Hay momentos históricos que merecen looks inolvidables. El día de hoy es uno de esos. La Princesa de Asturias jura la Constitución en un acto solemne conjunto, del Congreso y Senado, en una mañana de otoño total en Madrid.
La Reina no es la protagonista de esta jornada, en la que su hija Leonor cumple la mayoría de edad, pero eso no significa que su papel de acompañarla no sea fundamental y que sean muchos los ojos que se han posado en ella durante todo el acto.
Letizia tenía que encontrar un look al nivel del día en el que su marido, Felipe VI, fue proclamado jefe del Estado en el mismo escenario. Aquel 19 de junio de 2014 tenía un modista de cabecera, Felipe Varela, un maestro en este tipo de prendas que se hacen un hueco en la historia de la moda, y le realizó un conjunto de abrigo y vestido blanco perfecto para la ocasión.
La protagonista de la jornada, Leonor, ha elegido el blanco, el color que tradicionalmente elige su madre para los momentos importantes, y la Reina ha elegido el color azul y un vestido repetido. Ha decidido dejarle todo el protagonismo a su hija, en color y estreno.
La esposa de Felipe VI ha buscado en su armario uno de esos diseños que ha usado solo una vez en el pasado y que pueden ser un fondo de armario perfecto para cualquier ocasión.
Se trata de un diseño de Carolina Herrera que estrenó hace justo un año para la visita de Estado que realizó a Alemania con el Rey. Ejecutado en un tono azul real, es casi un modelo vintage, ya que es de la colección del 2013, tiene una vida de diez años, y a pesar de eso es perfecto.
El vestido, es un diseño de manga corta, con escote lágrima, hombreras armadas, cintura marcada con un fajín y largo midi. Lo cierto es que le queda como un verdadero guante. La Reina ha modificado un poco el diseño, ya que no es exactamente igual que el que desfiló en la Semana de la Moda de Nueva York hace casi diez años.
Sí que lucia las tres flores decorativas de los hombros, pero Letizia ha decidido quitarle el detalle de terciopelo en la cintura, en forma de doble tridente, que presentaba el modelo original, optando por una versión más seria y a la vez, elegante.
Letizia ha elegido el mismo bolso que estrenó aquel día en Alemania. Se trata de un modelo de la firma española Magrit, a juego con el vestido. Es un diseño pequeño, de mano e ideal.
En cuanto a los zapatos, ha estrenado unos salones, de tacón discreto, la solución que últimamente elige para evitar el dolor que le produce el neuroma de Morton Que sufre en su pie izquierdo, además de la metatarsalgia crónica que sufre desde hace años.
En el plano beauty, Letizia ha elegido un recogido en moño bajo y con la parte delantera del cabello en modo wet pegado al rostro. Se trata de un peinado complicado, que afila el rostro y lo endurece, pero que a ella le queda elegante y que le da un toque serio, al nivel del acto de esta mañana.
El moño que ha lucido ha permitido que se vean bien los pendientes, en oro blanco y diamantes. Por supuesto, no faltaba el anillo de Coreterno. Teniendo en cuenta el momento histórico que se ha vivido esta mañana, igual hubiera estado bien que la Reina hubiera lucido alguna joya con más empaque, como son las que guarda en Zarzuela llamadas de pasar.
Pero parece que la misión de la Reina en la jornada de hoy, por su vestuario, eran tan solo el de acompañar y darle todo el protagonismo a su hija, la Princesa de Asturias.