Licenciada en Psicología, Alejandra Vallejo-Nágera es también profesora en IE, ESIC y en la Facultad de Medicina de la UAM. Además, ejerce de profesora del Mindfulness Based Stress Reduction Program de la UMASS. Es también conferenciante, articulista y escritora de libros de psicología e historia.
[El Magatest de Palmira Márquez: ''Hay que tener siempre viva la memoria'']
Alejandra responde a nuestro Magatest, en el que las preguntas remiten a títulos de libros escritos por autoras como Virginia Woolf, Carmen Laforet, Alice Munro, Elena Ferrante, Almudena Grandes, Ana María Matute…
Tu primera memoria...
El olor que llegaba hasta el balcón de la casa que alquilaban mis abuelos en verano en La Granja de San Ildefonso (Segovia). Yo tenía un año y me sacaban al balcón a primera hora, porque mi abuelo médico ya conocía por aquel entonces los beneficios del sol y la vitamina D. Pero a mí, lo que me queda de esa experiencia es el olor a boj, a sequoia, a naturaleza.
Una habitación con vistas…
Al claustro mudéjar de la Basílica del Monasterio de Guadalupe.
Orgullo y prejuicio(s) sobre…
Orgullo de mis orígenes palentinos, tan austeros y esforzados en salir adelante en medio de las dificultades. Orgullo de mi otro 50% oriental, tan refinado, discreto y amante de pasar, sin hacer ruido.
Prejuicio ante palabras como 'me resuena' o ideología del tipo 'tus creencias limitantes impiden que se manifieste tu abundancia' (y vende un curso para cambiar esa tendencia) o 'tú puedes conseguir cualquier cosa que te propongas'.
La amiga estupenda es...
La que no aconseja, pero sí acompaña, cuando la vida te da un revés y todos los demás huyen.
¿Qué fue lo que el viento se llevó?
La inexperiencia que me hizo creer que el mal no existe.
¿Queda algo de la edad de la inocencia?
La curiosidad y las ganas de seguir aprendiendo, respetando y valorando a los que saben más que yo.
¿Qué te deja el corazón helado?
La violencia en cualquiera de sus manifestaciones, incluida la que infunde que alguien te retire la palabra y la mirada.
El mejor de los mundos posibles...
Aquel en el que la gente tiene cultura, formación, pensamiento crítico, capacidad de diálogo y salud mental.
¿A quién asesinarías en el Orient Express? O, mejor dicho, a quién regalarías un viaje sin retorno?
A algunos psicópatas (de todas las profesiones incluída la política) que andan sueltos por ahí y que siguen campando a sus anchas pese a tener en su haber un reguero de víctimas que creyeron en ellos.
¿Qué supone la ridícula idea de no volver a verte?
Si lleva la palabra 'ridícula' en el inicio, es porque no es ridícula en absoluto y responde a pánico a perder a una persona importante y querida.
Incluso sucede en las relaciones amorosas con alguien narcisista y perverso (psicópata integrado). Aunque haya un distanciamiento físico total, bloqueo de teléfono, correo, redes sociales, etc., la víctima suele quedarse enganchada al recuerdo, al dolor, a las ganas de venganza, al miedo de volver a encontrarse con esa persona. Eso mantiene a la víctima pegada a la figura y vivencias con el agresor. En su mente, le está volviendo a ver una y otra vez.
El amor más grande…
Es el que ignora las contraprestaciones: “te quiero si haces lo que a mí me gusta que hagas”. Me pregunto si hay alguno desprovisto del que no espera nada a cambio. Incluso mis propios padres, que fueron maravillosos, esperaban que yo respondiese a sus expectativas. No es que esté mal; de hecho, me ayudó a desarrollar recursos y a entender que el amor es un trabajo diario más que algo que sucede sin más.
¿Para qué pedirías amnesia colectiva?
Para nada. Considero esencial ser consciente sin anestesia (por eso jamás he bebido alcohol ni tomado ningún tipo de sustancia o fármacos que alteren el estado de conciencia). La cabeza alta, los sentidos atentos. Lo digo porque los humanos tenemos una poderosa tendencia a la autoindulgencia y autojustificación. Siempre me ha gustado tener presente que cualquier acción acarrea consecuencias.
Un secreto a voces...
Siempre habrá alguien que traicione una confidencia con tal de acaparar la atención del público. Si se quiere ser un misterio, es buena idea lanzar en plan: “te voy a contar una intimidad, por favor no la compartas” un rosario de mensajes falsos, contradictorios, referidos a uno mismo. Es impresionante lo floja que suele ser la aseveración “soy una tumba” cuando sueltas alguno de estos supuestos secretos. Antes de las 24 horas, ya lo comenta una riada de gente.
Un secreto inconfesable...
Alguno tengo, como es normal. Pero se irá conmigo y con mi memoria.
¿Qué es para ti ‘la nada'?
Una falsedad. Una ocultación. A cada segundo suceden cosas dentro o fuera de tu mente. Dentro o fuera de tu cuerpo. La vida siempre palpita, siempre se mueve y eso se nota si permaneces en silencio un rato.
Entonces se suceden imágenes y pensamientos, se oye el latido del corazón, el sutil silbido de la respiración. Somos energía, dentro del organismo las células, átomos, neurotransmisores, etc., están en continuo baile. La idea del vacío absoluto es tan insoportable para el ser humano, que cuando comienza a sentirlo, aparecen los deseos de quitarse la vida.
Cuando la revolución termine…
La peor revolución es la que produce el sufrimiento. Por eso la conquista de la paz es una aspiración necesaria a la que hay que dedicarse plenamente. Podemos sentirla de vez en cuando, pero dudo que sea perenne.
Cuanto más entrenemos, mejor acceso tendremos a la llave que abre su puerta. Ese entrenamiento es exigente: elegir buenas compañías, no permitirse que el desánimo dure demasiado tiempo, echarle ganas a la vida, mantener la mente creativa predispuesta a aprender cosas nuevas; poner límites a lo intolerable, bloquear cualquier hábito que perjudique la salud física y mental. Parece fácil, pero no lo es en absoluto.