Isabel Ferrer.

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Isabel Ferrer, directora de márketing de Barbie: "Jugar con muñecas desarrolla la empatía de los chicos"

La ciencia confirma que hay que superar estereotipos de género. Inspirar a las niñas para romper la brecha de los sueños es una misión de todos y todas a través de la educación y el juego.

17 diciembre, 2023 03:32

"Hay que cambiar la mente, el sistema y la sociedad", este es el mensaje que Justine Sass, responsable de Género y Educación de la UNESCO lanzaba el pasado 14 de diciembre en la cumbre internacional organizada por el Ministerio de Educación, la Unión Europea y la OCDE en Madrid para debatir sobre el futuro de las niñas en STEM. Esta acrónimo hace referencia a las profesiones relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, históricamente representadas en su mayoría por hombres.

Superar las barreras de los roles de género en estos campos es aún una meta por alcanzar que involucra al conjunto de la sociedad. Padres, profesores, dirigentes, empresas... todos han de unir fuerzas con el fin de superar la persistencia de los estereotipos y su influencia en la pérdida de talento femenino. Perpetuar esos manidos roles de género conlleva discriminación

Para lograr un cambio efectivo hay que empezar desde la raíz; la educación es el motor que hará girar la ruleta del cambio. Investigaciones realizadas por universidades como las de Princeton,
Nueva York e Illinois, han demostrado que entre los 5 y los 7 años, las niñas empiezan a desarrollar creencias limitantes sobre sí mismas, lo que les lleva a dejar de soñar con determinadas profesiones porque las perciben como "más masculinas". Este fenómeno se conoce como Dream Gap

[Nuria Paz, jefa del Área de Flota de Salvamento Marítimo: "Cuando entré en la escuela, no había ni baños femeninos"]

Isabel Ferrer, en la conferencia de la OECD.

Isabel Ferrer, en la conferencia de la OECD. Cortesía

Precisamente para analizar este fenómeno y la importancia de la edicación y el juego en el desarrollo, Magas mantiene una interesante charla con Isabel Ferrer, directora de Markéting de Barbie para EMEA (Europa, Oriente Medio y África) que ha sido una de las ponentes de esta cumbre. 

En 2018, la compañía lanzó el Proyecto Barbie Dream Gap, una iniciativa global que tiene como objetivo empoderar a las niñas proporcionándoles recursos y herramientas para que sigan creyendo en sí mismas. No solo eso, elegir referentes femeninos STEM para sus muñecas las inspira y las motiva a explorar. Los datos hablan por sí solos: el 62% de los jóvenes de 5 a 16 años piensa que determinados trabajos no son para chicas, lo que pone de relieve la necesidad de abordar la brecha de género.

Isabel, Barbie tiene más de 60 años de andadura, ¿en qué ha cambiado la sociedad en cuanto a roles de género durante este tiempo?

Barbie es una marca que si algo ha conseguido es seguir siendo culturalmente relevante y eso se hace escuchando mucho a la sociedad y a los padres y entendiendo cómo quieren mostrar el mundo a sus hijas e hijos. Hemos hecho cambios relacionados con la diversidad: antes había un solo cuerpo para la muñeca, ahora tiene cinco a seis diferentes. Enseñamos la diversidad de una manera inclusiva y los padres lo agradecen. También tenemos modelos con discapacidad, con prótesis, silla de ruedas, audífono... Todos estos cambios enriquecen el juego porque los niños deben jugar con el mundo real, de una manera más global.

También es interesante ahondar en esas profesiones que aún parecen algo vetadas para las niñas.

Estamos en un etorno en el que la niñas van entendiendo que tienen más posibilidades y hay que mostrárselas a través del juego. Tener una Barbie científica o astronauta les abre mucho la mente, les hace ver lo que pueden hacer de mayores, dotando de contenido al juguete. Hay que romper estereotipos y cambiarlos.

Y, sin embargo, la propia Barbie ha estado muy estereotipada sobre todo en el pasado. Rubia, delgada, alta... ¿Se ha superado?

Absolutamente. Hoy en día no hay un solo perfil de Barbie, hay muchos diferentes. Así estamos rompiendo ese estereotipo. Los niños quieren tener muñecos diversos y Barbie es la muñeca más diversa del mundo. 

Hay que educar a los padres y también a los profesores para superar la brecha de género.

Tenemos estudios en Europa que demuestran que una parte de los padres aún no han entendido el beneficio de jugar con muñecas. A través de una investigación con la Universidad de Cardiff en neurociencia hemos podido probar que cuando los niños y niñas juegan con muñecas hay una parte del cerebro que se activa que está relacionada con el desarrollo social y la empatía. Está demostrado cientificamente y esto hace cambiar la percepción de los padres de un modo muy potente.

[Así ha sido la evolución de la muñeca Barbie con el paso de los años]

Deberíamos entonces animar a los niños (varones) a jugar más con muñecas, pero al final en lo que se incide es en poner el foco en las niñas para que cambien esos roles.

El cambio debe ser en conjunto y puedo decir, porque así lo hemos comprobado, que cada vez hay más niños que juegan con muñecas, lo que es muy beneficioso. Creo que es algo que va a seguir evolucionando y seguramente ya hay muchos niños que piden Barbies sin que resulte extraño. Nosotros nos dirigimos a niños y a niñas.

Barbie aboga por la diversidad.

Barbie aboga por la diversidad. Cortesía

Faltan muchos referentes femeninos, porque ha habido grandes mujeres que la historia se ha encargado de invisibilizar. Vosotros como empresa trabajáis mucho en ese sentido.

Es fundamental tener referentes femeninos para las niñas. Si tú no ves reflejada una profesión como mujer es difícil que sueñes con desempeñarla algún día. Desde hace muchos años nos hemos enfocado en identificar referentes de diferentes profesiones que históricamente han estado desempeñadas por hombres. Hay que cerrar la brecha de los sueños, hacer que más niñas crean que pueden hacer lo que quieren.

Lo que hacemos es crear una muñeca que se parezca a alguna de ellas y creamos contenido para difundir su mensaje y su perfil. Es la línea Inspiring Woman, que son mujeres del pasado que han tenido profesiones relevantes como Catherine Johnson en matemáticas, Amelia Earhart, que fue la primera mujer piloto, o Frida Khalo en el mundo del arte. Son mujeres que han estado casi escondidas y es importante que las niños y los niñas las conozcan.  

Las mujeres siguen expuestas a contradictorias varas de medir y se mueven en terrenos pantanosos donde se les pide empoderamiento, pero también perfección y recato. ¿Hay una receta mágica para superarlo?

Educando con resilencia y autoconfianza.