8 mujeres juegan un papel clave en el relevo generacional del sector agrario en Almería
El sector agrario se moderniza con una lenta, pero constante incorporación de la mujer.
11 abril, 2024 01:59La imagen que uno tiene del agricultor no se corresponde con la de estas ocho mujeres de Almería que presentamos. En la agricultura hay más trabajos para la mujer que los tradicionales y poco remunerados de recogida y envasado del producto: empresaria, agricultora ecológica, inversora, docente, gestión y economía del agua, turismo, repoblación e innovación y cooperativismo.
La agricultura de esta provincia es una actividad fundamentalmente familiar. Según datos facilitados por la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en Almería, de las 13.000 explotaciones familiares agrupadas en 278 cooperativas (censadas), el 70% son hombres y solo el 30% mujeres.
Otro dato interesante es el facilitado por el Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería, que cuenta con 1086 colegiados y 437 colegiadas. Por ello es también fundamental fomentar las medidas de conciliación, el desarrollo de programas de divulgación y la promoción interna de la mujer en la empresa.
La mujer, gracias a la formación académica, se está incorporando paulatinamente en puestos de responsabilidad y emprendimiento. El porcentaje de mujeres que en 2020 eran jefas de explotación se situaba en Almería entre el 20 y el 30%, siendo la media andaluza de un 12,1%. Las siguientes mujeres son un ejemplo de la modernización del sector agrario.
Agricultura ecológica con control biológico de plagas
Esther Molina López tiene desde 2016 el primer seto de experimentación entre los invernaderos comerciales de la provincia. Combate la naturaleza con la propia naturaleza, realizando un control biológico de plagas a través de la biodiversidad.
En el ecosistema del interior y del perímetro de los invernaderos se forma un hábitat de insectos, tanto de plagas como insectos beneficiosos, que se alimentan de los primeros. También las diferentes especies vegetales se benefician entre sí e inciden en los insectos. Esther Molina, fiel a su filosofía “lo que es bueno para mí, es bueno para los demás”, comparte de manera altruista los resultados de su investigación con el sector.
Turismo agrícola
Lola Gómez Ferrón es la gran embajadora del modelo Almería con su empresa de turismo agrícola, Clisol. Una media de 2.200 personas por semana visita la “Amazonia protegida de Almería”, como Lola llama a este mar de plástico que considera el mayor monumento a la producción de alimentos del planeta.
Los visitantes vienen de todo el mundo, sobre todo de Asia, América y el norte de Europa. En el ámbito nacional, destaca la labor didáctica desarrollada con escolares.
De los innumerables premios que ha recibido, el último es el Vicente Blasco, otorgado por la Confederación Española de Agentes de Viajes.
Investigación e Industria Auxiliar
Maricarmen Galera Quiles es directora general del mayor centro tecnológico de Andalucía, TECNOVA (Centro Tecnológico de la Industria Auxiliar, Postcosecha y Envasado hortofrutícola).
La agricultura de Almería ha desarrollado una potente industria auxiliar. TECNOVA está integrado por más de 120 empresas del sector que desarrollan una notable labor en I+D+i, formación, promoción e internacionalización para la mejora de las empresas.
Innovación y cooperativismo
Andrea Álvarez Manzano, responsable de desarrollo de negocio en Unica, recoge el Premio a la Innovación 2024 de Fruit Logistica (la feria internacional del sector más importante del mundo) por la nueva hortaliza Zucchiolo.
El zucchiolo es un nuevo cultivo, no una mera transformación. Desarrollado por Beyond Seeds y comercializado por Unica, ha generado un considerable impulso en la actividad económica de la zona. Además, parte de los beneficios generados por la venta de esta nueva hortaliza se destina a la investigación del cáncer de páncreas y las enfermedades degenerativas a través de la Fundación Cellbitec.
Repoblación con cultivo ecológico
Carmen Román recibió el premio de excelencia a la innovación para mujeres rurales otorgado por el Ministerio de Agricultura en 2012 y, en 2021, el Premio Empresaria Andaluza en la categoría de trayectoria profesional.
En 1997, Carmen fue pionera en la introducción del cultivo de almendro ecológico en la que es hoy la mayor zona del mundo de producción de almendra ecológica, Chirivel. Además, ha contribuido con su empresa Crisara a la dinamización del ámbito rural, creando 45 puestos de trabajo en un pueblo de 1600 habitantes.
Gestión y economía del agua
Adelina Salinas Clemente es cofundadora y directora comercial de la empresa familiar ZOI Agrícola, paradigma de la optimización del uso del agua en Almería. Su avanzada infraestructura hídrica tiene una capacidad de recogida de aguas pluviales de 150 millones de litros en 150 hectáreas. El diseño meticuloso de sus instalaciones no solo prioriza la gestión del agua, sino también la gestión responsable de todos los recursos naturales.
Transferencia del conocimiento
Antonia Belmonte Mula es patrona de la Fundación Primaflor, que promueve la sinergia entre universidad y empresa a través de la Cátedra Primaflor de Agricultura Sostenible y Alimentación Saludable de la Universidad de Almería.
La cátedra gira en torno a grandes pilares como son la generación de conocimiento, la diseminación de información científico-técnica, la divulgación y comunicación, la promoción del talento y las relaciones institucionales. Ha sido distinguida con la Bandera de Andalucía por ser fuente de innovación y compromiso empresarial en el ámbito agrícola y alimentario.
Financiación sostenible
María del Mar López Fernández es miembro de la comisión delegada y consejera dominical del Banco de Crédito Cooperativo. Como presidenta de su Comité de Sostenibilidad juega un papel clave en la formación de la cultura y los valores corporativos, especialmente en materia medioambiental y social. Las inversiones que fomenta pretenden que la transición ecológica sea justa y no deje a nadie atrás.
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Las recientes protestas del sector agrario responden a este temor de quedarse atrás. A pesar de las diferencias entre los distintos países de la UE -incluso entre regiones de un mismo país -, esta vez todos se han unido para reclamar a Bruselas una Política Agraria Común (PAC) más justa. Ha de salir de los despachos y considerar los problemas de los agricultores.
Una crítica compartida por todos es el exceso de burocracia que, además de tiempo, requiere dinero por la necesidad de contratar una gestoría. Endurecer la laxitud de las reglas de importación a productos alimentarios de terceros países es otra de las principales demandas.
Las exigencias de sostenibilidad son muy elevadas dentro del marco común. Por ejemplo, no se pueden usar determinados pesticidas, fungicidas o piensos, porque son tóxicos para la salud humana y la biodiversidad. Sin embargo, los países no comunitarios no están sujetos a esas exigencias. Pueden usar más pesticidas, lo cual asegura una mayor producción. La mano de obra es más barata. Lobbies inversores cultivan de manera intensiva grandes extensiones. El pequeño agricultor europeo no puede competir con esas condiciones.
Así que, cuando el consumidor vaya a comprar fruta, hortalizas o carne, debería mirar la etiqueta del producto. Si viene de un país comunitario, sabrá que cumple unos requisitos de sostenibilidad que no se exigen a productos de terceros países y, por tanto, serán más caros. En la etiqueta del producto debería aparecer su origen.
Asimismo, gran parte de los fondos europeos se siguen distribuyendo entre las grandes empresas agrarias, no necesariamente las más necesitadas. Prueba de que la PAC no está adaptada a la agricultura almeriense de pequeña explotación familiar es que las subvenciones en esta provincia apenas suponen un 1,5 o 2%. En otras zonas pueden llegar al 40%.
Los agricultores de la UE deberían aparcar sus diferencias. La reciente quema y vuelco de camiones en Francia ha costado a la provincia de Almería, que exporta gran parte de su producción, 75 millones de euros. Francia es el país más beneficiado de la PAC con un 56%, seguido de España (48%), Alemania (45%) e Italia (39%). La Política Agraria Común supone un tercio de los fondos europeos. La entrada de Ucrania en la UE alteraría drásticamente la distribución de subvenciones.
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Los 10 objetivos clave de la nueva PAC suenan muy bien sobre el papel. Otra cosa es su materialización. Mantener las zonas rurales dinámicas y apoyar el relevo generacional son dos. Para lograrlo es vital la incorporación de la mujer a puestos de responsabilidad. Nuestras 8 mujeres son un magnífico ejemplo. Solo si el trabajo agrario resulta atractivo a las nuevas generaciones, se mitigará el despoblamiento rural y se asegurará nuestra alimentación.