Las investigaciones de la neuropsiquiatra Louann Brizendine (Kentucky, 1952) se han centrado en cómo las hormonas influyen en los estados de ánimo en las mujeres. En 1998, fundó la Women's Mood and Hormone Clinic (Clínica del estado de ánimo de la mujer y la hormona).
En La mujer renovada (Ed. Salamandra), la doctora. Brizendine explica cómo se reconfigura el cerebro femenino durante la menopausia. Después, las prioridades cambian. Puede llegar una etapa de "renovación", en la que la mujer adquiera mayor claridad y firmeza. O de "degradación", si no retoma el norte, se acepta a sí misma y aprende a decir la verdad con arrojo. Todo dependerá de la actitud.
La mujer renovada es una guía para atravesar estos años. Su autora se basa tanto en su experiencia como en la de miles de pacientes. Si la mujer duerme mal, tiene sofocos, depresión, niebla mental o hasta 70 síntomas más, durante lo que la escritora llama "etapa de transición" (perimenopausia y menopausia), lo más probable es que se deba al descenso drástico de hormonas. La entrevista se hizo por escrito.
Escribe usted en 'La mujer renovada' que el mayor impacto biológico sobre las emociones lo tienen las hormonas. ¿Son estas un factor importante del carácter o de las decisiones que toma uno en la vida?
Sí, las hormonas tienen un enorme impacto en las emociones y el comportamiento. La función de una hormona es hacer que te comportes de una determinada manera. Por ejemplo, las hormonas sexuales hacen que quieras tener relaciones sexuales; las hormonas del hambre que quieras comer.
Pasada la menopausia, nuestra mente tiende a seguir con los mismos patrones mentales y emocionales que antes, como salir adelante, generar atracción, aparearse, compararnos con los demás… ¿Cómo ajustar la mente, liberada de la influencia hormonal, para atender nuestras nuevas necesidades?
Ahora necesitamos ajustar nuestra mente para centrarnos en nosotras mismas, aprender o reaprender a cuidarnos y saber qué es lo que más nos importa.
Lo que llama usted transición (menopausia y perimenopausia) supone un estrés biológico para el cuerpo, con un descenso drástico de hormonas. Los sofocos son el síntoma más conocido, pero hay hasta 70: insomnio, niebla mental, ansiedad, depresión… ¿Cuáles son los más frecuentes y cómo se pueden combatir?
Los sofocos se alivian con estrógenos de reemplazo; la libido baja con testosterona; el insomnio, la ansiedad, la depresión y la niebla mental con ejercicio, nada o poca cafeína y nada de alcohol.
A partir de la menopausia, ya no podemos hacer 8 cosas a la vez, dice en el libro. La dificultad para distraerse y la pérdida de memoria puede hacer creer a una que tiene un problema neurológico. ¿Qué cambios estructurales experimenta nuestro cerebro en esta fase?
Todos los cerebros siguen teniendo procesos normales de envejecimiento, como a veces olvidar palabras, especialmente cuando estamos distraídas. Ayuda a combatirlo apuntar las cosas, enviarse recordatorios por mensaje de texto y hacer algo inmediatamente en lugar de esperar a hacerlo luego.
¿Qué podemos hacer para mantener el cerebro sano?
Dormir bien, tener una dieta sana y hacer ejercicio son la piedra angular de una buena salud cerebral. Conviene dejar de tomar cafeína, alcohol y otras drogas, así como mejorar el tono muscular, la fuerza y la condición física cardiovascular.
Según como cada mujer afronte estos cambios tras la transición, advierte usted que puede venir una etapa de degradación o de renovación. ¿Qué decisiones separan una de otra?
Nuestra actitud lo es todo, pero es más fácil decirlo que hacerlo. La actitud para renovarse comprende la mente, el cuerpo y el alma. Hay que mejorar la fuerza muscular y la salud emocional que incluye, si es necesario, buscar una terapia que te ayude a mejorar las relaciones con la familia y los demás. También la meditación, la oración y salir con amigas dos veces por semana.
Dos causas de divorcio comunes son la emancipación de los hijos y la menopausia. La mujer dice "basta ya". ¿Por qué nos cuesta tanto llegar a ese momento? ¿Qué sucede para que demos ese paso?
Sí. Por fin, muchas mujeres están preparadas, dispuestas, y son lo suficientemente valientes para decir basta y pasar a la siguiente etapa de su vida. Se necesita valor y determinación y sentir que tú lo vales. Y que eres lo suficientemente buena como para merecerte una vida propia. Durante muchos años has dado todo lo que tienes a los demás, ahora es tu turno. Repítetelo en el espejo cada mañana hasta que te lo creas.
La liberación de oxitocina en la mujer durante la etapa fértil fomenta los vínculos afectivos. El sistema nervioso envía una señal al cerebro para que busque el sentido en lo familiar. Por ello, usted nos apremia en la renovación romper los vínculos familiares que nos tengan atrapadas en patrones tóxicos.
En la etapa de renovación no tenemos que aceptar los patrones tóxicos. Se han vuelto tan familiares para nosotras que son como un cómodo jersey viejo. Pero, ahora, ese jersey pica y resulta incómodo. Ha llegado el momento del cambio. Tienes que ser valiente y no perezosa. Cultiva esos amigos que apoyan tu autonomía y el florecimiento de tu auténtico yo. Mereces vivir tu mejor vida.
Cómo aprender a estar contigo misma y resistirte a los síndromes del ayudante y del temor a perderte algo, FOMO (fear of missing out) por sus siglas en inglés.
Buena pregunta. Siempre que haya cambios habrá altibajos, miedo y excitación. Pero si no es ahora, ¿cuándo? No eres cada vez más joven. Es hora de tomar las riendas y aprovechar el momento.
Es sintomático que, a pesar de la pérdida de elasticidad en la piel, las arrugas, el aumento de pecho y cintura que acarrea la menopausia, la inmensa mayoría de mujeres que se someten a intervenciones estéticas tienen menos de 50 años.
Sí. Esas mujeres todavía tienen la mentalidad del cerebro en etapa fértil. Están generalmente muy preocupadas por la apariencia exterior, más que por la autenticidad interior. Esto segundo llega más tarde, después de la menopausia.
Las mujeres que son empresarias después de los 50 tienen a menudo éxito porque aúnan entusiasmo, talento y experiencia. Pero muchas se quejan de que después de los 60 se las considera invisibles. ¿Cómo podemos luchar contra este prejuicio?
El prejuicio es hacia las personas mayores, sean hombres o mujeres. Lo que pasa es que en las mujeres puede aparecer entre 5 y 10 años antes. Tener éxito con los negocios se convierte en un antídoto contra ese prejuicio.
Con la disminución de la testosterona (hasta 3 veces menos) nuestro deseo sexual ya no depende de las hormonas. ¿De qué otras formas podemos estimularlo? ¿Deseamos hacerlo?
Es una muy buena pregunta. Yo recomiendo a las mujeres que se midan el nivel de testosterona en sangre y, si es bajo, que prueben cómo les sienta tomar testosterona de reemplazo. Es la única manera de saber qué efecto puede tener en ti. Si te gusta, querrás tomarla y sentirte más sexual.