Mujer.es del grupo Henneo se ha consolidado en apenas dos años como un vertical de referencia. Responsable de ello es su directora, Sonia Fornieles (Almería, 1975), una de las ocho mentoras de la colección solidaria 'ByBy' de Pedro del Hierro.
Ha trabajado en muchos medios y conoce el "ecosistema" a la perfección. La entrevisto en la redacción del grupo Henneo en Madrid, un viernes en el que la mayoría de la plantilla teletrabaja. El edificio semiindustrial está en una zona interesante, cercana a la estación de Atocha.
La periodista, aficionada al rugby y exjugadora de este deporte, es una persona bien dispuesta y cálida. Le gusta escribir y dar vueltas a las cosas. "Cualquier tema es bueno para hablar sobre él", dice a Magas. Hablamos de la profesión, de feminismo, de la obsesión por el físico y de su mentoría en el proyecto 'ByBy' de Pedro del Hierro a la exgimnasta olímpica y seleccionadora nacional Alejandra Quereda.
El beneficio íntegro de la colección de capas 'ByBy' se destinará a uno de los ocho proyectos de impacto social seleccionados. El vinculado en este proyecto a Sonia Fornieles es la Asociación AMELyA Lupus.
Mujer.es salió el 8 de marzo del 2022. ¿Qué balance hace de estos casi dos años?
Buenísimo. En tan poco tiempo nos hemos convertido en un medio muy conocido e, incluso, me atrevería a decir de referencia. Empezamos como una web y ahora tenemos, además, una revista en papel que sale cuatro veces al año. Se entrega gratuitamente con 20 Minutos.
Hacemos también una serie de eventos que dan sentido al mensaje que queremos transmitir, relacionados con el liderazgo y emprendimiento femeninos, con el desarrollo de la mujer y también con temas algo más frívolos como son la belleza y la moda. Hemos creado un universo bastante sólido. Estoy muy contenta. Tengo un equipazo.
¿Cómo ve la evolución de la prensa para mujer?
Llevo oyendo muchos años que el papel se va a terminar. Afortunadamente no ocurre, e incluso es muy grato ver que surgen nuevas publicaciones como la nuestra. Estas publicaciones han dejado atrás la idea de mujer como maniquí. Ahora son un escaparate de tendencias y valores para la mujer real de todos los gustos, todas las alturas, complexiones y pesos. Incluso la propia industria de la moda ha diversificado tallajes. También la sostenibilidad está mucho más a la orden del día.
¿En qué se diferencia Mujer.es de otras revistas femeninas?
Tiene las secciones y los temas que te puedes encontrar en otra revista femenina y que atraen al lector: moda, belleza, estilo de vida, tendencias, destinos, actrices que son embajadoras de marca… No tenemos corazón, pero sí una pata muy fuerte de liderazgo y empoderamiento femenino. Damos a conocer la fuerza que está cogiendo la mujer en la sociedad y su desarrollo en puestos directivos. Es enriquecedor y muy importante que las niñas conozcan esos referentes.
¿La preocupación por la belleza y el cuidado personal puede ser obsesiva?
Sí, claro. Siempre ha existido el culto al cuerpo, pero todo se ha agravado con la llegada de las redes sociales y los filtros. Estamos rodeados de estímulos que fomentan la obsesión y ocurre cada vez a edad más temprana. Yo misma. Cuando era más joven e inconsciente, hice un montón de dietas para intentar quitarme kilos y meterme en un vestido. Con la madurez y la perspectiva -tengo 48 años- relativizas y pones en orden tus prioridades y valores.
Si tu salud mental no es una prioridad y sí lo es estar delgada, claro que es una obsesión. Hay influencers jovencitas ya retocadas. Tienen todo perfecto: la nariz, el pelo, la boca… Una niña de 15 años cuya personalidad no está desarrollada, puede pensar al verlas que ella no cumple con los cánones estéticos. Es triste y peligroso. Hay que hablar con ellas, educarlas en casa y en el colegio.
El uso de los filtros de la cámara puede acabar siendo patológico.
He entrevistado a médicos estéticos y dermatólogos. Dicen que hay chicas que les enseñan la imagen de la nariz o las cejas con filtro para que se las dejen igual mediante tratamientos medico estéticos. Cuando se miran al espejo quieren ver la imagen con filtro que han publicado en Instagram. Afortunadamente, los médicos pueden poner sentido común a todo esto.
Usted escribía en una editorial que vestir bien no es caro, pero que hay que ir bien vestido acorde a la ocasión.
Lo escribí a raíz del acoso que sufrió la experta en moda, Anita Ruiz, cuando escribió un tweet sobre lo inapropiado de la vestimenta de Francina Armengol el día de la investidura de Feijóo. Parecía que iba a la playa. Se viralizó y recibió 6.000 comentarios despectivos metiéndose con su imagen personal. Decían que si no tienes dinero no puedes vestir bien. Es falso. Yo apoyé a Anita porque creía que su mensaje era adecuado. Cuando uno trabaja y representa a una institución tiene que vestir de manera adecuada.
Cuánta violencia hay en Twitter…
Eso es Twitter: vomitar todo lo que se te pase por la cabeza. Mucha gente tiene tiempo libre y ganas de insultar por insultar.
¿Está en auge la preocupación por el bienestar mental?
Sí. Ahora actores, cantantes, políticos, hablan de ello, de si van al psicólogo, al terapeuta… Antes los problemas psicológicos estaban más estigmatizados.
Cada semana escribe un editorial. ¿Qué temas le interesan?
Me interesan todos. Intento circunscribirme al universo mujer, pero me interesa la política, la monarquía… Esta semana hablaba de Leonor. Independientemente de lo que opine cada uno, la institución existe. Somos una monarquía parlamentaria y cuanto mejor preparados estén nuestros monarcas, mejor nos irá.
Otros temas son, por supuesto, la moda, la ecología, el culto al cuerpo, la actualidad… Me acuerdo de cuando criticaron a una política porque se preocupaba de pintarse los labios de rojo. ¿Y qué? Cualquier tema es bueno para hablar sobre él. Me gusta escribir y dar vueltas a las cosas. Soy muy afortunada porque tengo esta columna semanal.
Usted ha escrito mucho de feminismo. ¿En qué punto nos encontramos?
Hasta que el 100% de la sociedad no entienda que feminismo no es lo contrario de machismo, no habremos ganado una batalla importante que es la del concepto mismo de la palabra.
Se han dado muchos pasos para que la igualdad de derechos entre hombres y mujeres sea un hecho, pero queda mucho. Todavía hay brecha salarial, hay muy pocas mujeres en puestos directivos dentro de las grandes empresas, poca representación femenina en comités de dirección… aunque cada vez más.
Decía Charo Izquierdo que los estudiantes debían buscar otros caminos. Entrar de becario y quedarte en ese medio es cada vez más difícil. ¿Está de acuerdo?
Antes, en la redacción de una revista o de un periódico había muchísima gente. Solo existía el papel y se trabajaba todo muchísimo. Ahora se han reducido muchísimo las plantillas. La inmediatez ha hecho que no se dedique tanto tiempo a los reportajes y hay más colaboradores externos.
Por otra parte, el universo de profesiones relacionadas con el periodismo o con la información se ha ampliado mucho. Antes elegías entre prensa escrita, radio o televisión. Ahora también están las redes sociales, las consultorías y asesorías de comunicación, los influencers, a los que les presupongo algo de preparación y sentido común.
Es más difícil empezar como becario y consolidarte en ese grupo, pero hay más medios para poder divulgar. Por ejemplo, en el campo audiovisual, además de la televisión, tienes Switch, Instagram, Reels, Tiktok, etc…
¿Qué aconsejaría a los estudiantes de periodismo?
Si solo quieren estudiar Periodismo porque les atrae el brillo o el glamour de las personas que están expuestas al público como presentadores e influencers, que piensen que son muy pocos e igual esa no es su carrera.
El periodismo es una herramienta buenísima para divulgar, para comunicar, siempre desde el contraste de la información y las fuentes. Somos muy privilegiados porque podemos acceder a gente que sabe muchísimo y hacer comprensibles sus mensajes.
Es verdad que la profesión tiene handicaps: hay mucha precariedad, los sueldos son bajos, las jornadas largas, a veces no hay fines de semana... No porque sea una profesión vocacional hay que dejar de exigir unas buenas condiciones laborales.
¿La conciliación es una quimera?
En mi caso sí. Yo lo intento, quizá no con todas las ganas. Eso habría que preguntárselo a mi marido, que es maravilloso. De hecho, su jornada laboral le ha permitido ocuparse más de nuestro hijo y estar ahí cuando yo he tenido un cierre. Pero, en general, mientras el cuidado de hijos y mayores y las labores de la casa recaigan sobre la mujer, la conciliación seguirá siendo una quimera.
Como mentora de Alejandra Quereda, seleccionadora nacional de gimnasia rítmica, ¿qué le ha aconsejado?
Ha sido Alejandra quien me ha dado una lección de capacidad de sacrificio, voluntad y valentía. Fue capaz de sacarse la carrera de Medicina mientras entrenaba para los JJ. OO. Impresionante. Hablamos de poner la misma creatividad que había puesto a la hora de diseñar la capa en su trabajo día a día con las chicas y en las coreografías.
Que Pedro del Hierro haga este tipo de proyectos también me parece una labor importantísima y dice mucho del grupo Tendam. El 100% del beneficio de la venta de las capas se va a destinar a una de las ocho causas seleccionadas. Ojalá sea Amelia Lupus. Hacen una labor fantástica de divulgación, acompañamiento y concienciación, pero si no, las otras siete me parecen igual de importantes y loables.
También agradezco a Pedro del Hierro que me haya elegido como mentora junto a ese elenco de periodistas a quienes admiro tanto. Da vértigo. Charo Izquierdo fue mi jefa en Prensa Ibérica y ha sido una de las mujeres de las que más he aprendido. Es una gran persona.