Autoras de palabra con Rosa se cita con Veronica Roth, autora de Divergente, primera entrega de la saga Insurgente y Leal y Cuatro que supuso un éxito internacional con más de cuarenta millones de ejemplares vendidos y cuya adaptación cinematográfica la ha convertido en un fenómeno mundial. Acaba de publicar Poster Girl (2023) con Ed. Planeta.
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Está ambientada en un mundo y un tiempo nada lejos de un presente que ya vivimos, en el que la sociedad está dominada por el uso extremo de la tecnología y los dilemas morales que plantea.
La sinopsis del libro es la siguiente: Un implante ocular que premia o castiga cada acción, ha sido insertado por el gobierno a la población durante décadas. El rostro de una mujer fue usado en un cartel como propaganda por parte de la Delegación. Ella es Sonya Kantor a quien todos conocen como Poster Girl.
Hubo un levantamiento en la Delegación y todos sus miembros o simpatizantes fueron llevados a la Abertura. Sonya favorecía con su imagen al régimen, sin exponerse nunca al nuevo orden, al nuevo mundo. Sigue estando adoctrinada.
Pero después de diez años encerrada, alguien le ofrece un trato a cambio de encontrar a una niña desaparecida y decide volcarse en la investigación. Está dispuesta a hacer lo que sea para crecer como persona, para madurar.
La autora habla de la clarividencia. Un implante ocular que controla el comportamiento y la ubicación de la persona. Hace la misma función que un teléfono móvil, que también te dice todo lo que te gusta, lo que no. Lo que te apetece. Lo que sientes.
Algo bastante cercano en lo que ya estamos participando, de forma peligrosa, ya que todo esto nos parece normal. El mundo fácil y la anulación de tu propia autonomía.
Si alguien te dijera que vas a tener lo más parecido a un teléfono móvil que hará todo por ti, y además, no tendrás que llevarlo encima, por lo tanto, no sufrirás esa sensación de pánico si de pronto sientes que te falta un dedo o una oreja, equiparable a lo que sientes cuando piensas que te has dejado el móvil, ¿Te gustaría? “yo le veo bastante futuro a esto” afirma Verónica.
La vida en la Abertura está jerarquizada por el color de las calles: verdes y grises que corresponden al régimen antiguo de cuando todo iba bien. Veronica Ruth refiere estos colores con las visitas a Rumania que hace a menudo acompañada de su familia y ve a gente que vive aún con el convencimiento de lo que para ellos eran buenos tiempos con un gobierno como el de Ceauçescu.
Un régimen como aquel, ¿cómo es posible?. La apertura es así, un grupo de personas que estaban contentos bajo aquel gobierno y ahora viven como en una pecera. Un ambiente muy cerrado. Casi como una cárcel. Hacia una completa soledad. El olvido para el resto de la sociedad.
La autora cuestiona también el contraste de quienes viven en la Abertura donde cualquier cosa es útil, ya sea un bote de melocotón, o aprender a arreglar cosas tan útiles como una radio. El trueque para sobrevivir en individuos que lo tenían todo. Personas adineradas que han caído tan bajo y la oportunidad para demostrar de lo que son capaces para sobrevivir.
Los daños colaterales de los crímenes cometidos por sus padres
Una de las peores injusticias del sistema. En el caso de la protagonista, que es encerrada con 16 años, incluso gente más joven. La filosofía es que estás rindiendo cuentas de aquello que cometieron tus mayores. Ese ojo por ojo, diente por diente. Hasta que se produce un cambio y dejan salir a los más pequeños.
El debate que plantea Ruth es: a partir de qué edad se considera lo suficientemente responsable de lo que vio y no impidió.
Hay personas dentro del régimen que pueden escoger otro camino, como es el caso de Alexander, antiguo amigo de Sofía. Eligió estar fuera a diferencia de la protagonista. Planteando dilemas de responsabilidad.
El pasado viene a buscarte siempre
Por lo que has pasado es algo de lo que no puedes escapar. Igual no te persigue, pero lo llevas dentro y hay que abordarlo. Si no quieres que te afecte toda tu vida con la misma intensidad, hay que afrontarlo. Y eso es lo que le ocurre a Sofía en la búsqueda de esa niña desentierra su pasado, uno con oscuros secretos.
Nunca culpes al descuido de lo que puede explicarse con facilidad por vergüenza. Esperar a que todo se olvide o creer que nadie lo vio antes de contarlo. Esto es lo que es capaz de reconocer el hardware de la Clarividencia.
Cuando siendo un bebé te inyectan algo en el ojo y se va desarrollando en el cerebro sin poder extraerse, el implante siempre va a estar ahí, observando lo que hace y ve, dónde está todo lo relativo a esa persona, aunque no esté activo y eso pasa con nuestros dispositivos.
Si utilizas una webcam, aunque la luz roja está apagada, te pueden estar observando y lo que es peor, pueden estar grabando.
Cometer errores te convierte en defectuosa
La autora afirma que esa es la cuestión que plantea la novela. Hasta qué punto perdonamos.
Según cada lector lo verá de diferente manera. Pienso lo que hacía a los 16 y ahora creo que no sabía nada de nada con esa edad, y he aprendido mucho. Me inclino, por tanto, a ser compasiva con los adolescentes, pero no hay por qué hacerlo con Sonia, la protagonista.
"Ella cometió un gran error, y hasta qué punto importa haber madurado o haber crecido, a mí me interesa mucho esto en este libro", afirma Roth.
En qué momento se decide que una persona ha cambiado lo suficiente o no.
Una de las cuestiones interesantes es: ¿le permitimos a la gente que cambie realmente con el paso del tiempo? Porque ahora tenemos todo online, toda nuestra vida y se puede rastrear lo que decimos en cualquier momento. Ahora claro, eso es algo que habrá que ver cómo se maneja.
La autora se plantea qué pasará después, si de repente el sistema desaparece. No todo el mundo va a convertirse en bueno, y qué ocurrirá entonces. La verdad alrededor de una persona es muy difícil de reconocer y más si recibes recompensas, castigos.
La tecnología de vigilancia, el poder, el horror, la maldad. ¿Cómo podemos regular el uso de una herramienta tan poderosa como la inteligencia artificial? ¿Deberíamos frenarla? ¿Dejar que avance? ¿Cuál es el límite?