Lleva toda una vida trabajando como periodista, primero en medios escritos y locales, y luego dando el salto a los nacionales. Domina las tertulias nacionales de radios y cadenas televisivas, y vive a caballo entre Toledo y Madrid.
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Ahora, Esther Esteban, presidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM, se ha embarcado en un nuevo espacio televisivo Las cosas de mi vida, que se emite cada lunes en Castilla-La Mancha Media (CMM), la televisión pública de la región.
“Es un programa de entrevistas en clave intimista. A través de objetos que han marcado la vida del personaje que entrevistamos, los vamos conociendo. En el programa contaremos con famosos destacados de Castilla-La Mancha, o bien relacionados con la zona”, asegura Esther Esteban.
Y continúa: “Este es un proyecto, continuación de otro que hicimos antes de la pandemia, que se llamaba ‘Este es mi sitio’, en el que viajaba con personajes por distintos lugares de Castilla La Mancha, y ellos me iban enseñando sus raíces y presentando a su gente”. Allí se dieron cita Rozalén, el humorista Millán Salcedo, la modelo Eugenia Silva o el cocinero Pepe Rodríguez, entre otros.
“En este nuevo espacio intentamos conocer lo que cada personaje esconde detrás del personaje público. El primer programa lo hicimos con el talaverano Alberto Jiménez de Miss Cafeína, que tuvo como invitados a Ana Torroja y a Karmento y funcionó muy bien”, concluye.
¿Con qué otros personajes habéis contado?
En el segundo programa invitamos a Juan José Ballesta, El Bola. Pudimos conocer de primera mano aspectos que el público no conoce del actor.
Se trata de un personaje muy cercano, muy sincero. De repente, fue un niño prodigio que se vió con la fama a tope y después, lo pierde todo. Es un personaje que ahora tiene los pies en la tierra, muy vinculado a esta zona. El programa fue maravilloso porque entre las muchas cosas que contó, insinuó una etapa de tonteo con las drogas porque la fama tiene esto... Es un 'personajazo' lleno de sorpresas.
También contaremos en el programa con políticos. Los más representativos de Castilla-La Mancha, a la Boticaria García, a toreros como Manuel Caballero y su hijo, porque aquí los toros, con toda la polémica que han levantado, siguen gustando mucho, y es muy raro encontrar a un padre y un hijo en el mundo taurino en este momento.
Las cosas de mi vida son siete programas que hacemos en prime time, coproducido por Unicorn Content (productora del programa de Ana Rosa, Cuatro al día, etc.) y EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM, para la televisión pública.
¿Te sientes cómoda en el formato de entrevista de televisión?
Mi formato desde siempre es la entrevista. Durante muchos años fui la entrevistadora del periódico El Mundo con Pedro J. Ramírez y él fue un poco el que potenció y sacó lo mejor de mí como entrevistadora. Me dijo en una ocasión, y no se me olvida, que iba a hacer de mí la mejor entrevistadora de España.
Mi fuerte por tanto es la entrevista y en televisión me siento cómoda igual porque me olvido que estoy ante las cámaras. Se trata de sacar lo mejor de los personajes y sobre todo, en un entorno íntimo, cercano, y se producen momentos tan íntimos con el personaje que yo incluso me he emocionado y casi llego a las lágrimas. Las entrevistas son muy potentes. Por ejemplo, nos contaba el cantante de Miss Cafeína que fue víctima de acoso escolar por ser gay y nos fuimos al colegio donde sufrió el acoso. Lo que es la vida, que los hijos de aquellos que le hiceron bullying, ahora van a sus conciertos y le piden autógrafos. Un detalle de las muchas cosas que veremos en el programa.
Volvemos a este tipo de formato televisivo intimista tras un largo tiempo. Recuerdo los programas del Loco de la Colina, de Jesús Quintero, ¿cómo es de importante elegir bien al entrevistado?
Es muy importante, aunque también depende de la televisión, y de si es un personaje nacional o un personaje local. Creo que hay que hacer una selección minuciosa, pero una de las claves es que aunque son personajes que yo no conozco, siempre digo, que hay que estudiar, estudiar y estudiar para conocer al personaje antes de sentarte con él. Es precisa mucha documentación y mucha preparación.
Estar con Ballesta, que efectivamente fue todo un ganador con 13 años, todo el mundo lo conoce, pero lo que se desconoce es lo que le ha pasado después. Y no te digo nada con los políticos, porque es impresionante conocer sus otras facetas. No te puedo contar, pero tenemos para los próximos programas a políticos muy interesantes.
Ahora también eres presidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM.
Considero el momento más importante de mi última etapa, éste en el que estoy trabajando en EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM, que es lo más importante que me ha pasado.
Hace dos años nos llamaron desde EL ESPAÑOL con la idea de hacer una expansión importante. Yo entonces era editora de EL DIGITAL CLM, que es el periódico líder en mi tierra. Un periódico que fundamos entre cuatro compañeros hace 17 años. En ese momento, me llamó Pedro J. Ramírez, alguien con el que yo había trabajado y además, es el periodista que más ha marcado mi trayectoria. Puedo decir que es la persona que más me ha influido en mi profesión, eso sí, con una exigencia máxima porque es muy exigente, pero no pide nada que él no de.
Me nombraron presidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM, y hemos hecho un matrimonio periodístico fabuloso en Castilla-La Mancha, con todo lo que supone estar en EL ESPAÑOL, que ahora mismo es el primer periódico.
¿Eres habitual en los espacios de tertulia de las televisiones, ¿qué tiene de especial la tertulia televisiva?
Al mundo de las tertulias, llegué desde el mundo de las entrevistas también. Alguien se fijó en mí y llevo muchísimos años en el programa de Ana Rosa, que además, estudiamos juntas la carrera. Primero en Antena 3, hice un programa de tertulias con Isabel San Sebastián que se llamaba ‘El primer café’. Lo dirigíamos entre las dos, yo además era tertuliana e Isabel presentaba el programa. A raíz de aquello, he estado en todas las tertulias radiofónicas y televisivas.
¿Qué significa ser tertuliano?
Creo que hay que dignificar el papel del tertuliano, que no es una persona que sabe de todo, pero que no entiende de nada. Eso lo dicen para humillarnos los políticos, para ridiculizarnos, porque no quieren que ‘les pisemos el callo’. Nosotros somos unos periodistas muy incómodos para la clase política y como somos incómodos se dedican a desprestigiarnos. Sólo hay que ver las cosas que dice ahora Pablo Iglesias. Salvo a sí mismo, que se ve como un periodista, no le gusta ninguno excepto los que dicen lo que quiere oír.
Los tertulianos hemos sido incómodos para todos los presidentes de Gobierno y para todos los líderes políticos, por qué no les gusta, salvo que les des la razón. Y claro, nos humillan y han intentado que desaparezcamos.
Nos equiparan al comentarista de sociedad, con el que no tenemos nada que ver. Quiero dignificar el papel de analista político porque a mí no me gusta lo de tertuliano. Somos analistas políticos de la actualidad.
He realizado toda mi carrera política en el Parlamento como periodista parlamentaria, y además con la gran suerte de que he conocido a todos los presidentes de Gobierno de España desde la Transición y los he entrevistado a todos.
¿Cómo ha cambiado el mundo del periodismo, cuáles son los cambios que tú has percibido?
Pedro J. solía decir: "nada más que periodistas, pero nada menos" y yo le copio la frase, es decir, no somos más, pero tampoco somos menos, y siendo un buen periodista, da igual el formato. Yo empecé en el mundo de la prensa escrita, en revistas semanales que desaparecieron. Estuve en Tribuna como redactora jefe, en Interviú haciendo entrevista política, en el periódico Ya, en El Mundo, etc.
Ahora estamos en el mundo digital y esto no hay quien lo pare. Hay están las cifras. El periodismo creo que tiene que ser una profesión de exigencia absoluta. Tenemos una responsabilidad enorme, pero no con los jefes, sino con nuestros lectores, con nuestra audiencia y con nuestros oyentes, esos son realmente nuestros jefes.
En el formato que tenemos en EL ESPAÑOL, por ejemplo, cabe todo, es decir, el mundo audiovisual está presente en casi todo, ya lo vemos, y cada día ampliamos una sección nueva.
Tal vez quede un reducto de periódicos de papel, pero para temas muy puntuales. Y desde luego, lo que reivindico es que el periodismo de calidad hay que pagarlo.
Vives a caballo entre Toledo y Madrid prácticamente
Mi casa la tengo en Toledo, pero efectivamente, siempre estoy a caballo entre Toledo y Madrid. A mi Toledo me encanta y estoy muy orgullosa de mi tierra, de vivir aquí y de sentirlo así, aunque Madrid me lo ha dado todo.
Me duele igual cuando critican a Madrid que cuando critican a Toledo. Yo no hubiera sido ni muchísimo menos la periodista que soy hoy, ni hubiera vivido lo que he vivido, si hubiera ejercido mi profesión sólo a nivel local.
Tuve la gran suerte de que en un momento dado, Fernando Ónega me ayudara a dar el salto a Nacional y que se fijara en mí porque yo empecé en Toledo como periodista con Miguel Ángel Mellado, por cierto. Empezamos los dos en Toledo y luego dimos el salto a Madrid, primero al Ya y luego al resto de medios.
¿Has sentido alguna vez esto que llamamos los techos de cristal?
Totalmente. Creo que la mujer que diga en cualquier profesión que no ha sentido esto, miente. Si es que hasta anteayer no había una mujer directora de nada. Teníamos que buscar con lupa.
Las mujeres periodistas somos mejores entrevistadoras porque sabemos comunicar muy bien. La comunicación oral es algo que llevamos en los genes, en el ADN. Te voy a contar un caso personal, que recoge muy bien por lo que hemos pasado mi generación.
Cuando dí a luz a mi primer hijo, que por cierto hoy cumple 39 años, para poder seguir trabajando en el periódico Ya, tuve que pagar a la persona que me sustituyó un mes de salario, porque yo tenía un contrato de un año, que justo terminaba cuando tenía que dar a luz, y me dijeron que si quería seguir, tenía que pagar.
De eso a la protección y a los derechos que hay hoy va un mundo. Y algunas de las cosas que nos pasaban a nuestra generación, hoy serían acoso total.
Claro que he sentido esa desigualdad y sigo sintiéndola porque la igualdad se tarda décadas en conseguir y se pierde en un segundo. Cada vez que hay un caso nuevo de violencia machista, que a mí me gusta llamarla así, me duele en el alma, y lo que hemos avanzado en años lo podemos perder en un día.
Los techos de cristal existen hoy y a los negacionistas de esto, les cambiaba un día para que vivieran lo que hemos tenido que padecer. Las mujeres periodistas que hemos sido madres, hablo de mi profesión y de lo que conozco, hemos pasado mucho. Yo me pasaba todas las campañas electorales sin ver a mis hijos. Gracias a que tuve la ayuda de otra generación anterior, la de mi madre, que es quien los ha criado, pero es que era inconcebible. ¿Hemos avanzado? Si. ¿Que nos queda mucho?, pues también. Yo siempre digo el tópico de que el día que haya una mujer presidente del Gobierno en España, las cosas cambiarán.
¿Cómo lo cambiamos?
Tiene que haber mujeres líderes como Cruz Sánchez de Lara. Tengo que hablar aquí de ella, porque me parece un espejo en el que mirarnos. No sólo por el lugar que ocupa en nuestro periódico, por todo lo que está realizando en el mundo de la mujer.
Para mí es una referencia, que además tiene tiempo para escribir novelas y dar conferencias. Es una mujer que lo sabe todo acerca de los derechos humanos.
¿Qué podemos hacer para que haya más mujeres en los espacios de decisión, en las direcciones de las empresas?
Visibilizarnos, ser generosas entre nosotras. Los mejores equipos que yo he tenido son de mujeres. Pedro J. creó en El Mundo una televisión que se llamaba Veo Televisión. Propuse hacer una tertulia solo de mujeres y se hizo, con reticencia de alguno.
La primera invitada fue María Teresa Fernández de la Vega, porque era vicepresidenta del Gobierno entonces y por allí pasaron todas las mujeres que eran algo en la política. Las tertulianas eran todas mujeres periodistas del momento como Victoria Prego, Lucía Mendez, Nativel Preciado, etc., fue un programa de éxito y se rompieron tabúes.
Ahora cuando alguna colega habla de poner en marcha la primera tertulia sólo de mujeres, me pongo enferma, porque esto es lo que tenemos que evitar y a las mujeres hay que hacerlas grandes. Los hombres se premian solos.
En mi caso, jamás me han dado un premio en mi tierra. Tengo como un honor y como un orgullo el premio del Día de la Mujer, el 8 de marzo, que me entregó la Comunidad de Madrid, y es el único que tengo en mi despacho visible. Con él se reconoció mi labor como periodista y es el galardón que tengo con más orgullo.
En tu generación habéis sido pioneras...
Creo que mi generación hemos sido pioneras en el mundo mujer. Me duele en el alma que vengan feministas ahora diciendo que mi generación no ha luchado, cuando hemos estado a pie de obra. Cada vez que a Carmen Calvo le reprochan algo, me pongo también enferma. No nos pueden dar clases de feminismo ahora quienes lo han roto. Hay culpables y evidentemente quieren dividirnos. Así muchos machistas están encantados frontándose las manos.