La visita de la madre del Rey a la ciudad andaluza para disfrutar por primera vez del desembarco del Cristo de la Buena Muerte por parte de los legionarios que tuvo lugar en 28 de marzo Jueves Santo estuvo lleno de anécdotas. Repasamos lo que no se vio de la reina Sofía en Málaga, una vez terminado el importante evento religioso que presidió y en el que la vimos emocionarse en más de una ocasión.
Aunque la jornada empezó con viento y lluvia, poco a poco la meteorología fue dando una tregua y las nubes se abrieron tímidamente, lo que permitió a la Emérita pasear tranquilamente acompañada de su séquito y, cómo no, salir a comer.
Tras presenciar el desfile del Cristo, donde además tuvo la oportunidad de saludar a Antonio Banderas, se dirigió al conocido Chiringuito Rocamar ubicado en el paseo marítimo para reponer fuerzas. No era la primera vez que lo visitaba, a tenor de las palabras que el dueño del local ha compartido en sus redes.
"Una vez más ha vuelto doña Sofía a degustar nuestros platos los cuales le encantan, haciendo especial mención a nuestros espetos de sardinas y dándole personalmente la enhorabuena a nuestro espetero. Eternamente agradecidos y encantados de que nos haya vuelto a elegir. ¡Que viva doña Sofía!", han asegurado.
La esposa de Juan Carlos I, sonriente y siempre cercana, fue recibida con aplausos en el restaurante y saludó a los comensales con amabilidad. Magas ha hablado con el propietario del restaurante que afirma: "La reina su hermana estuvieron comiendo pascaíto frito, espetos de sardinas que le encantaron y también comió un lenguadito con salsa holandesa. El trato fue como una clienta más -con su protocolo de seguridad-, que es lo que a ella la gusta, ser una clienta más".
No solo eso, conversó con alguno de ellos y también protagonizó una divertida anécdota con un perro llamado Cairo. Es de sobra conocido su amor por los animales, así que no dudó en acercarse y acariciarlo mientras sus dueños le pedían que se estuviera quieto.
"Siéntate, que está su Alteza, la reina Sofía", le decían. Hay que decir que la mascota en cuestión tiene su propio perfil de TikTok e Instagram, donde escribían: "Hoy ha comenzado una amistad especial. La reina emérita y Cairo han tenido un encuentro especial".
Dio la casualidad de que uno de los comensales de Rocamar celebraba su cumpleaños y le estaban cantando por tan especial fecha, Sofía no dudó en acercarse para felicitarle personalmente, algo que sorprendió al joven.
Una vez terminada la comida, ha regresado a su hotel, que pertenece a la cadena NH, para descansar. Allí la esperaba un nutrido grupo de personas que la recibían con aplausos y gritos de "¡Viva!" y "¡Viva España!". Ella agradecía el cariño mientras saludaba con la mano.
De este modo ponía fin a una jornada intensa que empezaba cerca de las diez de la mañana, con la que ha hecho historia en la Semana Santa de Málaga. El resto de las vacaciones, la reina Sofía las pasara en su querida Mallorca.