“Hoy 7 de octubre de 2023, he jurado ante la bandera de España en la Academia General Militar. Y es un día que voy a recordar por su significado hondo y especial. Y que me acompañará el resto de mi vida. Me siento muy agradecida a mis profesores, mandos y compañeros. Su ejemplo y guía son valores que recibo con humildad y que honraré con mi mejor ánimo. Con mi cariño, Leonor. Princesa de Asturias".
Con estas palabras, la heredera al trono y futura jefa de las Fuerzas Armadas ha plasmado para siempre su letra en el libro de honor de la Academia General Militar de Zaragoza. Y es que la jornada de ayer será difícilmente olvidable para la cadete Borbón Ortiz. Tras casi dos meses desde su ingreso en la academia, realizó el acto de jura de bandera con el que dijo adiós al primer curso.
Al igual que su padre, se ha optado por acortar los plazos de su formación militar antes de que inicie sus estudios universitarios. En este primer año de formación, tal y como recoge el real decreto 173/2023, la princesa cursó sus estudios de primera promoción desde el 17 de agosto hasta el 7 de octubre.
A partir del próximo lunes, pasará al segundo curso dentro del programa específico de tres años que fue diseñado para ella. Una vez complete su formación en Zaragoza, continuará sus estudios en la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, donde tendrá que embarcar en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Por último, durante el tercer año, completará su formación militar en la Academia General del Aire y el Espacio en San Javier (Murcia).
Una vez complete su formación en los tres ejércitos, tal y como ya informó EL ESPAÑOL, la princesa Leonor pasará a ser la número uno de la promoción del curso 2026/27, con el rango de teniente, en Tierra y Aire, y de alférez de navío, en Marina, y a partir de ahí irá ascendiendo al ritmo que lo hagan sus compañeros de promoción.
Para los reyes, el hecho de que la princesa de Asturias siga los pasos de su padre, realizando la formación militar antes de realizar un grado y un posgrado universitario es un antecedente extremadamente valioso. Y es que para la Casa Real, “la educación castrense proporciona una formación técnica y humana muy completa y adecuada para garantizar el compromiso de permanente servicio a la sociedad española”.
Unos padres orgullosos y emocionados
La ceremonia, que tuvo lugar en el patio de armas de la AGM, fue el punto final de la primera fase de formación militar de Leonor. El acto fue presidido por los reyes y ambos se mostraron orgullosos y emocionados por ver a la princesa de Asturias besar la bandera y jurar lealtad eterna a España. Y es que este momento es uno de los más importantes en la vida de un militar. No es de extrañar, por tanto, que don Felipe quisiera recordar su propia jura de bandera en 1985.
“Es inevitable que recuerde cuando yo presté mi juramento (…) Han pasado 38 años y pienso en lo que entonces sentí y en lo que significa para mí presidir, junto a la reina y con orgullo, la jura de nuestra hija la princesa de Asturias”, señaló durante su discurso ante los casi 2.500 asistentes a la ceremonia, la mayoría familiares de los cadetes.
Eso sí, a diferencia de la ceremonia de la cadete Borbón Ortiz, que ha participado junto a sus 410 compañeros, don Felipe tuvo una ceremonia individual diseñada exclusivamente para él. Al acto, acudieron los reyes Juan Carlos y Sofía, además de sus hermanas, las infantas Elena y Cristina.
Tras la jura, el rey se dirigió a su hija para hacerle ver que su “responsabilidad, en cualquier circunstancia y en todo momento, es servir a España con toda la energía y determinación, con verdadera pasión”. “Querida Leonor, recuerda que el compromiso que has asumido conlleva la mayor responsabilidad con España. Sabes bien, como princesa heredera, que la Corona simboliza su unidad y permanencia”, remarcó Felipe VI durante su intervención en el acto.
Según recordó don Felipe, la jura de bandera va mucho más allá “de su simbolismo y solemnidad”, al “no haber un compromiso mayor de entrega” que la defensa de España, e implica “un deber personal, moral y legal que no tiene fecha de vencimiento”. Por ello, animó a tanto a su hija como a sus 410 compañeros a actuar siempre por integridad, honestidad y rectitud, valores que "deben ser una constante" en sus trayectorias profesionales y personales.
“Son virtudes capitales en la milicia, así como en el servicio público a los españoles, y son guía esencial de comportamientos y actitudes”, afirmó. “Os animo a esforzaros permanentemente a mantener la ilusión; a que mejoréis con ambición vuestros conocimientos y capacidades, y a que practiquéis estos valores para que vuestra dedicación y entrega tengan siempre como objetivo el mejor servicio a España”.
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Por su parte, doña Letizia mostró mucho más su faceta como madre. En este sentido, tras la ceremonia, la reina quiso compartir su alegría con las familias presentes y agradecer a todos el personal de la academia por “cuidar de los jóvenes militares y acompañarlos en su camino de formación”.
"Este día hay que celebrarlo. Un honor para nosotros presidir este acto tan trascendental para los militares y hacerlo como padres. Un día especialmente emotivo. Orgulloso de nuestra hija la dama cadete Borbón Ortiz. Hasta aquí llega el trato especial", enfatizó doña Letizia. "Me gustaría compartir con todas las familias y las madres este día tan importante y la alegría que sentimos por las damas y cadetes".
Este “día histórico”, tal y como lo calificó el General Director Manuel Pérez López, supone la primera piedra para la preparación dura y exigente que le espera a la princesa Leonor para ser la futura reina de España y la futura persona al mando de las Fuerzas Armadas.
Que una mujer se ponga al frente de esta institución es algo que, según la ministra de Defensa en funciones, se debe celebrar. "Es una magnífica noticia que pone de relieve la normalidad de las instituciones, y que el mando supremo de las Fuerzas Armadas va a ser una mujer", destacó Margarita Robles en una rueda de prensa el pasado mes de marzo, cuando se anunció el contenido de la formación de la princesa de Asturias.