Si hay algo que caracteriza a las series de narcos es que en ninguna aparece una mujer como máximo líder de un cartel. Griselda llegó para cambiarlo. La miniserie protagonizada y producida por Sofía Vergara está basada en la historia real de Griselda Blanco, la única mujer que a finales de los años 70 convirtió el negocio de la droga en un imperio multimillonario, ejerciendo su sangriento y criminal reinado en un territorio que hasta su llegada estaba reservado solo para los hombres. 

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La Historia, esa misma que se escribe en mayúsculas, ha eclipsado a Griselda. Conocida como ‘la jefa’, ‘la reina de la cocaína’, ‘la viuda negra’ (no está comprobado que haya asesinado a sus tres maridos) o ‘la madrina’, la colombiana prácticamente profesionalizó el tráfico de cocaína a gran escala en EE. UU.

Mientras crecía su poder, más sangre corría, sobre todo en Miami, "su territorio". En la cúspide de su éxito logró introducir mensualmente a EE. UU. alrededor de 1.5 toneladas de cocaína, a medida que la demanda iba en aumento, se incrementaba su fortuna.

Fotograma de la serie 'Griselda' Netflix

No por nada, en el primer capítulo de la miniserie de seis episodios, se citan las palabras que supuestamente dijo uno de los narcotraficantes más famosos de la historia, Pablo Escobar: "El único hombre al que le he tenido miedo, fue a una mujer llamada Griselda Blanco". En los anales históricos y reportes policiales se cuenta que cuando ya Griselda era ‘la jefa’, Escobar apenas comenzaba a figurar.

Si bien la serie se sustenta tanto en personajes como en hechos reales, basta comparar la trayectoria de Blanco con el desarrollo de cada episodio para encontrar algunas libertades, interpretaciones y personajes que pertenecen a la ficción. En esta ‘dramatización ficticia basada en hechos reales’ tal como reza la aclaratoria; sin embargo, se le saca el máximo partido a los aspectos, hechos y circunstancias principales y más significativos de la historia de Griselda Blanco.

Sofía, la jefa que rompe barreras

Como cofundadora de Latin World Entertainment, que inició operaciones en 1994, Sofía Vergara ha dado muestras de su buen olfato para las historias. Durante 15 años la vida de ‘La madrina’ la estuvo tentando hasta que se juntaron las buenas circunstancias y el momento idóneo para sacar adelante el proyecto dirigido por el colombiano Andrés ‘Andy’ Baiz.

A pesar de que la figura de Blanco ya se había explorado en telenovelas, así como en el telefilme Griselda: La reina de la cocaína (Guillermo Navarro, 2017) protagonizado por la oscarizada Catherine Zeta-Jones, ya con Sofía Vergara poniéndole cuerpo y ganas a este personaje, no va a ser tarea fácil disociar a actriz colombiana de Blanco, quien por cierto nunca cumplió la condena que sumaban sus crímenes. 

En la intensa campaña promocional de la miniserie producida por Netflix, la también productora y empresaria ha contado sobre los hilos que la unen a la increíble y oscura historia de Griselda. 

Fotograma de la serie 'Griselda' Netflix

Desde el punto de vista personal, en 1996, cuando en Colombia el narcotráfico hacía despliegue de un poder sin mesura, fue asesinado su hermano mayor Rafael, quien mantenía una relación estrecha con el negocio de la droga. Tomando en cuenta el peligro, Vergara, quien para la fecha ya llevaba viviendo un año en EE. UU., decidió sacar a toda su familia de Colombia para establecerla en Florida.

No obstante la intérprete mundialmente conocida por Modern Family siempre ha declarado su fascinación hacia las series y películas que giran en torno al narcotráfico, de hecho se ha confesado una seguidora de la serie Narcos, "a pesar de que soy colombiana", acota, como también ha reiterado la diferencia de Griselda con respecto a las otras producciones sobre narcos y carteles que le han dado ya la vuelta al mundo.

Sofía se refirió a esa diferencia en un programa de televisión transmitido en EE. UU. y en gran parte de América Latina. "Griselda es más del empoderamiento de una mujer, cómo hace para llegar a un nivel más alto que los hombres", comentaba sobre ese personaje que interpreta notablemente. Este aspecto diferencial es sin dudas uno de los grandes atractivos de la serie. 

"Pienso que Griselda Blanco, con su inteligencia, su astucia, si no se hubiera ido por el mal camino, hubiera podido ser presidenta de Colombia o de una multinacional, pero perdió la cabeza", zanjaba la estrella colombiana que conoce a la perfección lo que significa derribar barreras y hacerse valer y escuchar.

En esto de hacerse de un lugar en un terreno dominado por hombres, además de machista, el personaje de la policía June Hawkins es otro de los grandes aciertos de la serie. Desde el otro extremo, el que llamamos ‘el de los buenos’, June aporta al relato la resiliencia y lucha de una mujer que ama su trabajo, pero que cada día se da de narices con un muro construido con ladrillos de misoginia pura y dura.

Fotograma de la serie 'Griselda' Netflix

June Hawkins, interpretado por la actriz colombo-estadounidense Juliana Aidén Martínez, corresponde a un personaje real. Esta madre soltera, que primero se desempeñó como analista de inteligencia, fue una de las primeras mujeres detectives de homicidios en el cuerpo policial de Miami, y gracias a su insistencia, pericia e inteligencia, lideró la búsqueda y captura de Griselda Blanco.

Boss like Griselda

De ninguna manera Sofía percibe como heroína a Griselda, ya que su osadía y valentía decantaron en crueldad. Con "perder la cabeza" Vergara se refiere a la cantidad de crímenes que cometió ‘La jefa’, en parte a causa del creciente consumo de estupefacientes, pero también con la finalidad de expandirse, solidificarse y mantenerse en el poder. La miniserie recopila algunos de los cientos de asesinatos que ordenó ejecutar, como también pocos de los que ella misma cometió. 

Los creadores de Griselda se propusieron humanizarla, pero quizás resulta chocante el énfasis y la reiteración como una abnegada madre; Vergara interpretando a Blanco le recuerda a sus hijos varias veces: "todo lo que hago lo hago por ustedes y por la familia". 

Por otro lado, se plasman la astucia e inteligencia de Blanco al escenificar cómo se valió de varios recursos y cómo puso en práctica estrategias que los jefes de los carteles de aquel momento no habían ni contemplado. Griselda creó alianzas con vejados y marginados sociales, por ejemplo con trabajadoras sexuales de Medellín y los llamados Marielitos, asegurándose una fidelidad inquebrantable.

Fotograma de la serie 'Griselda' Netflix

Los Marielitos le deben su nombre al ‘Éxodo del Mariel’, el puerto a unos 40 kilómetros de La Habana, desde el cual partieron cientos de cubanos en dirección a Florida en 1980. La gran mayoría de ellos  provenían de cárceles y manicomios, liberados por la dictadura castrista; al no tener oportunidades en EE.UU, a cambio de empleo y riqueza, ‘La madrina’ formó con ellos un ejército con el que desató una verdadera guerra en Miami.

Puede que el mito que rodea a Griselda no deje ver la historia real, y más cuando todo parece rimbombante. De ella se cuenta que prácticamente creció en la calle, huyendo de su madre alcoholizada y violenta, que empezó a delinquir desde muy temprana edad y hasta se le atribuye un asesinato cuando tenía sólo 11 años.

Hay quienes afirman que ejerció la prostitución antes de iniciarse en el negocio de las drogas, por lo que al momento de establecerse en Miami mantenía amistades y conexiones con trabajadoras sexuales; se hizo de una legión de ellas para introducir cocaína en EE. UU. transportada en la ropa interior y accesorios de esas mujeres.

Fotograma de la serie 'Griselda' Netflix

Como reminiscencia de los sujetadores de las mulas de Griselda, Michael Corleone Sepúlveda Blanco, el único hijo – de los cuatro - que sobrevivió y abandonó el narcotráfico cuando en 2012 un sicario le asestó dos tiros en la cabeza a su madre cuando esta tenía 69 años, actualmente comercializa la marca de ropa Pure Blanco. 

A todas estas, que no nos extrañe que las camisetas que llevan el eslogan ‘Boss like Griselda’ - a 27 dólares por pieza - se empiecen a vender como pan caliente a raíz del éxito que está alcanzando la miniserie que Michael intentó detener demandando a la productora de Sofía Vergara y a Netflix por "uso indebido y sin autorización" de la imagen de Griselda Blanco.