Cualquiera que haya tenido acné sabe la pesadilla que puede llegar a ser. Los granos ocupan tu rostro y parece que, aunque te apliques todos productos del marcado, no se van a marchar nunca. Sin embargo, la empresaria y esteticista Cristina Galmiche ha logrado desarrollar un revolucionario método con el que le planta cara a esta temida y engorrosa afección cutánea.
Aunque primero tuvo que hacer una carrera porque a sus no les parecía muy serio lo de ser esteticista, a los 28 años Cristina Galmiche al fin logró hacer realidad su sueño. Para formarse, acudió a la Escuela del célebre visagista Jean D'estrées en Madrid. Allí aprendió a realzar las cualidades del rostro de una persona a través de la estética. “Así empecé, poco a poco, con mucha ilusión y mucho trabajo, estos más de 35 años de trayectoria profesional”, señala.
Pero para ella, el foco estaba “la necesidad de encontrar una solución real para las pieles más conflictivas que llegaban a mi centro: pieles con acné, sensibilidad, rosácea, dermatitis”. Ella misma había sufrido el acné de joven y comprendía a la perfección los problemas que causa. “Me marcó personalmente y profesionalmente, despertó en mí un compromiso absoluto por encontrar y ofrecer una solución efectiva con las herramientas que la estética ponía a nuestra disposición”, reconoce.
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Esa búsqueda fue la que le llevó a diseñar su propio método. “Sabía que la clave era definir un protocolo que fuera capaz de controlar los problemas que genera el exceso de grasa en la piel sin agredir, evitando al mismo tiempo alterar el equilibrio del manto hidrolipídico”, cuenta. Así nació el método Cristina Galmiche, que aplica con éxito en sus centros de estética en Madrid y Málaga.
Qué es el acné
El acné es una inflamación de la unidad pilosebácea que desencadena la formación de comedones, pápulas, pústulas, quistes e incluso nódulos. “Las causas de su aparición son diversas pero el proceso que desencadena la patología siempre es el mismo: se relaciona directamente con una sobreproducción de sebo en las glándulas sebáceas”, aclara la esteticista. Ese exceso de grasa termina rompiendo el tejido y abriendo el poro.
“Cuando esto sucede proliferan los comedones, microquistes y milliums. Después, surgen las paulas y póstulas, esos granos que duelen”, apunta Galmiche, “en ese momento se produce la infección a causa de la aparición de la bacteria Propionibacterium acnes. Es entonces cuando se manifiesta el acné”.
Cómo nos puede llegar a afectar el acné
En su larga trayectoria, Cristina Galmiche ha tratado a personas de todas las edades con acné. Así, señala que ha podido constatar cómo afecta psicológicamente, “especialmente, a la autoestima”, destaca y apunta que en la adolescencia, ese momento tan sensible, es cuando más se desarrolla.
Según datos de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), el 80% de los adolescentes de entre 13 y 18 años padecen acné. “El rostro suele ser lo primero en lo que fijamos la mirada, y en edades como la adolescencia, es muy habitual que no estén preparados para aceptar que es un proceso natural, aunque también nos está diciendo la piel que necesita cuidados porque afecta a la salud de la piel”, comenta.
También hay casos de acné adulto, en torno a un 20% de la población. “Es un problema cada vez más transversal y, por ello, creo que es importante cuidarlo de manera sostenible y prolongada, sin ‘recetas milagro’ o enfoques que después provocan rebrotes”, advierte la profesional. Además, recuerda que hay muchas mujeres que intentan camuflarlo a base de maquillaje, algo que puede ser un gran error. “Si este no es de calidad y seguimos un ritual de higiene y limpieza facial estricto, empeorará el problema”, alerta.
Además de la parte estética, Galmiche subraya que el acné puede convertirse en una carga psicológica, provocar ansiedad social, vergüenza, falta de confianza y distorsión de la visión de uno mismo.
“En el aspecto de relaciones personales, he llegado a tener clientas que no salían de casa, se aislaban cuando el brote estaba emergente. El acné puede ser muy limitador personal, social y laboralmente, no sólo porque afecta a la autoestima, que la merma de manera evidente, sino porque termina por influir en todos los ámbitos de la vida”, afirma.
Plantarle cara al acné
El método Galmiche contra el acné ha ido ganando en popularidad. Tanto que además de en Madrid, la esteticista se ha animado a abrir un centro en Málaga “por toda la gente que venía de allí”. La estrella indiscutible de su método es la oxigenación artesanal de la piel. “La oxigenación es la base de todo. Ningún tratamiento tiene sentido si no se limpia y oxigena antes la piel”, indica.
Se trata de una higiene profunda que limpia y desbloquea los poros con una extracción manual y 100% segura que podríamos considerar como el mejor tratamiento estético ante cualquier grano, espinilla o erupción. “Es el punto de partida para disfrutar de una piel que limpia, más nutrida, joven e iluminada”, comenta Galmiche.
Con ella, lo que se consigue es regular el proceso inflamatorio y la producción excesiva de sebo desde su raíz; que se encuentra en la unidad polisebácea y los conductos excretores del folículo, donde se almacenan la materia que termina generando el brote acnéico. “Mi enfoque contra el acné busca sanear la raíz de forma progresiva y con paciencia, en lugar de ofrecer una solución exprés que, en realidad, agrede el tejido y el organismo”, puntualiza.
Junto a la oxigenación artesanal, la experta diseña un protocolo de cuidado cosmético para seguir en casa, que adapta de forma personalizada para cada piel. “Ese sería el otro 50% del éxito de los resultados que conseguimos y, por supuesto, un seguimiento constante de la evolución de cada caso particular”, cuenta.
Cuidados para el acné
Pedimos a Cristina Galmiche recomendaciones para una persona con acné. En primer lugar, anima a realizarse una vez al mes una higiene profesional en cabina con facialistas expertas en la manipulación manual del tejido. Y, en segundo, mantener los resultados obtenidos en cabina con un ritual de limpieza personalizado en casa. “Las personas con acné tienen el problema de que su unidad pilosebácea produce grasa que se tapona y posteriormente es colonizada por una bacteria. Lo que conseguimos con la Oxigenación Antiacné y las extracciones es, por un lado, limpiar la lesión acneica y, por otro, regular la producción de sebo”, apunta.
Además, la experta insiste en la importancia de la técnica de la doble limpieza, que consiste básicamente utilizar dos tipos de producto para limpiarnos. Uno para retirar la suciedad oleosoluble que sólo se arrastra con bases de aceite —maquillaje o protectores solares—, por eso ella recomienda hacerlo con una leche limpiadora, y otro para las impurezas hidrosolubles —partículas de polvo y células muertas— que desaparecen con la ayuda de un tónico o loción.
“Mi ritual de limpieza incluye un tercer paso, perfeccionando el concepto de doble limpieza. Gracias a él, además de limpiar, conseguimos equilibrar el pH cutáneo y así calmar, oxigenar y fortalecer nuestra piel. Por último, habrá que elegir una crema o sérum que contenga activos equilibrantes, purificantes, reguladores de la producción de sebo y que activen la circulación sanguínea”, cuenta la profesional.
Trucos de experta contra el acné
Además, dada su larga trayectoria cuidando pieles con acné, Galmiche nos desvela algunos de sus trucos para el cuidado de esas pieles.
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No utilizar cosmética abrasiva y con activos que saturen la piel.
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Buscar el asesoramiento de especialistas en la piel a la hora de comprar un producto.
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No manipular nunca la lesión.
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Lavar con frecuencia la ropa de cama, toallas y todo aquello que esté en contacto con la piel del rostro -bufandas, fulares, etc.
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Descartar el uso de toallitas desmaquillantes y maquillajes densos y mal conservados.
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Evitar el uso del agua como recurso de limpieza porque reseca el tejido cutáneo y resta humedad -uno de los principales problemas de una dermis reactiva, con sensibilidad o acné-, en su lugar, podemos usar agua hervida o mineral.