Este 31 de octubre tuvo un sabor especial para la princesa Leonor: además de cumplir la mayoría de edad, juró la Constitución, asumiendo de forma clara su rol de heredera de la Corona.
[Los gestos del rey Felipe VI que la princesa Leonor no entendió en plena jura de la Constitución]
Arropada por su familia, los reyes Felipe VI y Letizia y la infanta Sofía, recorrió las calles de Madrid en el mismo coche que su hermana, antes de llegar al Congreso escoltada por el Escuadrón de la Guardia Real. Tras el juramento, la princesa se trasladó al Palacio Real donde el rey le colocó el Collar de la Orden de Carlos III y pronunció un discurso cargado de sentido y compromiso. Sucedió al acto una recepción y un brindis en honor a la princesa.
Pero la jornada no acabó allí: la fiesta de cumpleaños de la princesa puso el broche de oro a este 31 de octubre histórico. Aunque la familia real no protagonizó ningún posado oficial, sí pudieron observarse ciertos detalles a través de las ventanas de los coches en los que viajaban, camino al Palacio de El Pardo. Y uno en concreto no pasó desapercibido: las pulseras que lució la reina Letizia en la muñeca izquierda.
La royal, quien apostó por un vestido azul de Carolina Herrera para la jura, cambió de vestuario para la celebración. Vislumbramos un vestido negro, sin mangas, probablemente de largo midi o maxi, teniendo en cuenta la hora.
Pero la clave del look residió sobre todo en sus complementos: la reina optó por un par de pendientes y las pulseras gemelas de Cartier, joyas de importante significado para la realeza. Todas forman parte del joyero legado por la reina Victoria Eugenia, que incluye las llamadas 'joyas del pasar'.
No es la primera vez que la reina elige estos diseños exclusivos: las pulseras gemelas aparecieron, entre otras ocasiones, en el acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2021. La reina Letizia, quien apostó entonces por un vestido de The 2nd Skin Co y salones de Manolo Blahnik, llevaba el par.
En la apertura de temporada del Teatro Real, el pasado mes de septiembre, la reina lució el mismo vestido. Lo completó con una de las dos pulseras y un par de pendientes de aro brillantes.
Estas joyas tienen, efectivamente, un significado especial. Son solo algunas de las que deben permanecer en la familia real. A ellas se suman la diadema de brillantes con flores de lys, el collar de chatones y un collar de 37 perlas, entre otras. En su testamento, la reina Victoria Eugenia afirmó: "Desearía si es posible, se adjudicasen a mi hijo don Juan, rogando a este que las transmita a mi nieto don Juan Carlos. El resto de mis alhajas: que se repartan entre mis dos hijas".
Por ende, en 2014, tras la proclamación del rey Felipe VI, la reina Letizia recibió de la reina Sofía este legado que, a su vez, será el de su hija primogénita.