'Si es tóxico no es amor', el libro para aprender a detectar una relación destructiva y conseguir relaciones de pareja saludables
La psicóloga Eva Gutiérrez conocida en redes como @evapsicologia publica su libro con el objeto de difundir los comportamientos y situaciones que no deberíamos tolerar en nuestras relaciones de pareja y que ella misma sufrió.
2 enero, 2024 13:54¿Por qué una persona normal, con una vida y un entorno normales puede acabar en una relación destructiva?, ¿por qué se porta tan mal contigo?, ¿por qué te resulta tan difícil romper a pesar de que sabes que es lo correcto?, ¿es que acaso no eres capaz de construir un amor sano?
El libro Si es tóxico no es amor (Somos B, 2023) da respuestas a estas y muchas otras preguntas basándome en ejemplos de consulta y en mi propia experiencia.
Por si aún no me conoces, mi nombre es Eva Gutiérrez y soy psicóloga, aunque no siempre lo he sido. De hecho, trabajé como contable muchos años y me lancé a estudiar Psicología porque tenía la necesidad de entender por qué yo, una persona normal, con una vida normal, había estado atrapada durante años en una relación tóxica. Por más vueltas que le daba no entendía cómo yo había caído en una relación de pareja que me estaba destruyendo y era incapaz de salir de allí.
La persona equivocada
Mi historia comienza como otras muchas: me enamoré de la persona equivocada. Pero claro, entonces yo no lo sabía. Al principio todo era fantástico, pero con el tiempo las cosas comenzaron a cambiar. Primero vinieron pequeños roces, a los que yo quitaba importancia pensando que eran malentendidos, pero poco a poco, se fueron convirtiendo en malas caras, voces que fueron subiendo de volumen, reproches, mentiras...
Y la cosa no quedó ahí. Mi pareja de la nada comenzaba una discusión, me culpaba de situaciones que yo no había causado, tenía que darle explicaciones de lo que hacía, controlaba toda mi vida, cuando se enfadaba conmigo podía estar días sin hablarme… Sin darme cuenta, fui dejando de ser yo misma para intentar que no se enfadara e invertía toda mi energía en que la relación funcionase… aunque la realidad era que me estaba consumiendo por dentro.
Yo era consciente de que mi relación no era sana, que me estaba haciendo muchísimo daño, que no era feliz y que no me podía permitir seguir así. Pero, por paradójico que parezca, no era capaz de salir de ahí.
Ayuda profesional
Necesitaba ayuda. Y finalmente la busqué. Me costó muchísimo encontrarla porque, incluso entre profesionales, todavía hay mucho desconocimiento sobre las relaciones tóxicas. No fue un camino sencillo, es cierto, pero hoy puedo decir que con la ayuda profesional adecuada se sale de esa situación. Yo soy el ejemplo de ello.
Posteriormente me formé. Estudié Psicología y me especialicé en relaciones de pareja, maltrato, trauma y dependencia emocional porque sabía que con formación y con mi propia experiencia podía ayudar a otras personas que han pasado o están pasando por lo mismo que yo pasé.
Y no me equivocaba. Hay muchísimas personas, demasiadas, que están sufriendo situaciones muy similares a las que yo viví y que se sienten como yo me sentía entonces. A día de hoy, en mi trabajo como psicóloga, personas con vidas muy diferentes entre sí me dicen cosas muy similares como…
No entiendo por qué me trata tan mal.
Con lo bien que estábamos al principio, no sé en qué momento todo comenzó a cambiar.
Explota por cualquier cosa y ya no sé qué es capaz de hacer cuando se pone así.
Parece que todo lo hago mal, todo lo mío le molesta.
Ya no me atrevo ni a abrir la boca por si digo algo que no le guste y se vuelve a enfadar.
Controla todo lo que hago, con quién salgo, a dónde voy, qué me pongo…
Hemos roto nuestra relación infinidad de veces, pero al final siempre acabo volviendo aunque sé que nada cambiará.
No sé por qué soporto todo esto.
Ya no me reconozco ni cuando me miro en el espejo.
Llegó un momento en el que sentía la necesidad de dar visibilidad a todas estas situaciones y en el año 2022 me lancé a las redes sociales (puedes buscarme como @evapsicologia) con el objetivo de divulgar sobre comportamientos y situaciones que no deberíamos tolerar en nuestras relaciones de pareja.
Mi sorpresa fue lo tremendamente normalizados que están muchos comportamientos que de normales no tienen nada, ya que esconden detrás mucha violencia, a veces muy sutil, pero que hace muchísimo daño a quien la sufre.
Así que hace más o menos un año, cuando me preguntaron si alguna vez me había planteado escribir un libro sobre relaciones tóxicas, me di cuenta de lo necesario que era.
No me lo pensé dos veces y me puse manos a la obra. Mi finalidad es muy clara: que todo aquel que lea Si es tóxico no es amor aprenda a detectar a tiempo las señales de alarma que pueden hacer que una relación se vuelva tóxica y dotar al lector de todas las herramientas necesarias, para que pueda romper con vínculos destructivos y aprenda a construir relaciones basadas en el amor de verdad.
Un libro útil
No esperes encontrar un libro académico ni una enciclopedia… no. Si es tóxico no es amor es un libro que nace para ser útil, no solo para quienes están viviendo ahora mismo (o han vivido) una relación tóxica, sino para todas las personas interesadas en aprender a construir relaciones sanas.
Es una guía totalmente práctica, repleta de ejemplos reales sacados de consulta y de mi propia experiencia personal y con ejercicios para que vayas poniendo en práctica.
Si es tóxico no es amor es una invitación a replantearnos la forma de entender y de construir nuestras relaciones para poder romper con los vínculos tóxicos y aprender a construir relaciones basadas en el amor sano.
Es un viaje de lo tóxico a lo sano, de la oscuridad a la luz, que espero de todo corazón, que sirva a todas las personas que lo lean.
Porque hay relaciones que comienzan como un sueño, pero acaban convirtiéndose en una pesadilla.
Hay relaciones construidas a base de mentiras, reproches, celos y control en las que se normalizan comportamientos de violencia sibilina, como si vivir en paz no fuera una opción.
Hay relaciones que solo te harán feliz cuando hayas salido de ellas.
Y tú mereces dejar de pasarlo mal.
Mereces que te quieran bien.
Porque tú vales mucho. Recuérdalo siempre.
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