Este domingo 21 de enero, Ingrid Alexandra de Noruega celebra su 20 cumpleaños en un momento muy especial de su vida. Es la futura reina del país escandinavo, aunque todavía le queda mucho tiempo para acceder al trono, pues su padre, Haakon, aún espera su momento. El rey Harald, que en febrero cumplirá 87 años, sigue ocupando su puesto pese a que ya tiene algunos problemas de salud. Sin embargo, la palabra abidación todavía no ha sido pronunciada.
Quizá no tarde demasiado y en un futuro cercano siga los pasos de Margarita II de Dinamarca, que el pasado 31 de diciembre anunciaba su adiós a la corona a los 83 años. Cuando eso suceda, el primogénito se convertirá en monarca y su hija Ingrid Alexandra, que actualmente ocupa el puesto dos de la línea dinástica, será heredera de facto.
La princesa se está formando para el puesto que el destino le tiene reservado, como lo hacen el resto de royals de su generación, entre las que se encuentra, por supuesto, Leonor. Ambas jóvenes tienen mucho en común y este 2024, además, hay algo que las une inevitablemente: su paso por el ejército. Ingrid ha comenzado su adiestramiento castrense este mes de enero.
Así lo comunicaba recientemente la casa real: "La princesa Ingrid Alexandra se incorporará en enero al campamento de Skjold en Indre Troms, base del 2º Batallón y del Batallón de Ingenieros. Después del período de reclutamiento, a la princesa se le asignará un puesto de servicio y completará un período profesional con una educación más específica, seguido de un período departamental de formación y práctica". Ya han salido las primeras imágenes de la hija de Mette-Marit vestida de militar, junto a sus compañeros.
Primer punto en común con la princesa de Asturias. Si ella en la AGM de Zaragoza responde al nombre cadete Borbón Ortiz, a la royal noruega se la llama simplemente recluta Alexandra, pese a que su primer nombre es Ingrid. Va a pasar un año en el Batallón de Ingenieros de Skjold.
Su padre se muestra orgulloso de este nuevo paso. "Creo que es importante defender la Noruega que hemos construido. Queremos vivir en un Estado de derecho. Queremos democracia. Queremos que se respeten los derechos humanos. Queremos libertad de expresión. Y es importante luchar por esas cosas. Por tanto, creo que es muy positivo"; ha dicho Haakon en un canal de televisión de su país.
La futura reina de los noruegos, como sucede con Leonor, es una más entre sus compañeros y no recibe ningún trato de favor. Así lo ha expresado un mando militar: "No hemos tomado ninguna medida especial porque la princesa vino aquí. Al igual que todos, la princesa tiene que fregar el suelo, ordenar la habitación, hacer la cama y asistir a clases. Ponemos en ella las mismas expectativas que en el resto de soldados. Así también lo solicita la Casa Real". Vidas paralelas…
Por otra parte, Ingrid Alexandra también espera el momento de iniciar sus estudios universitarios, una vez que concluya su formación militar. Preocupada por el medioambiente y los temas sociales, es una apasionada del deporte, y el esquí está entre sus favoritos. Mantiene una relación muy cercana y especial con su madre y son muchos los guiños hacia ella en sus estilismos. ¡Exactamente igual que la heredera española! Ambas son referentes fashion entre las jóvenes de su generación real.
Su estilo ha evolucionado mucho en los dos últimos años y es bastante usual que coja prestadas prendas y accesorios de Mette-Marit, algo que Leonor también hace. Sin embargo, hay algo que las diferencia y que convierte a Ingrid Alexandra en el espejo en el que podría mirarse la hija de Felipe VI. La noruega ya ha debutado vestida de largo y con tiara: lo hizo en su 18 cumpleaños y posteriormente en la fiesta de mayoría de edad de Christian de Dinamarca. Leonor aún no lo ha hecho, aunque el momento llegará pronto y las apuestas sobre la diadema que elegirá están sobre la mesa.
Ingrid se decantó por la tiara Boucheron: la recibió como regalo en su 18 aniversario y perteneció a la princesa Ingeborg de Suecia, tía abuela de la princesa. La princesa de Asturias podría elegir la Prusiana, que Letizia llevó en su boda, la Floral o la Princesa, que la Reina recibió como obsequio del Rey y que sólo ha llevado una vez.