Estamos de resaca, pero de una de esas de las buenas, no de las que te dejan un mal cuerpo sino todo lo contrario. El martes 31 de octubre, la jura de Leonor fue todo un éxito, y la Reina se encuentra ya relajada y feliz. Tras pasar el trago, transformado en nervios e intranquilidad de una madre, seguimos con nuestra agenda y con la vista puesta en el viaje de Estado que comenzará el próximo lunes 6de noviembre a Dinamarca.
Letizia ha viajado a Tudela, Navarra, para presidir un homenaje a Carlos Saura, director de cine, en el Festival cinematográfico de la localidad. La pasión de la Reina por el séptimo arte es famosamente conocida, y aprovecha cualquier ocasión para apoyar a esta industria que en España da trabajo a mucha gente.
Puede que, queriendo darle un descanso al cabello, después del estrés de la jura y de lo que vendrá con el viaje a Copenhague, la esposa de Felipe VI ha vuelto a elegir el peinado juvenil de las dos trenzas ocultas. Con la melena suelta, que por cierto la lleva especialmente larga, ha querido dejar respirar y cuidar su pelo. Sin duda, ésta es la mejor manera.
Si el pasado 31, en uno de los días más importantes de su hija, no quiso estrenar vestido, para la cita navarra no lo ha dudado. Letizia ha lucido un vestido en color gris perla de la firma Cortana, una marca española en la que ha confiado ya en varias ocasiones.
Es el modelo Felicita, de largo midi, confeccionado en tejido de lana virgen strech con un tintado en frío que le hace un efecto irregular que parece que se mueve cuando ella camina. Lleva manga japonesa y un amplio escote en forma de V cruzada, que se logra en la parte delantera del vestido con una costura lateral con pliegues que le hacen un bonito drapeado. El vestido lo podéis comprar en la web de la firma, tiene un precio de 900 euros y todavía hay tallas suficientes.
No es la primera vez que Letizia viste de Cortana, aunque la más espectacular fue cuando, en mayo 2016, lució un maravilloso traje de noche en azul marino para el 40º aniversario del periódico El País. Es una pena que no se lo hayamos vuelto a ver, aunque últimamente no para de darnos sorpresas y rescatar de su armario prendas que hacía mucho tiempo que no lllevaba. Nos han encantado las botas que ha elegido para su visita a Navarra, de las que hemos podido disfrutar mucho porque el vestido tiene una gran abertura lateral. Son de Nina Ricci, realizadas en piel negra y por encima de la rodilla. No es la primera vez que las calza, ya que las estrenó en su viaje oficial a Croacia hace un año con un precioso mono bicolor en blanco y negro de Teresa Helbig. Son sexys, modernas y alucinantemente bonitas.
Ha sacado del joyero los pendientes de Isabel Guarch, que estrenó en agosto en Mallorca en la recepción a las autoridades y sociedad baleares. En forma de estrella, están realizados en oro amarillo. Tampoco faltaba su anillo de Coreterno.