosas, entonces yo creo que esto lo facilita y crea un espectáculo teatral.
Es teatro documento, pero con una dramaturgia y con muchas cosas que lo acompañan, desde la música a las producciones que se ven de esa guerra, y de lo que pasaba en nuestro país mientras pasaba esa guerra.
Y desde ya hace un año que empezó la guerra de Ucrania, que es una guerra también muy cercana, de alguna manera hace que el espectáculo produzca un nuevo efecto en la gente.
¿Tuviste algún encuentro con Nevenka para poder prepararlo?
En este proyecto se hizo un documental que se llama Igual 'Hay alguien en el bosque' que esta en Filmin, y se puede ver. Es un proyecto que incluye el documental, la obra de teatro, la exposición de fotos. Hay un proyecto educativo también donde se ha ido a por institutos para enseñar el documental y hablar sobre el tema. Sobre todo, cuando se considera que se acaba una guerra. Que para las víctimas no se acaba nunca.
Para hacer el documental, se hicieron ocho viajes, para ir conociendo mejor estos testimonios. Yo a esos viajes no fui, pero sí fuimos a hacer la función unos días a Croacia, y ahí sí que conocimos a aquellas mujeres. En mi caso, conocí a Nevenka y a otras, y también estaban los hijos que nacieron de esas violaciones que también son muy activos y activistas.
Casi 50.000 mujeres violadas y ahí quién dicen que no existió esto.
Hay un grado de negacionismo altísimo y tanto en la función como en el documental también hay un testimonio del primer criminal condenado por violación en esa guerra y condenado que estuvo 20 años en la cárcel y que ahora está en la calle y que se logró, se logró que diera su testimonio, filmarlo y sale en el documental y en la función, que fue algo que se consideró mucho si debería estar o no, se habló con las mujeres que participaron del proyecto y ellas dijeron que sí, que no les gustaba nada, pero que tenía que estar por dar voz también y que se ve el grado de negacionismo que existía.
Igual que en la función, hay un joven militar serbio que cuenta lo que tuvo que hacer y lo que le pasó, es decir, contar el máximo posible.
En la obra también haces alusión a aquellos tiempos en lo que se rodaba Belle Époque, pero ahora te prodigas menos en el cine y más en el teatro, ¿por qué?
Porque tengo proyectos más interesantes o que a mí me parecen más interesantes en teatro que en cine. Este es un oficio de altibajos y de épocas que viene mucho una cosa y después se para. Es un oficio que pasa eso y ahora desde hace muchos años, en teatro encuentro proyectos, y que yo también lo busco. Busco cosas que me motiven de otra manera, es así.
¿Sientes que hay menos papeles para las actrices a medida que se cumplen años?
Todo depende. Hay muchas actrices de mi edad que está trabajando mucho en cine, y hay otras que no. En otros lugares, yo veo el cine francés, por ejemplo, y está lleno de actrices de 40, 50, 70, haciendo papeles y personajes estupendos. Creo que depende un poco de la visión, y de lo que se quiere contar. Esto esta ahí. lo que hay que intentar es encontrar la manera de que cada uno cuente lo que quiera, por supuesto, y lo que quiera, pero que haya historias interesantes. Son épocas de la vida y se producen muchos cambios en la vida de una mujer y creo que son épocas que están muy poco explotadas. Eso sí, creo que eso son temas que dan para mucho y que ojalá se puedan contar más, aquí también.
Y además que con la edad te vuelves más exigente...
Bueno, pero tampoco uno está diseñando su carrera... Es un oficio que también como actor o como intérprete no lo generas tú. Obviamente puedes generarlo, porque hay gente que se busca historias y las levanta, pero en general según lo que te va llegando, vas eligiendo y yo lo he hecho así toda la vida, desde el principio que he tenido la suerte de poder elegir durante mucho tiempo y luego pues cuando no pasa eso, pues empiezas a moverte de otra manera y eso también creo que es bueno que empieces a decidir tú hacia dónde. Cuando van llegando cosas, vas haciendo, pero de repente se para todo... y empiezas a pensar con quien y para dónde... y empiezas a conocerte de otra manera, yo creo que hay que sacar lo bueno también de esta etapa.
¿Qué proyecto estás preparando?
Pues estoy preparando otro proyecto teatral para otoño. No hemos empezado todavía, pero combinaremos con la gira de 'Hay alguien en el bosque'.
La música de la obra corre a cargo de la actriz Judith Farrés. “La música para mí es muy importante en la vida. Y en el arte, y en el teatro. Y ahora empieza a tener importancia aquí. Hasta ahora era como un segundo plato o incluso un postre. Se le daba importancia a la luz, al vestuario, etc. Y la música en el cine, por ejemplo, es clarísima. Ayuda a entender muchas cosas, a transitar, a viajar. A mí me gusta mucho y pienso que aquí es muy importante. Y aquí la hicimos con Pep Pascual, a dúo compartiendo ideas que no es fácil tampoco, pero nos entendemos muy bien y creo hay momentos en los que ayuda mucho la música, te pone en un sitio”.
“En este caso, la música se convierte en un personaje más, sobre todo el hecho de ser en directo también”.
Te vemos tocando varios instrumentos durante la obra.
Sí, toco algo de clarinete, cosas del conservatorio... y algo los teclados y después compongo con ordenador. Hoy día, por suerte no necesitas tener una infraestructura muy grande como para hacer cosas. Si tienes ideas, con un cacharro pequeño, las puedes sacar a eso. Eso es fantástico, el mundo de la electrónica y la tecnología. Antes era imposible. Tenías las ideas, pero tenías que tener un estudio.
¿Qué otras cosas estás haciendo?
Ahora estoy en una serie de TV3. Me gusta y me lo estoy pasando bien. Es otro mundo. Me encanta cambiar. Y estamos preparando la música para un documental, siempre estoy liada con cosas.
Tienes dos papeles en la obra: Meliha y Ajna.
Ajna es la hija nacida de una violación que la madre se la quedó. En la obra no se dice, pero a los niños nacidos de violaciones los mataban, se iban a parir al bosque y las amigas se encargaban de terminar con los niños. Sin embargo, las que parían en un hospital era un problema porque ese niño se salvaba. Ajna es un personaje joven que ha montado una asociación, y está buscando a otros niños, a otros jóvenes hijos de violación, para reivindicar este tema.
Una de las mujeres que aparece al final de la obra en el documental dice que la guerra no ha terminado, que para ellas continúa.
Porque no se ha hecho justicia. Ellas dicen estaríamos más tranquilas si nuestro agresor estuviera en la cárcel. Pero el problema es por qué se inicia una guerra. En la guerra de Ucrania, después de todo lo que pasó, no hemos aprendido nada. Seguimos mandando armamento porque la gente se sigua matando, y violando.
El ser humano no tiene remedio.
Se plantea en la obra qué pasa con los hombres, con los varones. Hay que hacer mucho trabajo de reflexión.
¿Estuviste también en la zona de guerra?
Sí, sí, estuve ahí. Y fue muy duro. Sí. Eh. Yo conocía a Mhija. Vino a ver la obra y yo estaba pensando si esta mujer debería estar aquí. Y después, cuando la vi fue un shock porque realmente es una mujer a la que le han quitado el alma y es la primera vez que he visto un fantasma vivo.
Empecé a llorar y de repente no sabía como gestionarlo. Me sentía mal también haciendo la obra al pensar en lo cómo se tomaría lo que estamos haciendo, como que no tenía ningún sentido, porque nadie le va a curar las heridas que tiene. Sigue viva por la causa para que esto no vuelva a suceder, pero ya no hay reparación posible.
El personaje que yo hago nunca contó lo que le pasó a ella. Habla de su madre, pero ella no contó nunca nada en las entrevistas. No lo ha superado.
¿Seguiréis con la obra por el resto de España?
Es muy probable. Estaría muy bien que lo vieran los jóvenes. En Barcelona hemos hecho algunos bolos en Bachillerato Artístico y funcionó muy bien. Creo que es el público que también nos tiene que ver.