María Cristina Fernández González Valle, conocida como Cristina del Valle, es la viva imagen de la lucha contra la violencia de género. Una lucha manifestada a través del arte, lo que más ama, su música.
La grandeza de Cristina deslumbra en el saber ponerse en el lugar del otro. Una capacidad de empatía a la altura de muy pocos. Un ser humano excepcional a la que también invaden miedos y manías irracionales. En su reunión con Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo en el podcast "Arreglate que nos vamos" , la artista contaba uno de sus mayores pánicos y cómo superarlo: volar. Sin duda, la anecdótica manera con la que Cristina superaba su miedo a montar en avión no deja a nadie indiferente.
"Ahora ya viajo tranquila, pero antes me metía en el baño, lo limpiaba exhaustivamente. Me imaginaba que estaba tranquila en mi casa limpiando. Me han llegado a tener que sacar del baño durante las turbulencias porque no quería salir y me tenía que poner el cinturón", señala.
Cómo sanar el dolor
Si hay algo que la artiste conoce, por desgracia, es el dolor. Víctima de violencia de género en su infancia, la compositora relata un desgarrador testimonio sobre aquellas vivencias que la llevaron a volcarse en "sacar a la gente de sus infiernos".
"Mi madre es todo un ejemplo de resiliencia. La violencia que sufrimos en nuestra casa era totalmente meditada. Él nos decía "voy a matar a vuestra madre", y traía a otras mujeres jóvenes a casa". Un infierno del que, tanto Cristina como su madre, lograron salir vivas. Del Valle consiguió soltar la dantesca mochila que sostenía de su infancia gracias a la música. "Tengo la suerte de vivir de lo que amo, donde puedo canalizar el dolor de una infancia durísima".
Premios y activismo
La miembro de Amistades Peligrosas ha recibido diversos premios por parte de organizaciones e instituciones de toda España, tanto de manera personal, o como presidenta de la Plataforma de Mujeres Artistas. "Los premios los valoro. Para mi cada uno de ellos es que, miles de personas, de pronto, sienten que lo que has hecho ha tenido sentido para sus vidas. Se vuelven un refuerzo en momentos de soledad".
La eterna juventud
A sus 63 años, Cristina del Valle sigue subida a los escenarios, con la misma vitalidad que con 25 años. El secreto, según la artista, va más allá de su propia genética. "Llevo una vida extremadamente sana. Jamás he probado el alcohol ni las drogas", destaca.
Del Valle asegura "querer morir encima de un escenario", y es que, nadie que no sea el público, conseguirá que la artista se apague al ritmo de "Somos una y cada una somos las demás".