En España, hay más mujeres sanitarias que hombres.

En España, hay más mujeres sanitarias que hombres.

Protagonistas

La España vaciada de jefas en la medicina: ¿por qué son más en la carrera pero no llegan a los puestos de decisión?

Publicada
Actualizada

¿Quién no está harto de escuchar 'los auxiliares de vuelo' y 'las azafatas', los 'chefs' y 'las cocineras' y el más extendido: 'los médicos' y 'las enfermeras'? ¿Por qué parece que seguimos empeñados en otorgarles a ellos la autoridad cuando realmente son oficios ocupados por mujeres? Y decimos ocupados, que no presididos, porque aunque la gran mayoría de trabajadoras sean ellas, son muy pocas las que llegan a puestos de liderazgo.

En el último caso, en el del sector sanitario, no hay dudas: la medicina española está altamente feminizada, pues el 70% de los profesionales son mujeres. Sin embargo, solo el 28% son jefas de servicio, según los datos del estudio Gender inequity in the medical profession: the women doctors in Spain 'WOMEDS', impulsado por la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme).

Otro de los datos más reveladores es que, cuanto más caché y prestigio social tienen los puestos de trabajo, menos feminizados están. De hecho, la mayoría de cirujanos son hombres, pero, en el caso de la enfermería, priman las mujeres. Entonces, ¿qué barreras son las que nos siguen impidiendo llegar a la igualdad real en la sanidad?

Unos datos desalentadores

Si nos fijamos en las estadísticas, todas apuntan hacia una misma vertiente: la gran mayoría de los trabajadores del sector de la salud son mujeres, pero cuanta más responsabilidad enfrentan sus puestos, menor presencia laboral tienen.

Así lo explica Nabilla Mella, responsable de Impacto del instituto de investigación en salud ISG Global: "Solo el 42% de las consejerías de sanidad está ocupado por nosotras. En gerencia somos el 33% y en las presidencias de los colegios, un 15%". Y lo mismo pasa con la asistencia a congresos internacionales. Sin embargo, cada vez hay más mujeres colegiándose en las facultades de medicina y enfermería.

Si indagamos en los diferentes informes, el estudio '¿Techos de cristal y escaleras resbaladizas?: Desigualdades de género y estrategias de cambio en SESPAS', las mujeres son más, pero participan menos en cargos relacionados con las juntas directivas, órganos de publicación, comités científicos sanitarios. Y según el informe 'Mujeres médicas: de la incorporación a la discriminación', "a pesar de la feminización del sector médico, la promoción es dispar entre hombres y mujeres".

Según el INE, las especialidades de atención primaria están más feminizadas que en las especialidades hospitalarias. Las de menor presencia de mujeres son las quirúrgicas.

Además, el estudio 'Mujeres en sanidad: entre la igualdad y la desigualdad', constata que "solo un 7% de los cargos de responsabilidad en la atención especializada de los hospitales y centros especializados públicos los ostentan las mujeres. En los de atención primaria, donde las mujeres son amplia mayoría (el 53% de los facultativos), solo ocupan uno de cada cuatro cargos de gerencia".

Y en cuanto a las docentes, se promocionan menos que sus compañeros masculinos. De hecho, ellas son mayoría en las aulas universitarias de medicina con un 72% de presencia, pero "de 27 facultades de Medicina, solo cuatro decanatos estaban ocupados por mujeres".

En 2023, el número de profesionales sanitarios colegiados en España se situó en 975.243, de los cuales 302.009 eran hombres y 673.234, mujeres, según el INE.

Este fenómeno nos hace preguntarnos: ¿por qué tenemos tan difícil escalar hacia puestos de liderazgo en el sector sanitario? Una de las grandes expertas en salud y brecha de género resuelve la incógnita. Se trata de Elena Marbán Castro, vicepresidenta de Women in Global Health Spain, una organización internacional sin ánimo de lucro ideada para promover el feminismo, la justicia y la equidad en la sanidad. "Sí, este un problema grave para nosotras porque, aunque somos el 70% de la fuerza laboral, solo ocupamos el 20% de los altos cargos", confirma.

¿Por qué ocurre?

Para dar explicación a este fenómeno, WGH Spain  ha realizado un estudio de la mano de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que se han detectado una serie de factores externos que afectan a esta problemática. La experta en investigación sanitaria Nabilla Mella los enumera:

"La primera razón es que, a menudo, las profesiones mayormente feminizadas suelen tener menor valor social, estatus y salario", explica. O, dicho en otras palabras: su informe confirma la segregación ocupacional, lo que aumenta las diferencias económicas entre ambos géneros.

Las obligaciones familiares, el acoso en el trabajo o los sesgos de género son algunas de las barreras a las que se enfrentan las sanitarias.

Las obligaciones familiares, el acoso en el trabajo o los sesgos de género son algunas de las barreras a las que se enfrentan las sanitarias.

"También influye el tema de las obligaciones familiares", prosigue, refiriéndose al cuidado de mayores y niños, y otras tareas no remuneradas que aún recaen mayormente en las mujeres. En estos casos, muchas optan por no trabajar o por hacerlo a tiempo parcial, lo que significa que cotizan menos que algunos hombres. En este sentido, apunta Elena Marbán: "Aquí España sí lo ha hecho bien porque ha promovido medidas que apoyan los permisos de maternidad y paternidad, la flexibilidad, el teletrabajo...".

Otra de las razones que señala son los sesgos, estereotipos y diferentes formas de discriminación a las que tienen que hacer frente las mujeres en algunas ocasiones. "En general, se espera que estén dispuestas a asumir más tareas, que se quejen menos y que sean más pacientes con trabajos monótonos. Esto se traduce en una menor contratación de mujeres", argumenta.

Elena Marbán: "La violencia de género es terrible y ocurre de manera transversal en todos los ámbitos, en el sanitario tampoco estamos exentos de ella"

Por último, el acoso sexual en el ámbito laboral también es un factor determinante, ya que impacta en su ascenso a puestos de liderazgo y provoca daños en la salud, desgaste emocional, pérdida de moral y estrés. De hecho, las estadísticas afirman que ha aumentado en los últimos años, sobre todo por parte de los pacientes, siendo los perfiles más vulnerables las enfermeras o sanitarias en prácticas.

"Investigar para educar"

Pero no todo es tan negativo: poco a poco estamos avanzando como sociedad y, según dice Elena Marbán, en los últimos años se han implementado nuevas políticas que caminan hacia la igualdad. Esto es gracias a los múltiples esfuerzos de los diferentes agentes sociales por invertir en investigación y educación.

Fuente: Evolución de la presencia de mujeres en los órganos de decisión del Sistema Nacional de Salud en España.

Fuente: Evolución de la presencia de mujeres en los órganos de decisión del Sistema Nacional de Salud en España.

"A nivel europeo, hemos empujado no sol hacia la excelencia en la investigación, sino también en el impacto que puede provocar en la sociedad de forma tangible", comenta Nabilla. Se refiere a un cambio en la legislación, en las guías clínicas o incluso a una nueva forma de pensar. Y añade: "Creemos fielmente que lo que no se mide no se ve. Por eso es necesario hacer incidencia política y que esta información llegue a los tomadores de decisiones para poder actuar al respecto".

En ese mismo sentido, Marbán continúa: "Tenemos muchos retos que acometer, pero su realización también depende de las prioridades políticas". Por ello, insta a las instituciones a promover medidas de equidad de género, crear un entorno laboral justo y equitativo, intentar llegar a la paridad en los procesos de selección, revisar los criterios de contratación, establecer cuotas en los puestos de liderazgo... Y todo ello a través de la educación, tanto en hombres como en mujeres.

"Tienen que existir liderazgos feministas trasformadores y equitativos. Preferimos no utilizar el término 'femeninos' porque una persona que no sea mujer también puede ejercer un liderazgo feminista", argumenta. Por último, ambas expertas apoyan la idea de crear redes de apoyo para mujeres y espacios de colaboración para nuestro crecimiento profesional. "¡Tenemos que remar juntas por la igualdad!", concluye vicepresidenta de Women in Global Health Spain.