La maquilladora Jen Barreiro

La maquilladora Jen Barreiro Cedida

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Jen Barreiro, la maquilladora de Rosalía a la que se rifan los artistas: "Cuidarte es señal de respeto"

Ha trabajado con Vanesa Romero o Alice Campello y ahora se suma al carro de las redes sociales y comparte trucos y recomendaciones de experta.

10 agosto, 2024 01:50

Jen Barreiro (Madrid, 1980) ha maquillado algunos de los rostros más conocidos de nuestro país: Vanesa Lorenzo, Paula Badosa, Desiré Cordero, Alice Campello, Miguel Ángel Silvestre, Rosalía, Pablo López, Malú… Representa marcas como Shiseido y Bobby Brown, y colabora con la sección de belleza de distintos medios.

Siempre le gustó el maquillaje, pero sus padres no le dejaron estudiarlo. Creían que era una excusa para no estudiar. Ahorró el dinero y se fue a Los Ángeles, a una de las mejores escuelas. "En cuanto entré en clase y empecé a maquillar a otra gente, supe que me quería dedicar a esto. No había tenido nada tan claro en mi vida", dice recordando aquellos años. Desde que volvió, hace 10 años, no ha parado de trabajar y viajar.

A sugerencia de la representante Beatriz Villarroya comenzó el pasado año una actividad constante en redes. "El mundo ha cambiado —explica a Magas—. No tiene sentido luchar contra él. Da igual a quien hayas maquillado, el esfuerzo que hayas hecho; si no estás en redes no existes. No es solo la repercusión y que me paguen las marcas, sino que sale más trabajo".

Jen Barreiro responde a las preguntas con calma y naturalidad. Para las fotos, se retoca 3 minutos y está lista. Dice que la belleza es una la lotería genética. A ella le ha tocado. Recuerda que una profesora muy buena le dijo: "Tú no puedes hacer actrices, eres demasiado guapa. No les va a gustar". 

Jen Barreiro

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¿Cómo empezó? 

Empecé a trabajar gratis, como todo el mundo. Al volver de estudiar en L.A. retomé mi trabajo con Bobby Brown en El Corte Inglés de Castellana. A la vez maquillaba por mi cuenta. A los 3 meses dejé el trabajo fijo. Empecé a encadenar trabajos y desde entonces no he parado. No es por presumir, pero veo las caras muy rápido. 

Además de maquilladora profesional, representa a marcas como Shiseido, Bobby Brown… 

Trabajo con cualquier marca con la que me sienta identificada. Hay quien se queja porque saco marcas caras. Saco las buenas. 

Hay dermatólogos que dicen que da igual una crema de 20 euros que una de 100.

Podría ser cierto para una crema hidratante. Yo me gastaría dinero en un activo: Retinol, Vitamina C… 

 ¿Qué le sugieren las cejas, los ojos, la nariz…? 

Las cejas dan la expresión a la cara, son el marco del rostro. Los ojos lo dicen todo. Te traicionan si vas de algo que no eres. La nariz da muchísima personalidad. En la boca no me fijo mucho. Me gusta la gente que se comunica bien, que piensa lo que dice. 

[¿He dejado de ser joven? La pregunta que más se hacen las mujeres a partir de los 30 años]

¿El pelo? 

El pelo es poder y juventud. No estoy ensalzando los 20. A los 20 se está muy guapo, pero también se sufre mucho porque somos idiotas. Hoy en día con tanta información puedes seguir siendo joven a los 70. Depende de la salud y de cómo te sientas. Yo estoy obsesionada con la piel. Dice mucho de lo que pasa en tu interior. 

La belleza es una suma de muchas cosas. Te haya tocado o no la lotería genética, el maquillaje hay que utilizarlo para realzarse a uno mismo. No podemos ser hipócritas y decir que la belleza no es importante. Sí lo es. Además, cuidarte es una señal de respeto hacia ti misma. Olvídate de los demás. Cuando te vistas, hazlo para ti.

¿Qué errores cometemos con más frecuencia al maquillarnos?

No preparar la piel. Hacerte el labio bien o el eyeliner es pura práctica. Muchísimas mujeres me dicen que no se les da bien maquillarse. Pero es que no lo han intentado. No te aconsejo que te pongas por primera vez un eyeliner el sábado 10 minutos antes de salir. Hay que practicarlo antes. 

Por otra parte, cambiar de estilo de ropa y de maquillaje requiere también que tengas paciencia contigo misma. Yo te puedo maquillar ahora y te puedes ver muy guapa, pero, a lo mejor, no te identificas contigo misma. Sin embargo, si esperas, empezarás a ver las cosas de otra manera. Eso pasa con todo.

¿Qué es lo más importante?

Preparar la piel y la base de maquillaje. Te pongas o no base, la piel es lo que hace que el maquillaje se vea bien. Es importante que no haya ni más ni menos, no mucha cantidad, que esté bien integrado, que parezca que la luz sale de la piel. 

Por ejemplo, la modelo que he maquillado esta mañana tenía unas pecas divinas. Tapárselas hubiera sido un crimen. Así que no le he puesto base. Le he puesto corrector en las rojeces alrededor de la nariz, alrededor de la boca, las ojeras y algún granito. El resto de la piel no lo necesitaba.  

Ha maquillado a famosos, influencers, modelos…

Soy feliz maquillándote a ti y a quien sea. Me gusta maquillar. Quizá lo que más me guste es maquillar a las modelos porque me dejan hacer y luego el fotógrafo las saca guapísimas. Últimamente, me río muchísimo con Carmen Lomana.

¿Cuál es la manía más común entre los famosos?

Para mí tienen pocas manías. Es durísimo ponerse delante de una cámara. Viven de su imagen. Conocen sus defectos y puntos fuertes. Nunca he tenido ningún problema. Antes de empezar les pregunto qué quieren. Es importante que te vean tranquila. 

En los recientes premios Goya, maquilló a ¡cuatro artistas! 

Fue uno de los peores días de mi vida. A Pablo López lo tenía fijo. Las marcas me llamaron para maquillar a los demás. Tenía un asistente y me pareció factible. Pero luego se complicó todo. 

No sabes lo que era Sevilla. No había un taxi. El ave en el que venía la mayoría de los artistas se retrasó. Tenía a cada uno en un hotel distinto. Llegué a la habitación de Pablo a las 5 de tarde, como si acabara de pelear con un león. Me hizo sentarme y me sirvió un vino. Pensé que nunca más. Pero hay que hacerlo una vez. 

Cada vez se maquillan más hombres.

Claro. Aunque no se aprecie el maquillaje, lo necesitan en el momento en que se ponen bajo los focos. Es menos estimulante porque nadie dice lo guapos que están, excepto quien los conoce mucho. 

Hábleme de su actividad en redes.

Tengo a Beatriz Villarroya de representante. Cuando hice una prueba de maquillaje a su hermana que iba a casarse, me preguntó por qué no hacía vídeos. Me lo habían dicho ya muchas veces. A los pocos meses, quedamos a tomar un café. Pensaba que me iba a contratar para sus producciones, pero me quería representar a mí.

Empecé más en serio el año pasado en Instagram y TikTok. Estar en redes es otro trabajo. Una fantasía que tengo es que alguno de mis compañeros —los tengo en mente— me pongan unos rulos enormes y me hagan una melena de anuncio para uno de mis vídeos. 

Tendencias más de moda.

Es una época estupenda porque hay de todo. En general, las tendencias de maquillaje son una broma y pasan muy rápido. Creo que es una táctica para vender. Lo que sí es cierto es que cada vez queremos más esa piel perfecta, transparente, con poca cantidad de maquillaje. Lo de encalarse es de los años 50. 

Jen Barreiro

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¿Qué opina de las operaciones de estética?

Nada es malo. El problema es cómo te ves y si tienes mucha presión por cómo se te ve desde fuera. Siempre termino en lo mismo: la salud mental y la educación. Lo ideal es no querer modificar la forma de la cara.

No tengo ningún problema en decirlo. Hay que normalizar estas cosas. Recientemente me inyectaron ácido hialurónico del volumen más bajo en el labio para hidratarlo. Se va a ir bajando. Y llevo inductores de colágeno. Le da esa tensión a la piel, pero no tiene volumen. Tampoco hace milagros. 

No solo las mujeres, los hombres también se ponen cuando empiezan a ver cómo sus caras van perdiendo las formas. Hay quien dice "no me tocaría la cara jamás, qué miedo". Pero en cuanto asoman las primeras arrugas…

En italiano maquillaje se dice truco que según la RAE es el "artificio directo al conseguimiento del efecto ilusorio".

Es muy de EE. UU. llevar una cara encima de la cara. Está muy bien saber maquillar de esa manera para luego deconstruir. A mí no me gusta cambiar las formas y que me digan "parezco otra". Me gusta pulir, poner cuanto menos mejor y, si quieres, hacer una fantasía en el ojo. El maquillaje es algo que te cambia el humor, te hace parecer más sano y alegre. Realza la propia belleza.