Alegre, enérgica y cercana, habla deprisa y segura de sí misma, desde la verdad, con pasión y en el compromiso lúcido de estar y saberse en un momento profesional espléndido; en un presente personal, público e íntimo, luminoso y pleno; en un sitio merecido, ganado a pulso a lo largo de casi cinco décadas de carrera.
La actriz Luisa Gavasa (Zaragoza, 1951) derrocha luz y ganas de vivir e ilusión. A sus casi 73 años tiene la agenda repleta de nuevos proyectos que están por venir a corto, medio y largo plazo. Se hizo popular por sus magnísicas interpretaciones en series de televisión como Amar en tiempos revueltos y más recientemente en El Ministerio del tiempo o Las chicas del cable, entre otras muchas, pero lo cierto es que desde que se estrenó en el cine en 1977, no ha parado.
Con 65 años, tras cuatro décadas de trabajo, su carrera se vio impulsada gracias a la película La novia por la que obtuvo un Premio Goya en 2016 y el Premio Feroz. Este largometraje le abrió las puertas para trabajar con cineastas como Agustí Villaronga, Javier Fesser, Julio Medem, José Luis Garci o Félix Viscarret. Sus proyectos cinematográficos estrenados en 2023 se han transformado en nuevas propuestas de trabajo, en numerosos reconocimientos profesionales, en nominaciones y probablemente, ojalá, en muchos premios que habrán de llegar en este nuevo 2024 que Luisa pisa con fuerza y desparpajo, con alegría y tesón.
Gracias a la película El maestro que prometió el mar, de la realizadora Patricia Font, Gavasa fue nominada en los Premios Feroz 2024 y ahora opta a llevarse el Goya a Mejor Actriz de Reparto en la 38 edición de los galardones. La cinta, cuyo guion es una adaptación de la novela de Francesc Escribano, pone en valor la educación, la cultura y la lucha de los familiares de los represaliados por el franquismo que, todavía a día de hoy, buscan a sus familiares desaparecidos. Cuenta la historia real del maestro Antoni Benaiges, con emoción, sensibilidad y aplomo. Gavasa interpreta el papel de Charo con apabullante honestidad.
Por otra parte, el cortometraje París 70, dirigido por Daniel Feixas, le ha valido a Luisa Gavasa el Premio Mejor Actriz en el Festival Alma. El corto fue nominado en los prestigiosos Premios Forqué y actualmente compite para llevarse el Goya 2024 a Mejor Cortometraje de Ficción, tras revelarse como el corto más premiado del cine español, cerrando el año 2023 con 94 reconocimientos. En él se exploran nuevas formas de relacionarse, desde el amor y el respeto, con el olvido y el dolor de las personas afectadas por Alzheimer. Es una historia emotiva y valiente en la que Gavasa interpreta a una madre enferma sostenida y cuidada por su hijo.
La intérprete ya ha sido premiada y ahora está nominada gracias a dos proyectos que nada tienen que ver entre sí y que, sin embargo, comparten la memoria como eje vertebral de la historia: la memoria física en el corto París 70 y la memoria histórica en el largo El maestro que prometió el mar.
¿Desde dónde se enfrenta a la pérdida de memoria de su personaje en el corto París 70 y cómo profundiza en el dolor implacable de perderse a sí misma?
Cuando me llegó el guion y la propuesta de hacerlo me enamoré enseguida de mi personaje, porque yo lo he vivido junto a mi abuela, no el Alzheimer, o tal vez sí, ya que, en aquella época, el año 70 o 73, ella tenía síntomas que eran diagnosticados como una demencia senil. Ha sido una manera de hacer un reconocimiento a esa abuela a la que tanto he querido. El personaje es un regalo, está llena de ternura, incluso de humor, a pesar y dentro de todo lo que vive.
También me parece importante hablar del rol de los cuidadores, y de esta enfermedad que nos está asolando, que está ahí, que no se va a ir, porque hay que defenderla y cuidarla desde la Sanidad Pública.
Un personaje que va a poder desarrollar y profundizar en breve…
Sí, porqué el corto Paris 70 va a ser un largo de la mano de la productora Morena Flims; es de los pocos cortos que pasan a ser un largo con tanta rapidez. Se trata de una historia que tiene mucha trayectoria, creo que va a ser un largo muy hermoso y el salto no va a consistir en estirar el corto, sino que van a entrar otros personajes y otras situaciones, aunque el Alzheimer termina como termina, eso lo sabemos todos.
En el corto se explora y muestra cómo podemos enfrentarnos a esta enfermedad terrible desde el respeto y el amor, dignificando a las personas que la sufren, no anulándolas o borrándolas más de lo que ya están…
Sí, estuvimos en contacto con asociaciones que dan apoyo a familiares de enfermos y nos hablaban de la importancia de cuidar la dignidad de estas personas. A diferencia de otras enfermedades en las que tú puedes tomar decisiones, con el Alzheimer, cuando ya no sabes ni quién eres, ni quiénes son los que te rodean, todo es muy tremendo, muy duro. Es necesaria una plataforma de ayuda psicológica y también de alegría para que esa persona, dentro de su no saber, pueda al menos disfrutar de algo para que no todo sea un infierno.
Usted gana un Premio Goya por la película 'La novia' en 2016, ¿cómo recibe en 2023 esta nueva nominación de la Academia de Cine en la categoría de Mejor Actriz de Reparto por el largo 'El maestro que prometió el mar'?
Con mucha sorpresa porque, sinceramente, no lo esperaba. Es un personaje mjuy bonito pero no imaginaba que tendría esta proyección. La película ha sido un éxito, llevamos dos meses en cartelera llenando los cines, aún siendo una película pequeña y de autora (Patricia Font), de pronto empieza a crecer y crecer, y ahora es una de las más vistas en España después de Ocho apellidos marroquís. Lo cual quiere decir que a la gente le importa el tema que trata más de lo que parece o nos hacen creer, frente a comentarios como "por qué volver a hablar de la guerra, aquello ya pasó, para qué abrir heridas".
Señores, las heridas, si no se supuran, si no se limpian, se enquistan. Hay un segmento importante de personas en este país que no saben lo que pasó o lo saben mal, que no sé qué es peor. Y hay un hecho evidente y flagrante: en este país sigue habiendo miles de fusiladas y fusilados en fosas comunes. Y eso no es digno. No es digno ni siquiera para la gente religiosa, porque no es piadoso. Todos los seres humanos tienen derecho a un buen entierro. Y desde el punto de vista político es vergonzoso e inadmisible.
Y ahora que hay partidos políticos que pretenden derogar la Ley de Memoria Histórica, esto puede seguir hasta la eternidad. Además, entre los asesinados y asesinadas en la guerra hay muchos españoles y españolas cuyo único delito cometido fue el de ser maestros, porque se cebaron con ellos, se cebaron con la inteligencia.
A día de hoy, en España, ¿hay vivos que quieren seguir callando a los muertos? Usted que ha vivido la transición, ¿qué siente y opina del presente en el que estamos políticamente?
Primero, creo que, a lo largo de más de 70 años, ni gobiernos de izquierda ni de derechas han hecho nada, o poco, por este tema. Segundo, estamos en una involución, puesto que hay partidos políticos que quieren derogar cualquier iniciativa que pueda servir para sacar muertos de las fosas. Y tercero, estamos yendo hacia atrás en todo, mientras VOX esté ahí diciendo las barbaridades que dice y mientras la gente les siga votando.
Yo no sé que nos está pasando en este país. Yo, que he vivido en una dictadura, que he vivido una transición, que he visto un golpe de Estado, gobiernos de izquierdas y de derechas, un Rey que tiene que coger una maleta y se tiene que ir a Abu Dhabi… En fin, voy a cumplir 73 años y no puedo entender que todavía estemos así, yendo hacia atrás. Mis nietos están peleando todavía cosas y derechos que defendí yo hace 50 años. ¿Qué está pasando en este país para que haya chicos de 15 años que van a cantar el 'Cara al sol', que no saben ni lo que dicen? Yo sí lo sé.
¿Por qué sigue haciendo daño o molesta o da miedo la inteligencia y la cultura?
Porque no interesa, porque un pueblo tonto es más fácil de manejar que un pueblo inteligente. Es el pan y circo, el pan y toros, el pan y fútbol… El problema es que la gente no sabe o no quiere saber. Hay gente de 20 años que no sabe quién era Franco, ni sabe que hubo una revuelta militar en un momento en el que había una República democráticamente elegida por el pueblo contra la que este señor se rebeló. Y hubo una guerra y luego una posguerra que fue lo más cruel del mundo. Los vencedores, se supone, tienen que ser magnánimos con los vencidos. Pues eso no pasó en España, la represión de Franco fue feroz.
Usted que se dedica a la búsqueda de la verdad a través de las ficciones, ¿considera que la cultura tiene una especial relevancia y responsabilidad en cuanto a mostrar otras realidades y contar la historia desde otros lugares y puntos de vista?
Sí, por supuesto, por eso cuando me llega el guion de El maestro que prometió el mar lo primero que pienso es que es una película muy necesaria. Yo vengo de una familia de la República, mi abuelo era maestro, me tocaba todas las partes emocionales y además porque creo que hay que saber. Yo no tengo ningún problema con la gen gente que no piensa como yo, faltaría más. Esto es una democracia, cada uno que piense como quiera, pero lo que no se puede hacer es negar la verdad, ni tapar lo que se está tapando.
¿Dónde está la dignidad de este país? ¿Dónde está el honor de los españoles que permiten que siga habiendo otros hombres y mujeres españoles metidos bajo tierra como perros? Que tenían unas ideas y las defendieron y por eso murieron. Se cometieron tantas atrocidades... Hay que sacarlas fuera para que la gente las sepa y el cine es un medio para ello, por supuesto. Porque si la gente no conoce la historia, va a repetirla. Ahora estamos en un momento de una enorme crispación, hay gente a la que le gusta crispar las cosas, volver a frases como "España se rompe" o "España va peor que nunca". ¡Si vamos mejor que nunca! España va bien, yo no pretendo que a todo el mundo le guste Pedro Sánchez, pero solo hay que mirar los datos,. Lo que pasa que a la derecha nunca le ha gustado ver a la izquierda en el gobierno, siempre creen que les estamos robando algo y no, ya está.
¿Qué pasa o le ha pasado a Luisa Gavasa cuando expresa públicamente su postura y opiniones en entrevistas o en redes sociales?
Una vez se hizo viral una frase mía con relación a las fosas. Mi hijo me advirtió: "Mamá, ni entres". Yo ya no entro en las redes, ¿para qué? ¿Para oir cómo me llaman roja de mierda ojalá te peguen un tiro en la nuca? Porque estas son las cosas que se dicen por ahí, estamos en ese nivel.
¿A qué cosas, causas o personas, se aferra, además de su trabajo, para sentirse bien, para salir adelante, para estar contenta?
Muy sencillo, a la vida, que es lo más maravilloso que tenemos. Soy la mujer más feliz del mundo porque estoy rodeada y llena de cosas bellísimas, tengo una familia maravillosa, estoy enamorada, afortunadamente no tengo hipotecas, tengo una finca preciosa. Hay seres que me quieren, tengo muchos amigos y amigas maravillosas, tengo un trabajo que amo, estoy sana.
Obviamente me preocupa mucho todo lo que sucede a mi alrededor, se me rompe el corazón cada vez que veo lo que está sucediendo en Gaza y muchas otras cosas terribles que te tocan. Si no fuera así, no sería un ser humano. Pero Luisa Gavasa lo que procura, porque amo la vida profundamente, es vivirla lo mejor que sé, lo más dignamente posible, dando lo mejor de mí a los demás y con la cabeza muy alta.
Volviendo al inicio de nuestra charla, ¿en qué momento profesional siente que está? El Premio Goya que recibió en 2016 le cambió la vida, ¿podría ocurrir algo similar si gana el Goya en 2024?
Sí, claro, el Goya por La novia me ayudó mucho, me abrió la puerta grande del cine, desde entonces no he hecho más que trabajar con grandes directores. Pero ahora relativizo todo bastante más, si me lo dan estupendo, y si no me lo dan, he estado nominada y lo importante es todo lo que está pasando a mi alrededor, que es
maravilloso. Pero no voy a llevarme el disgusto de mi vida.