El 2024 ha empezado con buenas noticias en las monarquías europeas, pero también con un gran susto. Mientras que en Dinamarca aún celebran la coronación de Federico X y Mary, en Noruega han vivido unos momentos de preocupación. Las alarmas han sonado por la princesa heredera, Ingrid Alexandra, que podría haber estado en peligro a causa de un hombre peligroso que vivía obsesionado con ella.
La historia es un tanto rocambolesca. Los hechos habrían sucedido la semana pasada, según informan los medios noruegos, cuando un ciudadano estadounidense aterrizaba en el aeropuerto de Gardermoen de Oslo con un cuantioso equipaje. Avisó a aduanas que traía más de 15 bultos desde su país natal. Al retrasarse la llegada de sus pertenencias, se marchó y volvió al día siguiente.
La policía vio algo extraño y cuando el hombre regresó los agentes le estaban esperando. Había viajado con 250 kilos de equipaje, entre los que se encontraban varias armas que no habían sido declaradas previamente. Si esto es ya bastante sorprendente, lo que encontraron al revisarlo todo les dejó estupefactos.
El hombre portaba una libreta en el que había apuntada información privada de los miembros de la Casa Real y direcciones. Pero no sólo eso, durante el interrogatorio aseguró que el motivo de su viaje a Noruega era casarse con la princesa Ingrid Alexandra, hija mayor de Haakon y Mette-Marit y heredera al trono, con la que lleva tiempo obsesionado.
Afortunadamente, las cosas no fueron a más porque fue detenido en ese mismo momento por tenencia de armas, ya que la ley de Noruega establece que es obligatorio obtener un permiso antes de entrar al territorio con una. Jørund Lægland, el abogado que asistió a este estadounidense de 40 años, confirmó que su cliente era consciente de que había infringido la normativa legal y justificó el hecho de viajar con rifles y munición alegando que pensaba mudarse allí y deseaba hacerlo con su colección de armas.
El resultado del incidente acabó con la deportación de este hombre que es un viejo conocido de las autoridades noruegas. En 2021 ya fue detenido y expulsado del país por intentar entrar en la residencia de los príncipes herederos en Skaugum.
Desde la casa Glücksburg no han querido hacer comentarios sobre este hecho que podría haber afectado a la seguridad de la princesa Ingrid Alexandra que, tras terminar sus estudios universitarios, ha dejado palacio y se ha independizado, instalándose en uno de los barrios más hípster de Oslo. Además, hace unos meses, comenzó a trabajar como asistente escolar en el colegio Uranienborg, donde estudió de pequeña. Esta situación lo hubiera hecho más vulnerable al estar lejos de palacio, aunque lógicamente tiene seguridad. Hay que recordar el caso de Amalia de Holanda, que tuvo que dejar su apartamento en Ámsterdam y volver a la residencia real de sus padres tras recibir amenazas por parte de la mafia en 2022.