“Autoras de palabra con Rosa” charla con la recién nombrada presidenta del Consejo de Estado: Carmen Calvo, una de las voces feministas más reconocidas de nuestro país, que acaba de publicar Nosotras: el feminismo en la democracia.
Donde repasa los grandes problemas de la desigualdad y las grandes soluciones que aporta el feminismo. Un feminismo desde la democracia.
Una mirada, la de Carmen Calvo, alimentada por la dedicación y por cuanto ha compartido durante años y kilómetros con muchas mujeres que tienen la necesidad de hablar y de ser escuchadas, de ser respetadas y de no sufrir ningún tipo de acoso, ni discriminación.
Carmen Calvo afirma que quien no conoce la historia está literalmente perdida, porque te da la clave de lo que está ocurriendo ahora. Es una suerte de epidemia nefasta que nos trae problemas bastante importantes el no querer conocer la historia del feminismo, un movimiento poderoso, importantísimo, igualitario, que refuerza la democracia y que nace por y para la democracia. El feminismo no es cualquier moda, ni frivolidad, que le queda la palabra bien puesta.
Tiene claro la importancia de llevar la política al terreno privado. Partíamos de la base de que tu marido es tu dueño y, por lo tanto, podía hacer lo que considerase oportuno sin incurrir en ningún delito. Hoy en día, en las legislaciones de la democracia, tu libertad sigue intacta, tengas la relación que tengas y por supuesto tu libertad sexual. Por lo tanto, o la política entra y nos responde o no, avanzamos en respeto, dignidad, libertad, igualdad, derechos de las mujeres.
La exvicepresidenta ratifica que desmontar el patriarcado, ni es fácil, ni es rápido, ni es sencillo. Los comportamientos más telúricos van a costar mucho porque la violencia es la expresión de la falta de respeto, la no consideración de mi existencia hasta el punto de que te asesino.
Eso exige luchar con más medios y con más inteligencia, va a requerir un trabajo de conciencia de lo que somos las mujeres. Y ahí chocamos con muchas dificultades, porque ahora mismo tenemos imágenes de mujeres con el premio Nobel y, sin embargo, las más jóvenes luchando por ser exclusivamente bellas.
Calvo tiene claro que había que abrir un debate sano y respetuoso sobre la sexualidad. La pornografía, la prostitución y los vientres de alquiler. Y había que sacarlo en un ensayo político como este.
Algunos hombres entienden, por razón de ser demócratas, que la lucha más importante de la democracia es la igualdad entre los hombres y las mujeres. Pero el feminismo nace de nosotras, de nuestro dolor, de nuestra ira, de nuestro futuro, de nuestras expectativas, del sentido digno de la vida. El feminismo es la lucha histórica de las mujeres. Sostiene.
Y añade: el feminismo siempre desde la igualdad. A la igualdad le queda tanto que las feministas nos habríamos equivocado si estuviéramos en otra posición.
El feminismo español es un gran patrimonio de la democracia española. Uno de los mejores siendo una organización moderna, muy flexible, muy natural. Cuando nos organizamos mandamos un mensaje y cuando lo mandamos, lo mandamos claro.
La prueba empírica de que el feminismo está fuerte, es que el neomachismo se organiza para frenarlo, y la ultraderecha lo niega para frenarlo.
El feminismo es cuando nosotras decimos lo que somos nosotras sin que nadie nos lo diga. Concluye.